~Alan

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POV SAM

(Quien no sepa quien es Alan, mirar el cap 1)

A la mañana siguiente, desperté con un Nick desparramado por la cama y con la boca abierta, reuní las fuerzas mañaneras para no reírme de su pose, pero fue inutil.

Reí con mi sensual risa, cosa que hizo que Nick callera de la cama, reí más.

-te... Veías....chistoso...- digo entrecortadamente.

Este me mira enojado y gruñe por lo bajo.

-vamos, arriba, debemos ir a ver al tal Alan.

Asentí pero me detuve en mi proceso de levantarme.

-¿no debería ir a la escuela?

Este se lo piensa y bufa.

-es verdad, pero iras con cuidado, ¡y!, llegarás a la hora correcta ¿oiste?

Asentí y me levante ahora la cosa difícil, ¿que diré en la escuela para justificar las faltas a clases?
******

-y eso fue lo que pasó.

Dani estaba amarrándose su pelo en una coleta alta, estábamos en clases de deportes, y realmente las odio, mis costillas aún no están del todo perfectas, y más encima, la polera es un poco traslúcida, mis cicatrices se verán.

-¿y quieres que te crea que estuviste con la regla por toda esa semana?- me dijo mirándome fijamente.

-mm.....sip.

Esta se lo piensa y luego suspira.

-en algún momento me dirás lo que en realidad te pasó.

Asentí para ir al gimnasio, cuando había llegado a la escuela, varias miradas estuvieron puestas en mi, en realidad, quería patearles el trasero a cada uno de ellos, además, varios chismes se han creado desde el "incidente" en el baño, pero sólo hago oídos sordos.

Al llegar al gimnasio las miradas otra vez estuvieron sobre mi, me sentí por un momento coivida, pero sólo levante la cabeza y me mantuve firme.

-no puedo creer, ¿como dejan entrar a una maleante a esta escuela?- dice una de las chicas.

La observo con atención, Megan Gratford, una de las tantas perras de la escuela, para mi que en su vida anterior era eso.

Lo único que hice, fue sonreír con malicia.

-¿quieres que esta delincuente te deje en coma?

Megan me observó con terror al igual que algunos, Dani me miraba asombrada, y con un brillo de preocupación. Lo siento amiga, las circunstancias me han echo así.

-¡profesora escuchó!

-¡silencio!- gritó la profe.

Todos se quedaron callados y nos fuimos al centro, para calentar nos pidieron 6 minutos de trote y luego 40 abdominales, adiós al reposo.

Comenzamos a correr y en el minuto 4, mis costillas protestaron, hice una mueca de dolor al sentir una fuerte punsada en mi costado.

-¿que ocurre?- pregunta una fatigada Dani.

El sudor caía en la frente de ambas, el día no estaba tan frío que digamos, y hacer esfuerzo le hacia mal a mi estado actual y eso que me hicieron trisas con esos golpes.

-nada, estoy bien.

-¿segura?

Asentí sonriedole, más que una sonrisa fue una mueca, pero que más da.

Sin escape para el peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora