Con la mirada perdida, intentó alejarse de él, por suerte al instante tuvo a Doris a su lado, lista para sacarla de ahí.
Con sumo cuidado la llevó hasta el baño en donde las arcadas no se hicieron esperar, no la han dejado en paz desde que salió de alta.
-Pequeña... -susurró una angustiada Doris, al ver como palidecía
-Voy a estar bien, lo prometo -intentó calmarla con una fingida media sonrisa
-No sigas con esto, te está haciendo terrible, tu doctor dijo que tenías que permanecer en reposo y sin ningún tipo de preocupación más que tu bebe
-El bebe... ¿Porqué las cosas tenían que ser así? No creo que pueda hacer esto sola -se lamentó agotada
-Claro que vas a poder, ya lo hablamos, Sue y yo vamos a ayudarte, va a tener tres madres, no será terrible, pequeña tienes que dejar el miedo y la inseguridad de lado, eres fuerte, basta de sufrimiento, hay que ser fría y egoísta, solo piensa en ti y tu bienestar
-Mi atontamiento por Matt me hace insistir, necesito saberlo, necesito saber qué pasó para poder dejarlo...
-Estas enamorada, y con justa razón, el señor es bueno, está cometiendo muchos errores pero es bueno
-Lo sé, Doris, por eso esto es tan difícil para mí... Todo sería diferente si él no pensara de un modo tan hiriente sobre el bebe...
-Dilo, acéptalo Victoria, dilo, todo estará bien -la alenta a aceptar su estado de una vez
-Mi bebe... Es mío...no necesita de nadie más -susurra finalmente aceptándolo
-Eso, eso es -le sonríe con cariño, transmitiéndole su apoyo incondicional
-Ya, ya estoy bien... ¿Eric dijo algo?
-Si, en 45 minutos está aquí
-Gracias -suspira aliviada, no quiere seguir en esa casa por mucho tiempo más
-¿Quieres algo de beber? ¿Te has tomado el ácido fólico?
-Sí, Doris, todas las mañanas, no soy tan inconsciente
-No, no lo eres, no digas eso
-Bueno
-¿Un té? -ofreció con cariño
-Sí, gracias
-¿Vamos a la cocina?
-No, tengo que terminar esta conversación... hoy
-Recuerda no alterarte
-Es difícil, tengo que hacerlo, Doris
-Lo sé, pequeña
Apenas Doris la dejó a solas, Matt hizo su ingreso en el cuarto de baño, había estado esperando con impaciencia a que estuviera sola, escuchando atentamente cada palabra de su conversación, estaba dolida, dolida por no haber recibido el apoyo que necesitaba en este momento tan importante de su vida.
Decidido se plantó frente a ella, Victoria seguía sentada junto al lavabo, tomando profundas respiraciones, su presencia siempre la alteraba, para bien o para mal. Matt la examinó detenidamente, sabía que estaba mal, es por eso que se acercó a ella y con ese semblante serio y decidido que lo caracteriza, la cargó con sumo cuidado hasta el cómodo sofá de su oficina. Su proximidad, su aroma, el que hace tanto no disfrutaba, lo llevaron a un impulsivo beso, solo duró unos segundos, ella quitó el rostro justo en el momento en que Doris discretamente le llevó su taza de té.
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El Contrato II: Rompiendo las reglas
RomanceTras vivir la noche que tanto tiempo evitó vivir, Victoria decidió que era hora de pasar la página, y para eso tenía a un hombre a su lado dispuesto a ayudarla. Las constantes desilusiones de sus seres queridos la llevaron a convertirse en una perso...