El Contrato II: Rompiendo las reglas

CAPÍTULO 11: "No luches contra el"

Frustrado por cómo había terminado el día que tan bien había comenzado, Matt regresó a la oficina, terminó con su trabajo, a pesar de ser las 4 de la madrugada, la sola idea de ir a su habitación y no ver a Victoria metida en la cama lo fastidiaba, no se explicaba cómo en tan poco tiempo se había convertido en un ser tan dependiente de otro, antes su habitación era su templo, nadie a excepción de Doris entraba, ni que hablar de sus aventuras de fin de semana, para esas se iba a la más alejada, la última habitación de la casa la reservaba para ellas. Ahora le resultaba repulsivo, la sola idea de estar con otra mujer que no fuera victoria, le revolvía el estómago.

La mañana siguiente no existió para Victoria, si no fuera porque Doris fue a despertarla ella no lo hacía. Con pesar la alegre mujer se despidió de ella, finalmente había decidido tomar las vacaciones, aun que después de ver el moretón que Victoria lucía en el labio no hacía más que hacerla dudar, Doris realmente se había tomado muy enserio su tarea de cuidar de ella.

-Voy a estar bien, si no te vas me voy a enojar, y no querrás que eso suceda –le advirtió con cariño
-No, no, eres muy mal genio, igual que el señor –le sonríe
-No me hables de ese... Personaje –resopla
-No seas tan gruñona
-Doris, el me hace serlo
-No hay duda que son tal para cual

Y despidiéndose por cuarta vez, Doris finalmente se marchó. En cuanto a Victoria, se dio una ducha y se fue a la habitación de Cami, en donde estuvo acostada todo el día, siendo consciente que cada cuatro horas Kim iba por su hermana para llevarla a comer.
De Matt no supo nada, solo que se fue temprano por la mañana y que para cuando se durmió todavía no regresaba.

El siguiente día, no fue muy bien, Adam la despertó a las 7 de la mañana y prácticamente la sacó de la cama, sin importarle si llevaba ropa o no

-¿Qué pasa? –preguntó aturdida, mientras intentaba seguir sus pasos
-Cami ha estado vomitando hace dos horas, tenemos que llevarla al doctor
-¡¿Qué?! Pero si yo estaba junto a ella... ¿Dónde está?
-En mi habitación, dijo que estabas triste y no quiso despertarte
-¡Maldición!

Cuando llegaron a la habitación de Adam, Cami estaba sentada en el suelo, lloraba muy despacio mientras abrazaba su estómago con ambos brazos, Victoria entró pánico, se puso de rodillas junto a ella y con cuidado le secó las lágrimas

-Cami, vamos a vestirnos, iremos al doctor
-No quiero
-¿Por qué no?
-¿Y si vomito el auto?
-Eso no importa -interviene Adam
-¿Vamos? –insiste Victoria
-Esta bien –acepta los brazos de su hermana

Con ayuda de Adam, la llevaron a la habitación, en donde Victoria se vistió rápidamente y luego alistó a su hermana. Cuando llegaron al final de la escalera principal, se encontraron con Todd, quien por la seriedad en sus rostros corrió a abrir la puerta del auto

-Todd, no sé donde la llevó Matt la ultima vez... -intentó decir Victoria
-Tranquila, yo me encargo de todo –la tranquilizó con su amable tono de voz
-Gracias... ¿Todd?
-¿Si, Victoria?
-Lo siento, no quería ocasionarte problemas con el jefe
-Hablemos cuando Cami esté bien
-Ok

Durante el trayecto tuvieron que detenerse al menos unas 5 veces, de las cuales Adam resultó vomitado en dos ocasiones, para sorpresa de Victoria, no hizo comentario alguno, ni siquiera le restó importancia al terrible olor, definitivamente era cierto que le gustaban los niños.

Una vez en la clínica, Todd se acercó a recepción y solo 10 minutos más tarde, Eric apareció, junto a una enfermera

-Buenos días, Victoria

-Eric... -la mirada de Eric pasó por todos y regresó al moretón en su labio, incomodándola en el instante

-Eric, que bueno que eres tú, escucha no ha parado de vomitar, lleva así 3 horas ya

-Adam, vamos a llevarla a mi consulta, dámela

-No, yo la llevo, ya estoy vomitado

-De acuerdo