CAPÍTULO 29; "Todo lo que sabemos, es todo lo que somos"

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-¿Que hace tu mamá aquí? –preguntó Matt, deteniéndose de golpe

-Edward la trajo, no está de ningún lado, pero dirá la verdad

-¿Estás bien con que esté aquí?

Matt, se detuvo del todo y la observó con ojos preocupados a la espera de su respuesta.

-La verdad es que me gustaría no volver a verla en mi puta vida, pero no puedo hacer nada, Edward me pidió que confiara en el, supongo que es lo que debo hacer, el... me ha ayudad mucho últimamente

-Victoria, no le tienes que agradecer nada, el lo hace todo con un propósito –replica Matt, con la molestia reflejada en su rostro

-No necesito esto justo ahora, Matt

-Lo siento, tienes razón, entremos –señala la puerta al salón

-No, todavía no, ¿Cuánto nos queda? –se apresura a decir, Victoria, estaba aterrada

-Unos... 10 minutos –contesta tras revisar su reloj

-No quiero... no puedo, yo... -tartamudeó intentando explicarse

-Tranquila, tranquila, vamos a tomar un poco de aire... ¿está bien si voy contigo?

-Por favor...


Verla tan asustada no hacía más que provocarle esa necesidad de protegerla, sin pensarlo rodeó sus hombros y la alejó de las miradas de sus padres y de la entrada al tribunal. La llevó por un poco de aire fresco, su intención no era abrumarla con tanta cercanía, pero cuando intentó poner algo de distancia, ella se aferró a su cintura, rodeándolo con fuerza con ambos brazos, no dejando un solo centímetro de distancia entre sus cuerpos. Matt se sentía aliviado, ella también lo necesitaba. 5 minutos habían avanzado con facilidad y la hora de presentarse al juicio se acercaba

-Vic, preciosa, debemos entrar –susurró Matt con cariño

Aturdida ante su ternura, no pudo seguir conteniendo las ganas y alzó los brazos hasta el cuello de este hombre que tanta paciencia estaba teniendo con ella y estampó sus labios con fuerza contra los suyos. De inmediato obtuvo su respuesta, transformando el miedo y la tensión en pasión y necesidad, robando el aliento del otro, pidiendo en silencio que no acabara nunca...


-Victoria –toma distancia jadeante

-Ya... ya estoy lista, lo..lo siento

-No sientas nada, también te necesito

Confesó aferrando sus manos al delicado y triste rostro de Victoria, quien lo observaba con esos intensos que ese día estaban más oscuros que nunca.

-Desearía que no estuvieras aquí, no quiero que escuches toda la mierda que tengo que decir... -susurra apenada

-No te avergüences, Victoria, no conmigo

-Es que...

-Esta será la última vez que hablemos del tema, será la última vez que Alex se meta en nuestras vidas, la última

-Tengo que decirte algo, yo... se que te diste cuenta y...

-No –la corta

-¿Qué? Pero tengo que explicarte...

-Ahora quiero tu cabeza serena, no pienses en nada más, solo en ti, en sacar hasta la última palabra sobre ese desgraciado, eres todo lo que me importa en este momento, no quiero verte vulnerable, detesto verte así

-Matt yo...

-Te amo, Victoria

-Matt, yo tam...

El Contrato II: Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora