~Alejate de mi

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Ian POV

Me ponía de los nervios estar aquí sentado, tomando un te de manzanilla para los nervios y escuchar el reloj de pared, es como una jodida sala de espera.

-tranquilo hijo.- dijo mi mamá tomandome de la mano.

-es que.....ya la viste, es apenas una muchacha y....diablos, odio a que golpeen a las mujeres.

-lo se hijo, dime una cosa, ¿de verdad ocurrió lo que me dijiste?- dijo mi mamá.

Me quede en silencio y miro a otra parte, mi madre sospechaba que estaba metido en esas cosas, un día descubrió un mensaje de Logan pidiendo de mi presencia para una reunión, después de explicarle lo que era y en que trabajaba, mi hermana no me hablo por casi un año y mi madre fue la única que me aconsejaba dejarlo.

-hijo, dime la verdad...

-la raptamos, y los chicos la golpearon por no decirles lo que querían, trate de detenerlos porque se veía que era inosente, pero pasaron al látigo y antes que la mataran, yo los mate a ellos.- se lo dije lo más duro posible.

Mi madre apoya su cabeza en sus manos y luego me mira, veo en sus ojos el dolor y la decepción, creo que me lo meresco, soy el peor hijo del mundo.

-no se que fue lo que me paso, pero verla a los ojos me hizo cambiar de parecer.- se lo digo mas tranquilo.

Mi madre alarga su brazo y me acaricia la herida que ella vendo. Escucho la puerta cerrarse y me giro rapidamente, mi hermana sale del cuarto quitándose los guantes de látex, se había puesto un delantal, que ahora mismo esta con machitas de sangre. Me pongo de pie y esta sin mirarme habla.

-esta bien, se recuperara, por ahora debe descansar mucho, le di un calmante, algunas heridas eran profundas, tiene hematomas y una fractura en una costilla, su espalda esta casi destrozada.

Mi madre cerro los ojos y bajo la cabeza. Avanze hasta mi hermana y trate de tocarle el hombro, pero se aparto.

-sus heridas son....de tortura.- me dijo mirándome fríamente.

No le respondo, ella asiente y comienza a caminar hasta el comedor.

-¿puedo verla?- le pregunto.

-el caso es, si ella querrá verte a ti.

Asiento y camino hasta el cuarto de visitas, entro en este y cierro la puerta, Sam se encontraba boca abajo, con la espalda descubierta y repleta de cortes, los cuales brillaban por una extraña crema que mi hermana echa a veces para las heridas, me acerco a ella y me siento en una silla de madera que queda a su lado, su cabello esta tomado en una coleta, dejando al descubierto su rostro, este tiene varios rasguños, pero se le a bajado la hinchazón, su cara aun no recupera el color, pero con descanso lo ara, tomo una toalla y limpio el rastro de sudor que recorre su rostro y hombros, paso mis nudillos por sus hombros, su piel es tan suave y se siente fría, me fijo en su perfil, con golpes y todo, sigue siendo bella.

-me odio a mismo, debes saberlo.- le digo y me acomodo para verla mejor.

***

Sam POV

Dolía, me dolía todos el cuerpo, desde la cabeza hasta el insoportable dolor de mis costillas, mi espalda hervía, y mis ojos se sentían tan hinchados que era incapaz de abrirlos. Los recuerdos de ase unos minutos llegaron a mi mente, desde los malditos hijos de putas, hasta el chico que me miraba con sus brazos cruzados y una mirada carecida de sentimientos, si soy débil, ya que me demaye como al décimo latigazo y luego no recuerdo mas, al instante recuerdos de mis padres llegan a mi mente. Recuerdo cuando mi madre se quedo todo un día en casa conmigo, porque yo había caído enferma, estaba tan mal que mi madre todos las noches dormía a mi lado, yo hervía en fiebre y ella en cada momento me hacia sentir mejor con sus cuentos y chistes, al rato llegaba papá con una sopa y vestido de una manera chistosa, nos hacia un show y luego ambos me cantaban, al otro día la fiebre bajaba y yo estaba mejor, pero ahora mis padres no están a mi lado y eso me duele hasta el alma.

Sin escape para el peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora