Tomé asiento a su lado y observé a mis pies sobre la tierra. Realmente no sabía porque me había acercado a ____. Hoy había estado comportándome muy extraño.
Algo dentro de mi pecho gritaba que le rodeara con mis brazos, consolándola. Mientras que otro gritaba que le protegiera de cualquier imbécil capaz de acercarse a ella.
-¿Qué quieres Wolff?- Cuestionó en un sollozo triste.
-Siendo sincero, ni la menor idea- Confesé.
-Si es así- Sorbió los mocos.- Vete entonces.
-¿Rompiste con tu novio?- Wow Nat, eres un verdadero genio; pensé sarcástico.
-¿Te importa esa información?, déjame pensarlo. ¡No!
Por un impulso extendí mis brazos y la rodeé con ellos, apretandola a mi con ¿ternura?, Ella, sin pensarlo dos veces, copió mi acción escondiendo su rostro en mi pecho. Se le observaba tan débil y delicada como una muñeca de porcelana.
-¿Por qué tú?¿Por qué justamente tú, Nat Wolff, tenías que aparecer de un segundo a otro en mi vida?- Sollozó.
-No lo sé- Respondí.
-No sabes nada. Eres un ignorante- Rió levemente, haciéndome sonreir pero la sonrisa se esfumó rápidamente.
No debo sonreír jamás.
-Tal vez lo sea- Acaricié su cabello ondeado.
-En algo pensamos igual- Habló con dificultad.- Mierda, ahora mi vida está jodida de verdad. La única persona que tenía en éste mundo era a Eduardo; y bueno a Angela.... pero es un caso diferente.
-¿Y tus padres?- Cuestioné confundido.
-Yo y mamá no tenemos una relación normal como todas las familias- Pausó.- Ella está todo el día y noche en el trabajo, y cuando no lo está, intercambiamos el mínimo de palabras posibles- Respiró.- Y bueno, papá... Alto, ¿Por qué diablos estoy hablando de mi vida contigo? Claramente te odio y tú no eres un chico que se interesa por los sentimientos de los demás. Actúas muy extraño este día.
Me quedé en silencio un largo tiempo. ____ estaba en lo cierto, yo jamás me sentía atraído por saber los problemas de los demás; si no que yo formaba los problemas día a día. Pero, ¿por qué con ella es diferente?
-Si quieres, puedo regresar por donde venía.- Dije levantándome de la banca.
Pero al intentar dar un pequeño paso para largárme, sentí un tirón en mi camisa.
-No, Wolff.... quédate- Volteé y le observé directamente a los ojos, al igual que ella.
Tenía ganas de tomar su rostro y presionar sus labios contra los míos... ¡Nat, ya basta con los pensamientos estúpidos y absurdos!
-Eres diferente a las otras chicas- Confesé tomando asiento, nuevamente.
-¿A qué te refieres con eso?
-A que no quieres solos sexo. Se puede ver en tus ojos que quieres ser amada y protegida por algien. Bajo esa gruesa capa de la extrovertida y fuerte ____, hay una chica tímida, temerosa y débil que no quiere salir a flote porque tiene miedo a lo que digan los demás.- Sus mejillas se ruborizaron.
-¿Realmente lo crees?- Preguntó bajando la mirada.
-¿Quieres un helado?- Musité cambiando rotundamente el tema de conversación.
-No tengo dinero. Además, el maquillaje de mis ojos debe estar todo corrido. Apuesto cinco dolares a que soy igual a un zombie en este momento.
-Si quieres, puedes ir a mi apartamente para limpiar tu rostro.- Sugerí.
-¿Qué? Estás bromeando- Golpeó mi brazo derecho con delicadeza, le miré.- ¿No bromeas?- Negué- En este caso, está bien- Dijo extrañada.
(...)
Al llegar nuevamente a casa, le indiqué donde se encontraba el baño y rápidamente desapareció de mi vista. Dejé las llaves sobre la mesa de vidrio que adornaba la sala de estar y me dirigí a mi habitación. Tomé la guitarra y comencé a hacer pequeños acordes con el instrumento, hasta que recordé como era la canción que había sacado días antes.
-" I have won the greatest prize
just to look into your eyes.
Never look away, I'll never leave this place.
If your still standing here, then I can see your face."-Canté un pedazo de la canción.-Linda canción- Oí la voz femenina de ____ desde el marco de la puerta.
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Espero que les gusté. No se olviden de votar y dejar sus comentarios, los cuales me encantaria leer. Los quiero y nos vemos luego.
Blue.-
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No te tengo miedo
Fanfiction- No quieres problemas conmigo,___(TA). Sal de mi camino.-Ordenó. -¿Quién te crees que eres para decirme que hacer?- Pregunté acercando mi rostro al suyo. *** - No, este chico necesita que alguien le enseñe a como debe comportarse. - ¿Quieres sufrir...