Cuando Victoria finalmente pudo convencer a Matt para que bajaran a almorzar, pudo respirar y comenzar a idear un plan o hacerse la idea de cómo iba a contarle sobre el estado de salud de su abuela. Todo era mucho más complicado ahora, estaba tan feliz, tan ilusionado con Alice, que no quería arruinar su día, pero se lo había prometido a Elizabeth, y tenía que cumplir.
-Esto es agradable, no puedo esperar a regresar a nuestra casa
-¿Cuál es el apuro? Nunca he estado en Londres, tal vez puedas enseñarme algunos lugares turísticos –sugirió Victoria
-Puedo enseñarte todo lo que desees Vic, solo tienes que pedirlo
-Lo sé, gracias
-He hablado con Clarise, tu "asistente de compras" y "estilista improvisada", como ella misma se nombró y está fascinada con la idea de ayudarte a redecorar nuestra casa –le anunció entusiasmado con la idea de tenerla de vuelta
-¿Qué? ¿De qué estás hablando?
-Futura señora Rothschild, no quiero que se sienta fuera de lugar, quiero que sea nuestro hogar, quiero que hagas lo que quieras, que cambies las cortinas, los muebles, todo lo que desees
-Vaya, eso es mucha responsabilidad –susurró algo insegura
-Quiero que tu habitación se convierta en la de Alice
-¿La habitación de tu madre? ¿A la que no te atreves a entrar? –aclaró intrigada
-Ya lo hago, desde que te fuiste, ese era el único lugar que me calmaba...
-Quieres que no tenga una habitación en la que dormir cuando discutamos
-También puedes verlo así –sonríe divertido
-¿Ya te deshiciste de la habitación para princesitas? –preguntó arqueando una ceja
-Si hubiera podido quemarla, lo hacía, detesto ese lugar, me hace recordar a mi vida antes de ti, vacía y amarga
-Con un "sí" hubiera sido suficiente –se ríe Victoria
-Sí, amor, ya estoy hablando con el arquitecto para ver las remodelaciones que quiero que hagan mientras estamos de luna de miel
-¿Tendremos una de esas? –preguntó con diversión
-¡Por supuesto! –exclamó como si fuera de vital importancia
-Ya veremos, no quiero hablar de eso –suspiró decidida, había llegado el momento
-¿De qué quieres hablar? –preguntó sonriente
-Es algo serio, muy importante –comienza a decir Victoria
-¿De qué se trata?
-De tu abuela –suspira, finalmente lo iba a decir
-Se que algo pasa, ¿voy a enterarme ahora? –estaba tranquilo
-Sí, ya no puedo más con la angustia de ocultarte algo que debes saber
-Te escucho, dime lo que está pasando –tomó su mano sobre la mesa, para infundirle confianza
-Está enferma, no hay manera sutil de decir esto... Matt, te adoro y estoy para ti, pero...
-¿Es... Es ter..terminal? –el pánico había aparecido en su rostro, ahora todo tenía sentido, era la explicación que encajaba con el hecho de que Victoria hubiera corrido luego del juicio, la razón por la que no quería decirle que estaba en Londres.
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El Contrato II: Rompiendo las reglas
RomanceTras vivir la noche que tanto tiempo evitó vivir, Victoria decidió que era hora de pasar la página, y para eso tenía a un hombre a su lado dispuesto a ayudarla. Las constantes desilusiones de sus seres queridos la llevaron a convertirse en una perso...