La mañana del lunes fue la más extraña, encontrarse sola en la inmensa cama sin Matt, la hizo sentir abandonada, y no conseguía explicarse porqué.
Todo el día fue extraño, la casa en un silencio absoluto, los empleados susurrando entre ellos y Cami feliz mirando televisión en la habitación que ocupa desde el sábado. El señor había dado la orden de instalarla mientras ellos estaban en el apartamento de Sue, y la infinidad de programas para escoger, tenía a la pequeña atrapada en sus redes
-¿Victoria?
Le habló Kim desde la entrada, al verla tan concentrada frente al ventanal mirando al vacío.
-Si, ¿Que sucede? –preguntó sin apartar su mirada del hermoso jardín
-La Doctora Samantha Bennett esta al teléfono
Sin más aceptó el auricular que Kim le ofrecía y una vez sola, contestó
-El te ha pedido que llames, ¿Por qué? -exigió saber una calmada Victoria
-Me gustaría que nos viéramos, para hablar en persona
-¿Acerca de qué? –volvió a preguntar
-De todo, han pasado semanas
-Lo sé, y estoy muy bien
-¿Por qué estas triste?
-Estoy sensible, es uno de esos días previos, ya sabes -mintió
-Bueno ¿qué te parece si almorzamos? –sugirió no dispuesta a obtener una negativa
-No puedo salir, pero si quisieras venir...
-Por supuesto. Te veo en una hora
Finalizó Sam con entusiasmo, dejando a Victoria aun más pensativa.
Una hora más tarde Sam estaba en la casa, tan alegre como Victoria la recordaba, la saludó y de inmediato pasaron a la mesa, donde ya las esperaba Cami. Durante el almuerzo centraron su atención en ella y sus ocurrencias.
-Ahora que finalmente estamos a solas quiero saber ¿qué te tiene tan preocupada?
-Todo, la relación con Matt, no lo sé
-¿Va todo bien entre ustedes?
-Si, es que... no sé si deba seguir viviendo con él, mi papá por fin se está divorciado y va a necesitar ayuda con Cami, y cómo pudiste ver durante el almuerzo, ella es muy dependiente
-Deberían intentar una relación "normal", "común", vete unos días a casa de tu papá, ayúdalo a resolver su situación, ve donde te deja eso con Matt, como te sientes llevando una relación común y corriente -sugirió Sam intentando dejar a un lado su trabajo de psicóloga
-Vaya... me gusta cómo suena eso
-Cuando quieras, y no es necesario estar en una consulta
-Te lo agradezco
-¿Algo más en lo que te pueda ayudar?
-...si, necesito anticonceptivos, ni loca iré donde tu hermana, no después de conocer a la loca de tu sobrina
-Te llamo a tu celular
-No le digas nada a Matt –se apresuró a decir
-Lo prometo, son temas de chicas
-Gracias, Sam
-Puedes contar conmigo para lo que sea, y no lo digo porque tu novio sea mi jefe, me preocupo por ti
-Lo sé, pero estoy bien
-Te veo mejor que antes, pero no está todo bien
-Ya lo sé...
-Ya comprobé que estas bien, hora de regresar al trabajo –dijo a modo de despedida
-Gracias por pasar, pero espero que no sea la única vez
-Cuenta con ello
A pesar de tener algo en que pensar, seguía insegura con respecto a su relación con Matt, así que se pasó el resto del día en casa de Doris, mientras Cami seguía en su habitación viendo televisión junto a su tío Adam.
-¿Qué es lo que te preocupa, pequeña?
-¿Crees que está bien lo que estoy haciendo? -pregunta una confundida Victoria, sentada en el sofá junto a Doris
-¿Estas preocupada por el señor?
-Si... me siento... no sé, rara
-El esta.... le gustas de verdad, creí que las cosas entre ustedes estaba bien, después de como cuidó de ti el viernes ¿porqué de pronto tanta inseguridad? -quiso saber algo preocupada por este cambio de ánimo en ella
-Es mi naturaleza ser insegura Doris... además el ha vuelto a trabajar, no sé si será igual que antes, en traje y corbata es frío y calculador, no puedes negar eso
-Tienes miedo -concluye con ternura acariciando su mano
-Aún no me dices si crees que está bien o no tener esta "relación" con el
-En mi opinión, es lo que el señor necesitaba, no quiero que esté solo, y tú tampoco, no sabes cuánto me alegra que se hayan encontrado, no pienses tanto con la cabeza, pequeña
-Soy una cabeza dura, Doris –sonríe con pesar
-Ay que si lo sé -ríe con cariño
-¿Cómo sigue tu brazo?-cambia de tema con una media sonrisa en los labios, Doris siempre conseguía subirle el ánimo
-Esta sanando rápido, y me aburro sin hacer nada
-Estás loca, ¿por qué no aceptas las vacaciones que te dio Matt? Vete unos días
-No quiero dejarte sola
-Voy a estar bien, solo necesito que te recuperes pronto
-Lo voy a hacer –prometió Doris
-Genial, diviértete un poco
-Yo si me divierto -se defendió Doris
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El Contrato II: Rompiendo las reglas
RomanceTras vivir la noche que tanto tiempo evitó vivir, Victoria decidió que era hora de pasar la página, y para eso tenía a un hombre a su lado dispuesto a ayudarla. Las constantes desilusiones de sus seres queridos la llevaron a convertirse en una perso...