El cielo sobre Jeonju estaba despejado, el sol bañaba los campos con una luz cálida, y el viento ligero traía consigo el familiar aroma a tierra húmeda.
Seungcheol caminaba lentamente por la granja con las manos en los bolsillos, memorizando cada detalle: el verde de sus campos, el suave mugido del ganado, el canto lejano de un gallo. Todo le resultaba tan familiar, tan parte de él, que le costaba imaginarse lejos de aquel lugar.
Estaba allí solo para recoger el resto de sus cosas y terminar su mudanza a Seúl. Pero, las ganas de recorrer un poco antes de irse se lo impidieron.
Sus pasos lo llevaron hasta el establo, donde había pasado incontables días trabajando desde niño. Se apoyó contra la puerta de madera, recorriendo con la mirada cada rincón. Podía escuchar los ecos de su propio pasado: su padre enseñándole cómo ensillar un caballo, su madre llamándolo para almorzar, sus amigos y hermanos riéndose mientras intentaban —sin éxito— ayudarlo a cargar sacos de alimento para los animales.
Se permitió quedarse ahí un momento, dejando que la nostalgia lo envolviera.
Luego, como si sus pies tuvieran mente propia, se dirigió al mercado local. Caminó entre los puestos de frutas y verduras, saludando con una leve inclinación de cabeza a los vendedores que lo reconocían. Su mirada se detuvo en el rincón donde, meses atrás, había visto a Jeonghan por primera vez, con su andar de 'forastero' y su inexperiencia en un lugar rural como ese.
Seungcheol sonrió. En ese instante, supo que Jeonju nunca dejaría de ser parte de él, pero tampoco quería que su vida se quedara anclada allí.
Reunidos en el patio trasero de la granja, sus amigos lo rodeaban con una mezcla de emociones en el rostro.
Mingyu fue el primero en romper el silencio. O más bien, en romperse a sí mismo.
—¡No puedo creer que nos abandones! —exclamó con la voz temblorosa antes de soltar un dramático sollozo. Se aferró a Seungcheol con un abrazo desesperado—. ¡¿Qué haré sin ti, hyung?!
Seungcheol rió con suavidad, dándole una palmadita en la espalda.
—No te estoy abandonando, Mingyu. Puedes venir a Seúl cuando quieras. De igual forma, vendré cada verano aquí.
—¡Pero no será lo mismo! —insistió Mingyu, con lágrimas deslizándose por sus mejillas.
Antes de que la situación se pusiera aún más melodramática, Jun intervino con una sonrisa radiante y lo abrazó con fuerza.
—¡Hyung, esta es la mejor decisión de tu vida! Si es amor, tienes que seguirlo hasta el final.
Seungcheol sonrió con algo de timidez, sintiendo una calidez distinta en su pecho.
—No sé si es la mejor decisión, pero sé que es la correcta.
Soonyoung, conmovido pero incapaz de evitar su usual energía efusiva, se unió al abrazo grupal.
—¡Te extrañaré mucho! ¡Pero también extrañaré a Jeonghan! ¡Ah, extrañaré a ambos! —hizo un puchero y luego levantó un dedo como si se le hubiera ocurrido la mejor idea del mundo—. Pero está bien, porque en cualquier momento iremos con Hao a visitarlos. Será mejor que preparen una habitación para nosotros.
Minghao, quien hasta ahora había permanecido en silencio, sonrió con su habitual calma y asintió.
—Estoy feliz por ti, amigo. Si es lo que realmente quieres, entonces tienes nuestro apoyo.
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▸ Verano en Jeonju ៸៸ 𝙅𝙚𝙤𝙣𝙜𝘾𝙝𝙚𝙤𝙡
Fanfiction꒰ 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 .𖧧 ࣪ Jeonghan, un chico de la ciudad de Seúl visita un pueblo pequeño llamado Jeonju durante el verano, donde se enamora de el local Choi Seungcheol, descubriendo la belleza de la vida rural. 𓍯 🌱 ˖ ࣪ 𝘱𝘭𝘦𝘢𝘴𝘦, 𝘴𝘵𝘢𝘺 �...
