Las palabras que habían salido de la boca de Guillermo eran muy fuertes, eran como cuchillos afilados que partieron en muchos pedazos el corazón de Carlos, ¿Acaso Guillermo se encontraba bien para decir aquellas palabras? ¿La noche que estuvo con Samuel cambio sus sentimientos? Era algo que no se podría saber.
—¿Acaso pasa algo? —pregunto Carlos tomando la mano de Guillermo.
—Lo que pasa es que no te quiero lastimar, eso pasa —Guillermo miro a Carlos a los ojos, mientras que estos derramaban lagrimas de dolor.
Carlos soltó una risa seria.
—No me quieres lastimarme, pero con solo pensar en Samuel lo haces, supe que te acostaste con él —dijo Carlos dejando caer la mano de Guillermo.
—¿Quién te dijo? —pregunto Guillermo secando las pequeñas lagrimas que había derramado.
—Solo tienes que ver esto —dijo Carlos sacando algo de su bolso trasero de los pantalones color mezclilla que traía puestos.
Era un pequeño trapo blanco, con pequeñas manchas rojas, este venia envolviendo algo, un cuchillo con el numero 3.
—¡¿Quién te dio esto?! —exclamo con desesperación Guillermo dejando caer el trapo blanco que envolvía dicho cuchillo.
—Samuel llego diciéndome todo lo que hicieron, me dio este trapo y me dijo que te lo enseñaras que te comprenderías —explico Carlos.
Guillermo volteo a ver a Carlos y comenzó a caminar hacia enfrente de manera directa, era de suponerse que se dirigía a la universidad, donde se encontraba el culpable de todo esto, Samuel.
Guillermo tardo 15 minutos en llegar a su lugar esperado, donde buscaría al culpable de todo esto, al que ha destruido su vida de una manera realmente atroz.
Guillermo abrió la puerta bruscamente.
—¡¡¿Qué mierdas significa todo esto?!! —exclamo Guillermo clavando el cuchillo en la mesa de enseguida.
Samuel dio un salto del susto.
—¿A qué te refieres? —pregunto Samuel.
—¿Ahora no sabes nada? ¡Es curioso! Es algo que realmente te representa a ti, a nadie más representa este cuchillo, no tengo gente a mi alrededor que sea tan mala como tú, sabes que ya no me volverás a ver en tu vida. ¡Me largo de Los Ángeles! —dijo Guillermo furioso—, ¡No me toques! —exclamo Guillermo al ver que Samuel se quería acercar hacia él.
—¡¿Cómo que te vas?! —exclamo Carlos por detrás.
Guillermo solo volteo e ignoro y se retiro del lugar.
—¡¿No piensas responderme?! —exclamo Carlos mientras veía a Guillermo caminar por el pasillo.
—Todo esto es tú culpa —dijo con voz baja Samuel.
—¿Qué dijiste? —pregunto Carlos.
—¡Todo esto es tu culpa! ¡Yo no envié ningún cuchillo! Yo no hice nada —exclamo Samuel.
—Para que te des cuenta que se jugar las mismas cartas que tú —menciono Carlos.
Carlos también se retiro dejando solo a Samuel.
Carlos había hecho todo esto, ¿A que trataba de jugar Carlos? Era un misterio en sí, no se sabía que trataba de hacer Carlos, pero si su misión era alejar a Samuel y Guillermo había tenido éxito.
Los pasos de Guillermo eran lentos y confusos, sus lágrimas caían al piso al igual que su cuerpo, no podía mas con esto, no sabía dónde estaba ni porque estaba ahí; era un tonto al volver entregarse a Samuel.
Guillermo llamo a Paola.
—¿Paola? Necesito que me des casa por una noche —dijo Guillermo dando vuelta entre los pasillos para llegar a la recamara de Paola.
—¡Claro! ¿Qué pasa? —pregunto Paola.
—Es una historia larga, ahí te veo —dijo Guillermo.
Guillermo llego a la habitación todavía empapado por la lluvia, su ropa no se había secado, pero no solo llego empapado por la lluvia sino también por sus lagrimas.
—¡¿Qué paso con Samuel?! —pregunto Paola mirando a Guillermo desde su cama, esta trataba de consolarlo pero todos sabíamos que cuando Guillermo cae en depresión se pone mal, muy mal.
Las emociones de Guillermo comenzaron a removerse por su cabeza, su boca trasmitir esas emociones negativas, sacando todo lo que tenía que contar.
—¿Es enserio? ¿Sigue jugando con eso? —pregunto Paola haciendo referencia a los cuchillos.
La noche fue larga, Guillermo al día siguiente tenía que viajar, dejaría Los Ángeles. Realmente todo lo que estaba sucediendo era una locura, los planes de Carlos de separar a Guillermo y Samuel habían funcionado a la perfección, Carlos se acostó con Miguel no tiene sentido todo lo que hace Carlos.
¿Nos vemos esta noche? Carlos recibió un mensaje, era de Miguel.
No, esta noche tengo cosas que hacer Carlos respondió el mensaje de Miguel haciendo referencia a lo del vuelo de Guillermo.
Las maletas de Guillermo estaban listas para el gran viaje. ¿Cuál seríala siguiente parada de Guillermo? ¿Acaso dejara todo el camino que ha recorridopor la escuela? Guillermo se dirigirá hacia donde su corazón lo llevara, talvez nunca más vuelva a ver a Samuel