CAPÍTULO 7 "Decisiones"

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Tras esa extraña llamada le fue imposible volver a conciliar el sueño, cosa que la llevó al lugar en el que tanto pasaba sus horas cuando ella y Matt no se entendían en absoluto, el gimnasio. Con sus mallas de deporte y una sudadera gigante se encerró por tres horas completas, hasta que Matt fue por ella.

-¿Qué pasa? ¿Por qué esta aquí? –quiso saber con la preocupación reflejada en su rostro

-No podía dormir, es todo –contestó evitando su mirada

-¿Por qué no me despertaste? ¿Te encuentras bien? -se acercó a ella tomando su rostro entre sus manos

-Ahora solo estoy cansada –contestó alejándose del contacto de Matt

-Ven conmigo -le ofrece su mano

-Tengo que ver si Cami sigue durmiendo -vuelve a evitarlo

-Ya lo hice, sigue en la cama -la observa preocupado caminar por todo el lugar, solo para evitar que la toque

-Oh... entonces necesito una ducha -señala la salida

-Necesitas descansar, aun puedes dormir un par de horas

-¿Cómo? Lo dices como si tuviera algo que hacer

-Hoy veremos a tus amigos ¿recuerdas?

-Cierto, lo había olvidado... ¿iremos donde Sue?

-Sí, ella insistió en que almorzáramos en su apartamento

-Ok, ¿a qué hora tenemos que estar allí?

-11 de la mañana, aun quedan 3 horas, son a penas las 8am

-Ok

Seguía sin poder mirarlo a los ojos, prácticamente corrió a la salida para que no la tocara, se sentía extraña en la casa, por primera vez en mucho tiempo se sentía fuera de lugar, y ese sentimiento la estaba volviendo completamente loca.

A penas llegó a la habitación, cogió algo de ropa del vestidor y se encerró en el baño, aparentemente estar en la trotadora por dos horas no despejó su mente, Alex lo había conseguido, estaba nerviosa, no sabía qué era lo que quería de ella, en realidad nunca lo supo y no saberlo comienza a perturbarla.

Una hora más tarde salió, visiblemente lista para salir, pero el cansancio reflejado en su rostro comenzaba a preocupar a Matt, así que esta vez no le dio oportunidad de escapar. A penas dio un paso fuera del cuarto de baño la cargó en brazos hasta la cama y se posicionó sobre ella a horcajadas, dispuesto a averiguar qué era lo que le estaba pasando

-¡¿Que estás haciendo?! -soltó Victoria furiosa
-No vas a prohibirme que te toque, dime que es lo que te pasa, ahora -exigió un molesto Matt
-¿Tienes que ser tan bruto? ¡No me pasa nada! Y yo decido quien me toca y quién no –espetó muy enojada
-¿Nada? -era una terrible mentirosa, pensó Matt
-Bueno aparte de estar atrapada debajo de ti
-Si no tienes nada... entonces no habrá problema en que tengamos un poco de sexo antes de salir –soltó presionando su pelvis contra ella
-No quiero y no puedes obligarme –dijo muy segura de si misma
-¿Segura de eso? –volvió a presionarse contra ella, muy molesto
-Matt... no me obligues, por favor –susurró angustiada
-Nunca lo haría contra tu voluntad, mete eso en tu cabeza, no soy el –gruñó contra sus labios
-...anoche... el llamó –confesó conteniendo la respiración
-¡¿QUÉ?! –gritó
-...si –susurró Victoria, avergonzada
-¡Repítelo! -gritó furioso
-¡Alex me llamó anoche! -grito su respuesta
-¿Que te dijo? ¿Por qué no me despertaste? ¡Habla!
-¡Quieres dejar de gritarme de una puta vez!

Con la rabia a flor de piel, se quitó de encima y comenzó a caminar de un lado al otro alrededor de la cama

-¿Que fue lo que te dijo? Y no me mientas, eres terrible en ello
-"Eres mía", bla, bla, bla "iré por ti", es todo –suspiró frustrada
-¡¿ES TODO!? ¿Te parece poco? –gritó exasperado
-Ya no soy la estúpida niñita enamorada de antes, deja de hacer un escándalo de todo esto
-¿Un escándalo? ¿Es eso lo que mi preocupación representa para ti?

Frustrada por la dirección que estaba tomando la conversación saltó de la cama y lo enfrentó

-¡Claro que no!
-¿Entonces?
-Estás exagerando, fue solo una llamada, estas agrandando mucho las cosas
-Estoy exagerando... -repitió furioso
-Si, estás haciendo lo que él espera que hagas, enojarte, estamos discutiendo, eso es lo que él hace para conseguir lo que quiere, y cuando no nos hablemos va a aparecer
-Que bien lo conoces -suelta con amargura
-Para -susurra ofendida
-¿Por qué? -estaba realmente molesto
-Antes que digas algo de lo que te puedas arrepentir -le advierte triste por el tono acusador con el que le está hablando
-¿Te das cuenta de lo grave que es lo que ha sucedido?
-El es mi problema
-No, es nuestro problema
-¿Desde cuándo? –suelta con sarcasmo
-Desde que nos vamos a casar –responde como si fuera obvio
-Deja de decir eso
-No, ese imbécil no nos va a alejar, tienes prohibido acercarte a él
-¡Eres un estúpido!

Gritó furiosa antes de abandonar la habitación dando un fuerte portazo. Frustrada por lo sucedido y enojada por que se atreviera a prohibirle algo. Se dirigió hasta la habitación de su hermana, la observó por varios minutos antes de decidir acostarse junto a ella.

Dos horas más tarde, la pequeña voz de Cami, quien jugaba con el largo cabello de su hermana, la despertó

-Hola Cami -saluda con los ojos cerrados
-Tu cabello huele delicioso, pero te vas a enfermar, todavía esta mojado –la regaña con cariño
-Lo siento, ¿dormiste bien?
-Muuuy bien
-Escucha, iré a ver a Sue, ¿quieres venir?
-¿También va Max?
-Eh... no lo creo
-Pero yo quiero ver a Max ¿están enojados?
-Si Cami, me dijo cosas feas
-¿Pero por qué? No tiene que hacer esas cosas, es malo
-Lo sé, pero estará Dexter
-De acuerdo
-¿Te damos una ducha?
-Quiero que mi cabello huela delicioso, como el tuyo
-Esta bien, quédate aquí

El Contrato II: Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora