Las sabanas blancas en donde me encontraba recostado eran muy bellas, no sabía dónde estaba ni tampoco a quien pertenecía este pequeño departamento. Trate de pararme de la cama pero la flojera me gano y me quede un rato ahí. El agua de una regadera sonó.
—¿Hola? —pregunto Guillermo asomándose por aquella puerta.
—¡Guillermo! —exclamo Carlos desde la regadera.
La regadera no traslucía nada ya que era de color verde.
—¿Es tu casa? —pregunto Guillermo.
—Sí, te quedaste dormido y te traje a mi mini departamento.
Guillermo siguió explorando a aquel departamento mientras recorría todos los cuadros y retratos que tenía en su pared y escritorio.
—¿Qué miras? —pregunto Carlos.
—¡Oh! Ya saliste —dijo Guillermo.
Mientras Guillermo miraba a Carlos no pudo evitar ver unos libros detrás de él, que en ese momento se dio cuenta que eran los de él... y que tenia clases...
—¡La escuela! —exclamo Guillermo—, ¿Tienes carro en el cual llevarme? —pregunto Guillermo colocándose su playera.
—¡Sí¡ si tengo vamos —respondió Carlos.
Guillermo agarro sus libros y salió corriendo hacia la puerta, se monto en su carro y se dirigieron a la universidad.
Carlos iba rápidamente mientras iba tranquilizando a Guillermo.
—Tranquilo tu clase comienza a las 9:30 a.m. si alcanzamos a llegar —dijo Carlos.
—¡Son las 9:20 a.m. no lo creo! —contesto Guillermo.
—No hay que ser negativo Guillermo, esta vida es muy corta para vivir con la negatividad —dijo Carlos.
Al momento de llegar a la universidad, rápidamente Guillermo se bajo del carro mientras corrió hacia su clase de Artes... mientras Guillermo había salido corriendo por la puerta de la universidad no se pudo evitar que Samuel no se percatara de que automóvil que se bajara.
—A si que Guille tiene nuevo amiguito —dijo Samuel para el mismo.
—¿Qué dijiste? —pregunto Alex.
—¿No sabes quién es el nuevo amiguito de Guillermo? —pregunto Samuel.
—Es el chico de la cafetería... déjame acordar del nombre —respondió Alex—. ¡Flower coffe!
—Ha está bien, vámonos a clase —respondió Samuel mientras avanzaba hacia enfrente.
Carlos se dirigía corriendo hacia Guillermo, quería alcanzarlo para decirle algo, pero la torpes de Carlos hizo chocar con el hombre más malvado de toda la universidad.
—¿Qué te pasa imbécil? —lanzo Samuel.
—Lo siento —respondió Carlos de manera respetuosa.
Carlos siguió corriendo hasta alcanzar a Guillermo.
—¡Guillermo! —grito Carlos.
Guillermo miro hacia atrás mientras vio a Carlos aproximarse de manera veloz hacia él.
—Te veo hoy a las 9:00 en el sitio donde pasamos la noche de ayer, nada de distracciones—dijo Carlos mientras le dio un beso en la mejilla.
Guillermo solo asintió. Guillermo siguió avanzando hasta llegar a la clase.
—¿Puedo pasar? —pregunto Guillermo cansado.
—Claro joven Díaz —respondió la maestra.
La hora de Artes había pasada de manera veloz, Guillermo toda la clase pensó en aquella propuesta que Carlos le había hecho, pero no se pudo percatar que Samuel lo veía desde la otra punta de los asientos.
Guillermo se dirigía a su Habitación a cambiarse de ropa, ya que seguía trayendo el mismo pantalón con la mancha café. Paso por aquel pasillo donde siempre lo inundan las malas noticias.
—Guillermo ¿qué te paso? —pregunto Paola soltando una fuerte carcajada mientras veía su zona intima manchada.
—¡Es una larguísima historia! —exclamo Guillermo emocionado.
Guillermo y Paola se dirigían a la habitación de Guillermo, mientras este le iba platicando toda su aventura.
Mientras tanto Carlos...
—Realmente es el indicado Ali, siento que él no me traicionara. Les estoy tomando mucho cariño, quiero estar más y más tiempo con él. Esta noche lo veré, le tengo una sorpresa —dijo Carlos emocionado.
—Me emociona que al fin hayas encontrado esa personas con la cual quieres estar —dijo Ali tomando la mano de Carlos.
—Me tengo que ir... gracias por apoyarme —dijo Carlos.
Carlos se monto en su automóvil y se dirigió a la compra de su sorpresa.
—¿Es enserio todo lo que me has contado? —dijo Paola mientras jugaba con un cubo rubik.
—¡Sí! Es tan tierno —expreso Guillermo—, me tengo que alistar para esta noche, nos veremos donde mismo, que emoción.
Mientras Guillermo platicaba todos los detalles a Paola, Samuel se encontraba detrás de la puerta...
Faltaban 20 minutos para que el reloj marcara las 9:00 P.m y Guillermo ya se encontraba listo.
—¿me acompañas a la salida de la Universidad? —pregunto Guillermo a Paola.
Mientras Guillermo trato de abrir la puerta de la habitación esta se encontraba cerrado, tenía llave.
—¿Está cerrada? —pregunto Paola—, busca la llave.
La cara de Guillermo al recordar que la llave se encontraba en el abrigo de Carlos fue algo extraña.
Guillermo respiro profundo.
—La llave esta en el abrigo de Carlos —dijo Guillermo.
—¡Márcale! —dijo Paola.
Mientras Guillermo recordaba lo que Carlos le había dicho...''Nada de distracciones''
—No trae el móvil... no lo trae —dijo Guillermo.
Guillermo se tomo el pelo y dejo caer su móvil al suelo.
—¿Y cómo abriste la maldita puerta cuando entramos hace rato? —pregunto Paola alterada.
—Estaba abierta, Samuel siempre la deja abierta.
—¿Samuel no tiene llave? —pregunto Paola.
—Si tiene, pero comienzo a creer que todo esto es obra suya...
Habían pasado 30 minutos de pues de que Guillermo se mantuviera encerrado junto con Paola.
Carlos continuaba esperando en aquella explanada con la luna llena iluminando sus latidos.
—¿Tu eres Carlos? —pregunto una voz baja por detrás.
Carlos volteo creyendo que se trataba de Guillermo, pero se trataba de...