Dos enfermeras y el Dr. Alexander, allanan rápidamente la habitación. Yo solo tengo ojos para Brooke, deseo que sus bellos ojos vuelvan a abrirse, y me mire como solo ella sabe hacerlo.
-¿Qué sucede Damien?.-dice Alex acalorado.
-Su mano.-le respondo simplemente. Alexander dirige su mirada a nuestras manos entrelazadas y se da cuenta de lo que digo.
-¿Cuándo?-dice con un tono emocionado.
-Hace unos segundos.-con mi mano libre como un mechón de su pelo.
-Esto es bueno, muy bueno de echo. Significa que su cuerpo está respondiendo. Lo de la mano pudo ser un impulso muscular. Ella está tratando de despertar. No sé qué estabas haciendo, o que le dijiste, pero sigue haciéndolo.-dice Alex.
Con las enfermeras comienzan a revisar a Brooke y sus signos vitales. Lo más interesante fue que me pidieron si la podía soltar para revisarla, pero no podía. La mano de Brooke estaba agarrada demasiado fuerte, eso saco una grande sonrisa en mi rostro. Pero una mueca en la de las enfermeras, no me importó.
Le cambiaron el suero por uno nuevo, verificaron su equipo de respiración, algunas heridas. Alexander me informó que su hombro dislocado ya se había mejorado, al igual que su pierna, mañana mismo le quitarían el yeso. Todos salieron de la habitación al terminar, dejándome solo de nuevo con Brooke.
-¡Hey! Ninfa, no tienes ni idea de lo feliz que estoy en este momento. Sé que ya pronto vas a despertar, y podré besar otra vez tus hermosos labios, ver tu cálida sonrisa, y lo mejor de todo, que tus bellos ojos me deslumbren con su brillo. Mi pequeña, cuando alguien te hace una mejor persona, sabes que esa persona debe estar en tu vida. Y tú me haces mejor persona, por lo tanto te quiero en mi vida para siempre. No seamos un cuento,Seamos una historia.No seamos un tiempo,Seamos una eternidad.No seamos un sueño,Seamos una realidad. Ay Ángel, creo que estoy perdidamente enamorado de ti.-suspiro y me recuesto con la cabeza en la camilla.
-E-estas m-muy c-cursi.-dice una voz suave y débil. Levantó la vista y la veo, esos ojos verdes que tanto me gustan están mirándome aguados, una sonrisa pequeña se encuentra en su rostro.
Me levanto rápidamente y me lanzo a abrazarla, le doy besos por todo su rostro, hasta que llegó a sus labios, y le doy un suave beso, transmitiéndole todo el amor y la angustia que sentí. Me separo de ella y veo que está llorando, siento que por mi rostro se escurren unas cuantas lagrimas.
-Mi Ninfa, despertaste.-le digo con la voz ronca y ahogada.
-Q-quien no se d-despierta con esas p-palabras tan h-hermosas.-dice con esfuerzo y dolor.
-¡Shh!, no hables. Llamaré al doctor.-le digo con felicidad. Oprimo el botón de auxilio y en dos minutos Alexander se encuentra en la habitación.
Cuando ve a Brooke su cara es todo un poema.
-Brooke... Dios mío, despertaste.-dice aturdido.-¡Damien! Quítate ahora mismo, la estás aplastando.-dice en tono reprobatorio y preocupado.
Me levanto rápidamente y me paro a un lado, nuestras manos siguen entrelazadas aún. Alexander se acerca hasta Brooke y revisa sus constantes.
-¿Cómo te sientes?.-le pregunta suavemente.
-D-dolor, mucho d-dolor.-dice con palabras ahogadas.
-Entiendo, es normal en tu situación. Déjame te sirvo un poco de agua para que puedas hablar mejor, recuerda que tu cuerpo apenas se está despertando.-dice Alexander comprensivo.
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Pateando tu EGO
Teen FictionJamás me liberare de mi pasado, puede que perdones, superes, sigas a delante pero jamás olvidas. Aunque siempre hay una salida, nunca será contra la espada y la pared, sigue existiendo la opción de agacharte o hasta correr a un lado. Solo soy una ch...