Para cuando llegaron a la casa de Matt, Cami se encontraba medio dormida, con cuidado de no asustarla, Victoria intentó despertarla, pero estaba agotada, física y emocionalmente. Con cuidado la tomó en brazos y la cargó unos pasos, pero entonces un extraño dolor en el antebrazo le punzó, le resultó extraño, no recordaba haberse golpeado con nada.
Al notar esa extraña mueca en el rostro abatido de Victoria, en segundos Matt estuvo junto a ella y se hizo cargo de llevar a la pequeña Cami escaleras arriba, hasta la entrada principal.
-Nikolay, pide a Kim que prepare una habitación para la hermana de Victoria
-Enseguida señor –asintió en dirección a su jefe, antes de desaparecer en dirección a la cocina.
-¿Qué tienes en el brazo? –le preguntó muy serio, una vez que estuvieron solos
-Nada, no lo sé, debo haberla cogido mal
-Quiero ver tu brazo –exigió para nada satisfecho con su respuesta
-No seas paranoico
Ignorándolo se acerco a la puerta a recibir la mochila de Cami, le agradeció a Todd y regresó con Matt, quien seguía con el ceño fruncido
-¿Qué? –soltó exasperada
-No me gusta que me ocultes las cosas
-No seas idiota, ¿y si has sido tú?, anoche... no lo recuerdo con claridad, pero si yo fui... bueno, si yo... -se ruboriza sintiéndose incapaz de terminar la frase
-¿Fuiste salvaje? –enarca una ceja provocándola
-Si, puede que tú te hayas puesto... "bruto"...
-Es adorable cuando te sonrojas...
-...ella siempre es adorable
Murmuró Cami entre sueños en los brazos de Matt. Ambos abrieron los ojos como plato al percatarse del tipo de "conversación" que estaban teniendo en su presencia. Afortunadamente el incómodo momento fue interrumpido por Kim, quien regresaba con un montón de almohadas en las manos y anunciando que la habitación estaba lista.
En absoluto silencio la siguieron hasta una habitación a dos puertas de distancia de la que ocupaba Victoria hasta que la familia de Matt llegó hasta la casa.
Con mucho cuidado Matt depositó a Cami en el centro de la gran cama y dejó que su hermana la acomodara. Con suma atención contempló cómo la acomodaba en la cama, el brillo con que sus ojos observaban a su pequeña hermana de 6 años, era de absoluto amor, en su mente egoísta, Rothschild solo podía pensar en que le encantaría que algún día lo observara con ese mismo brillo, que le dedicara su tiempo con placer, todo su cariño...
-¿Matt? ¿Estás bien?
-¿Qué? –pregunta algo incómodo, nuevamente lo pillaba soñando despierto
-Estabas como ido ¿en qué pensabas?
-En que se supone que hoy estaríamos solos tú y yo, sin interrupciones, y ahora te tengo que compartir
-Es mi hermana...
-Lo sé... vamos a dejar que descanse
Tomándola de la mano la sacó de la habitación y la llevó directo a la suya, en silencio cerró la puerta y luego la cargó hasta la cama, dejándose caer sobre ella mientras se besaban lentamente...
-No me gusta compartir –soltó de la nada, dejando de besarla en el acto
-¿Qué quieres decir? –preguntó exaltada
ESTÁS LEYENDO
El Contrato II: Rompiendo las reglas
RomanceTras vivir la noche que tanto tiempo evitó vivir, Victoria decidió que era hora de pasar la página, y para eso tenía a un hombre a su lado dispuesto a ayudarla. Las constantes desilusiones de sus seres queridos la llevaron a convertirse en una perso...