CAPÍTULO ONCE

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<<Ya basta Brooke, ¿eres idiota o qué? Levántate. Recuerda "nunca muestres tu debilidad al enemigo">>, Calme mi respiración y lentamente me fui levantando, con paso tembloroso me encamine hacia la cocina, para hacer algo de comer.

No entiendo que me paso hace unos segundos, ¿cómo pude mostrarme tan débil?. Yo y mi instinto de ayudar, debí dejarlo desnudo e inconsciente en medio de la playa, eso hubiera sido top número uno en YouTube. Pero no, yo de bipolar que primero le pego una paliza y luego lo traigo a mi casa a curarlo. ¿Qué pasa conmigo? Bueno, lo que está hecho no se puede cambiar. Lo que si me quedo claro es que me voy a mostrar más fría que nunca, ya no mas ayudas. No puedo permitirme ninguna distracción, eso es imposible. Además él sigue siendo el mismo idiota de siempre, el mismo que se burla de los demás para hacerse notar, el mismo que tiene el ego mas grande del mundo, sigue siendo un imbecil.

Llego a la cocina y comienzo a sacar los ingredientes de la nevera, se me ocurrió que una pizza era lo mejor, a la mayoría le gusta y no me tomara tanto tiempo, ya tenía una masa hecha. 

PDV. Damien

¿Qué mierdas había acabado de hacer? Esa chiquilla de pacotilla estaba haciendo que algo en mi se despertara, pero eso no es posible, hace mucho que yo me convertí en una capa de hielo, alguien que no cree en el amor. ¿Cómo fue que pensé por un momento en besarla?, y lo peor de todo fue que estaba apunto de hacerle caso a mi conciencia y ella se apartó. Nadie nunca me había rechazado, y además me venció en combate. Jamás había perdido una pelea, aparte de las que hacia con...esa persona.

Esa estúpida niña me recuerda mucho a él. Tan valiente, entrometida, buena en el boxeo, irritante, que te deja sin palabras, bipolar, pero en lo que más se parecen es en que siempre tienen la razón, aunque doliera él siempre me decía la verdad, al igual que esa tal Brooke. La idea era no recordarlo, no quiero recordar todo ese sufrimiento. Necesito permanecer lo más alejado de esa niña, ella no será alguien que haga parte de mi vida. Solo una persona logró entenderme como nadie, y aunque se parezcan, ella no lo hará, porque yo me encargare de eso.

Lo que importaba en este momento, lo que mas me carcomía la cabeza era ¿por qué ella me trajo aquí?, ¿por qué me curo con tanta delicadeza?, ¿por qué en sus ojos se veía el arrepentimiento cuando me dijo que lo sentía?, demasiadas preguntas. No la entiendo, primero me engaña y me golpea hasta dejarme inconsciente, luego se arrepiente y me cura. Esta chica es todo un acertijo, y a mi no me gustan los acertijos.

Me levante de la cama con mucho cuidado, esas patadas mortales que me proporciono fueron impecables. Con mucho esfuerzo camine hacia alguna de las tres puertas de la habitación, gracias a los dioses le atine y era el baño. Tenía que admitir que esta casa era espectacular, los padres de esa niña debían ser muy ricos, si no la conociera diría que es una niña mimada de mami y papi...Aunque no la conozco.

Me quité la ropa lentamente, y comencé a desvendarme las heridas que Brooke había curado. Me impresiono bastante el hecho de que ya se estaban mejorando, esa rara crema que ella tenía, servía bastante bien. Me metí a la ducha y deje que el agua recorriera por todo mi cuerpo. Después de treinta minutos, envolví una toalla que se encontraba a un costado en mi cintura. Me di cuenta de que no tenía nada que ponerme, tal ves Brooke podría prestarme algo de su padre, no creo que él se de cuenta, con solo mirar este cuarto, me imagino que al padre no le faltara ropa.

Salí de la habitación de Brooke, y me tope con un gigantesco pasillo. Decidí irme por la izquierda, y al parecer mi instinto sigue intacto. Baje las grandísimas escaleras, y ahora es cuando me pregunto como fue que Brooke me pudo llevar hasta su habitación.
Mis fosas nasales se inundaron de un exquisito olor. Seguí ese delicioso aroma y me encontré con una gigantesca cocina, muy moderna. Lo que mas me llamo la atención fue Brooke, que se encontraba bailando muy animada, y debo decir que tenía un trasero de muerte. Lastimosamente mi espectáculo no duro mucho ya que se volteo y cuando me vio se le callo el cuchillo de la mano, me analizó de arriba a abajo y se puso mas roja que un tomate, pero luego se recuperó y se mostró seria.

Pateando tu EGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora