El tren aminoró la velocidad hasta detenerse por completo en la estación central de Seúl.
Un sonido agudo anunció la apertura de las puertas, y en un instante, la gente comenzó a moverse con rapidez, arrastrando consigo a Seungcheol en una marea de cuerpos apresurados. Tomó su maleta con fuerza y bajó del tren, sintiéndose inmediatamente fuera de lugar.
El andén estaba abarrotado. Personas caminaban en todas direcciones, algunas con prisa, otras revisando sus teléfonos sin mirar por dónde iban. En más de una ocasión, alguien chocó contra él sin siquiera voltear a disculparse. Seungcheol frunció el ceño, incómodo. No estaba acostumbrado a aquello. En Jeonju, si alguien te empujaba, al menos se detenía a pedir disculpas.
El bullicio lo envolvió por completo. Voces solapadas con anuncios por altavoz, pasos acelerados sobre el suelo de baldosas, el chirrido de las ruedas de maletas deslizándose a toda velocidad. Todo se movía a un ritmo tan caótico que Seungcheol sintió que apenas podía procesarlo. Estaba aturdido. Nunca había salido más allá de Jeonju y sus alrededores, y ahora se encontraba en la capital del país, donde todo parecía moverse el doble de rápido que en su pueblo.
Suspiró hondo, intentando calmarse. Necesitaba encontrar la salida.
Con la maleta en una mano y la otra metida en el bolsillo de su chaqueta, Seungcheol caminó entre la multitud, esquivando gente como podía.
Tras un par de minutos deambulando, encontró un gran cartel con indicaciones del transporte público. Seungcheol se detuvo frente a él, leyendo con atención. O al menos, intentando hacerlo.
El mapa era un desastre incomprensible a sus ojos. Líneas de diferentes colores se cruzaban unas con otras, formando una telaraña de caminos que se extendía por toda la ciudad. Pequeños íconos y nombres de calles aparecían por todas partes, algunos en coreano, otros en inglés. Intentó seguir la lógica de las señalizaciones, pero cuanto más miraba, menos entendía.
Se pasó una mano por el cabello y suspiró. No solo estaba en una ciudad que no conocía, sino que también tenía que moverse dentro de ella sin ninguna experiencia. Nunca había tomado un autobús, nunca había usado una aplicación de mapas, y aunque había escuchado a Jeonghan hablar del GPS y de lo fácil que era usarlo, nunca se había molestado en aprender.
Por primera vez desde que tomó la decisión de viajar a Seúl, sintió el peso de la impulsividad de su decisión.
Deslizó la mirada hacia la parte inferior del cartel y encontró la sección del metro. Allí, entre las estaciones señaladas, una palabra le resultó familiar:
Dongdaemun.Jeonghan vivía en ese barrio.
Por primera vez en toda la confusión, sintió que tenía un pequeño punto de referencia. Si lograba llegar a Dongdaemun, al menos estaría más cerca de su destino.
Apretó la correa de su maleta y siguió los letreros que indicaban el acceso al metro. Bajó por unas escaleras mecánicas, descendiendo a un nivel más profundo de la estación. El aire allí era distinto, un poco más denso, con un leve olor a metal y electricidad.
Se acercó a una de las máquinas expendedoras de boletos y observó la pantalla. No tardó mucho en entender cómo comprar un pase sencillo, aunque lo hizo de manera torpe. Cuando el boleto salió, lo tomó con rapidez y pasó por los torniquetes.
El metro llegó en cuestión de minutos. Seungcheol se subió apresurado, sintiendo cómo la ansiedad volvía a recorrer su cuerpo.
A través del vidrio de la puerta, vio las luces de los túneles pasar a toda velocidad. El tren se movía con suavidad, aunque el sonido del traqueteo en los rieles lo mantenía en una especie de estado de alerta.
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▸ Verano en Jeonju ៸៸ 𝙅𝙚𝙤𝙣𝙜𝘾𝙝𝙚𝙤𝙡
Fanfikce꒰ 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 .𖧧 ࣪ Jeonghan, un chico de la ciudad de Seúl visita un pueblo pequeño llamado Jeonju durante el verano, donde se enamora de el local Choi Seungcheol, descubriendo la belleza de la vida rural. 𓍯 🌱 ˖ ࣪ 𝘱𝘭𝘦𝘢𝘴𝘦, 𝘴𝘵𝘢𝘺 �...