CAPÍTULO 5: "Niñera"

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Matt

Bien, Victoria se acaba de ir y yo no sé nada de tratar con niños, solo espero que Cami duerma hasta mañana.

Sin apetito me dirijo a la cocina en busca de hielo, Kim se encuentra sentada leyendo una revista, y a penas me ve entrar, salta como un resorte de su asiento. Maldición, ¿eso fue respeto o miedo? Ignorando su reacción voy en busca de un vaso y me acerco a la nevera a llenarlo de hielo, mientras finjo no haberla visto.

-Señor, ¿necesita algo? La cena estará lista dentro de una hora

-Si necesito algo lo sabrás –no quiero verla, ¿Por qué me tiene miedo?

-Claro, señor

-Pensándolo bien, voy a necesitar algo de comer para la hermana de Victoria, dijo que le encantaba la gelatina de color rojo y que podía comer un sándwich, prepara eso y luego vete a casa, será todo por hoy

-Si señor –"si señor", vaya, parece mecánico, no entiendo por qué me molesta tanto, y justo ahora.

Con mi ceño fruncido habitual, me largo de la cocina y me dirijo a mi oficina, voy directo al bar y observo dos vasos ya ocupados, el mío, completamente vacío, y el de Victoria... Victoria, solo bebió un pequeño trago, necesito que regrese pronto, tomo un par de cubos de hielo y los vierto en su vaso, no sé qué me pasa, necesito que regrese.

Decidido a hacer las cosas bien, voy hasta mi escritorio y le escribo a Sue. Victoria necesita pasar algo de tiempo con sus amigos, y así borrar esa horrible noche de su cabeza. Espero que sirva de algo. Si no fuera porque Victoria esta aquí, mis vacaciones hubieran acabado incluso antes de comenzar, lo que me espera cuando regrese a la oficina son solo problemas, lo sé, y todavía tengo que hacerme cargo del puto Miller, tengo que averiguar quién le está dando órdenes, si piensa que soy tan estúpido como para no darme cuenta de su... resentimiento, entonces no me conoce en absoluto.

Una hora más tarde, estoy sumergido en un centenar de informes que debo redactar solicitando soluciones y todo lo que esa mierda lleva, ¿En que estaba pensando cuando se me ocurrió que la mejor manera de tener todo controlado, era por escrito? En estos momentos es un fastidio, he enviado a la impresora más de 300 páginas para leer, no consigo concentrarme y eso nunca me había sucedido, es tan... frustrante.

Desesperado por conseguir concentrarme no me doy cuenta que estoy tirando de mi cabello, hasta que una pequeña sombra en la penumbra de mi oficina habla, con voz ronca y con cierto temor

-Señoor R ¿le due..le la ca..cabeza?

De un salto me levanto de mi silla y voy hacia el interruptor que ilumina todo el lugar. La pequeña Cami está de pie junto a la puerta, va descalza y con las mejillas demasiado rojas, tal vez este enferma... ¿Qué hago si lo está? ¿Le doy una aspirina?

-¿También tiene que ir con el doctor Eric? El es bueno –maldición, lo que me faltaba

-Cami ¿te sientes bien? ¿Qué haces fuera de la cama?

-No puedo encontrar a mi hermana... su casa, ¡es muy grande! –hay no, ella va a llorar

-Ella... ella ya regresa

-¿Me dejó sola? –dios, está llorando ¿Qué hago? Esto es incómodo

-Tuvo que salir por un momento, dijo que regresaría muy pronto

-¿Dónde fue? ¿Y si mamá no la deja regresar?

-No lo permitiría, esta con Evan, ¿lo conoces?

El Contrato II: Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora