6. Comienzan las preguntas

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Me desperté ansiosa y con ganas de seguir durmiendo hasta las dos de la tarde, pero debía asistir a clases.

-Hija -oí a mama susurrar en la puerta de mi habitación.- despierta.

Sentí sus pasos acercándose y me dio un beso en la frente.

-Ya estaba despierta -le sonreí.

Sus cejas se fruncieron y pude ver la confusión en sus ojos.

-¿Por qué? ¿No dormiste bien?

-No lo sé, pero sí dormí.

Y mentí. Porque sí que sabía, y lo que me ocurría era que estaba nerviosa por lo que pasaría, estaba nerviosa por volver a ver a Theo. Y por involucrarme en su historia del futuro. Me había dedicado a pensar y pensar toda la maldita noche en él y el en futuro, aún no entendía nada y necesitaba que me dijera que todo era una pequeña broma.

Mamá se fue y comencé a vestirme y lavar mi rostro, intentando no mirar más el reloj en la espera de que la pequeña aguja apuntara al dos.
Mi jean negro y mi camisa azul me acompañaron al colegio.

Maldito colegio, ojalá te prendieran fuego.

Sus grandes puertas aparecieron delante de mí luego de la fastidiosa caminata diaria, y deseé quedarme fuera y no cruzar esa gigantezca entrada.

-¡Emily! -sentí un grito que prácticamente aturdió a todos los que estaban entrando al instituto como yo. Y volteé para ver a Vanessa corriendo hacia mí.

-Van, no estoy sorda.

Se detuvo frente a mí y entendí que mi mal humor se sentía a kilómetros porque sus ojos verdes inspeccionaron cada centímetro de mi rostro.

-Mal día, ¿querida? -sus labios se curvaron un poco.

¿La gente no entiende que cuando dicen eso el malhumor empeora?

-Sólo quiero seguir durmiendo como... Mil horas más -comencé a caminar hacia los casilleros y sentí sus pasos detrás de mí.

Los demás estudiantes seguían entrando y hablando entre ellos, todos en la espera de lo peor que nos podía suceder en el día; la puta campana que indicaba el comienzo.

-¿Cómo está tu madre?

Su pregunta me hizo recordar el día anterior, mamá enferma, supermercado, chico extraño, y el futuro.

No sé por qué pero me puse nerviosa a pesar de que ella no tenía ni idea de la existencia de Theo y esas cosas raras de su viaje al presente, o tal vez para él era el pasado.

O sea... Si viajas al pasado, ¿para tí es el presente o el pasado? Porque en realidad sí es el presente para los que estan viviendo allí.

-Mejor, creo -sonreí y abrí mi casillero mientras ella se recostaba en el de al lado.

-¡Chicas! -sentí la voz de Mel y luego la vi aparecer junto a mí saltando como una loca.

¿Quien diablos va sonriendo al colegio?

Ella, definitivamente ella sería la única persona en el mundo.

-¡Las extrañé! -nos abrazó a ambas y no pude evitar reír.

El timbre sonó y me dirigí sin ganas al salón, sería un día muy largo.

Todos comenzaron a sentarse, la profesora entró con su cara de odio de todos los días y quise morir del aburrimiento.

Mientras explicaba comencé a hacer líneas de colores en mi cuaderno para entretenerme, cualquier cosa sería mas entretenida que su explicación.

El chico del futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora