Pateando tu EGO

CAPÍTULO CINCO

Me desperté por los rayos de sol que inundaban la habitación, nah. Esta bien, me desperté por los estruendos de Lush life, lo lamento Zara pero creo que a la larga le cogeré un odio oculto a tu canción. Apague la alarma y vi la hora 5:00Am, así de temprano la ciudad estaba en penumbras.

Me acosté de nuevo para poder dormir otro ratito, tenía suficiente tiempo, algo se me pasaba pero igualmente cerre los ojos. No duré más de un minuto cuando me acordé que hoy era mi primer día en la universidad. Pegue un salto de la cama y me fui directo a la ducha. Después de un relajante baño de quince minutos, caí en cuenta de que no me había traído la ropa. "Bien hecho Brooke, eres tan inteligente".

Me dirigí al armario envuelta en una toalla, pensé en que no querria parecer ninguna puta ni nada por el estilo, deseaba que me respetarán, así no intentarían nada conmigo.
Me convencí por un Jean negro ajustado, con una camisa básica blanca que decía don't touch me or regret, junto con mis botines negros. Decidí dejarme el pelo suelto, me aplique un poco de maquillaje: rímel y brillo, eso era todo, no era una gran fanática de parecer un payaso.Tome los cuadernos y libros que estaban en el escritorio el primer día que llegue y los metí dentro de un morral negro con una calavera de piedras. Por precaución también cogí mi celular, los audífonos y un libro de bolsillo por si me aburría. Me decidí por "El retrato de Dorian Grey"

Cuando baje a desayunar ya se encontraban mi hermano y Deb hablando animadamente. Me acerqué a All, lo abrace por detrás dádole un sonoro beso en la mejilla.

-Buenos días grandulón, preparado para nuestro primer día en la universidad, por cierto no quiero que nadie sepa que tu eres mi hermano- le dije a All y tomé asiento al lado de Deb-  Hola Deb, ¿cómo estas?

-Hola querida, estoy muy bien, ¿quieres pancakes y bacon para desayunar?- preguntó Ana con una gran sonrisa.

-¡¡Siii!! amo el bacon-dije emocionada, de solo pensar en ese trocito de bacon crujiente, se me secaba la boca. Deb se levantó a servir mi desayuno sonriente como siempre.

-Pero pequeña, ¿por qué no quieres que sepan que somos hermanos?-dijo All con una carita de perrito regañado haciendo un pucherito. El muy maldito sabía que los pucheritos eran mi debilidad.

-Porque no quiero que todos me traten diferente, por la simple razón de que tengo un hermano súper protector y muy sexy- le dije a All con un guiño. No me agradaba la idea de que nadie se me acercara o lo más aterrador que todas las chicas se conglomerarán a mi alrededor. Quería dejar claro a los chicos por mi cuenta que yo no soy una regalada y a las hipócritas que les patearía los implantes si le hacen daño a All.

-Esta bien, pero si un gilipollas se pasa de la raya te juro que le quito los huevos- dijo All muy serio

- All por Dios los dos sabemos que me se defender sola, hasta mejor que tú- dije guiñandole un ojo, All solamente bufo y luego soltó un largo suspiro. Él y yo sabíamos que tenía razón.

Deb llegó con los tres desayunos, al parecer ella y All me estaban esperando para desayunar. Apenas Deb me entregó mi desayuno, comencé a deborarlo apenas masticando, es que estaba delicioso. Esta bien, la verdad es que estaba bastante nerviosa, no tenía una gran experiencia con el asunto de "convivir"

Cuando All y De  terminaron ya era hora de irnos si queríamos llegar a tiempo. Gavin se encontraba afuera esperándonos  con nuestros transportes.

-Bueno chicos nos vemos en la recepción, no se distraigan.-dijo Deb y luego se subió a su coche con Gavin como piloto.

-B, nos vemos allí.- dijo All arrancando su auto como un poseso, se notaba que le encantaba conducirlo. Lo digo por el grito que pegó a mitad de la avenida.