Capitulo X

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-¡____!

Una voz masculina y conocida gritó a mis espaldas, volteé y era...¿Nat?

-¿Eh?

-La enfermera pidió que te entregara esto...-Extendió su brazo para entregarme unos papeles- Documentos de tu estado antes.

-Claro, gracias- Viré un poco la mirada para encontrarme con una petrificada Gilo.- ¿Gilo?

-E...es.. N..Nat....Wo....Wolff...

-Actúas igual a Angela.

-¿Nos matará? -Susurró a mi oído.

-¡No seas tarada! Es Nat.-  Tomé las mejillas del chico y comencé a moverlas de un lado para otro.- ¿Ves?

-No vuelvas a hacer es -Musitó alejando ambas manos de golpe.

-¿Tú me lo dices?

Diablos, un momento somos "cercanos" para, al otro segundo, ser distantes. Somos infinitamente bipolares.

-¿Ves a alguien más hablando? -Me fulminó con aquellos ojos que matan a cualquiera.

-Callate Wolff. Solo no asustes a mi amiga.- Rodé mis ojos.

DIcho eso, dió media vuelta fríamente y se retiró de mi lado.

-¿Hace cuánto tiempo eres amiga de ese delincuente? -Preguntó Gilo como si nada.

-Primero que nada, no soy amiga de Wolff; y segundo, no es un delincuente, solo son rumores.

-Estás defendiendolo -Canturrió.

-No digas tonterías -Sonreí irónica.

-Por otro lado...- Esquivó el tema.- ¿Y Angela?, acostumbran a estar juntas...

-Discutimos.

-¿Otra vez? -Rodó los ojos- Siempre es lo mismo: amigas, discuten y amigas nuevamente -Realizó una breve pausa- ¡Oh mira!¡Ahí está! -Señaló a Angela sonriendo.- ¡Vamos!

-No creo que...

Cuando me dí cuenta de donde estaba en pie, reaccioné.

-¡Oye! -Exclamé enfadada.

-¡Angela!¡Meses que no te veía! -Gritó emocionada.

-¡Dios!¡No puedo creer que hayas vuelto!

Observé el momento en el que se abrazaron, para luego desviar la vista y me encontré con Julio sentado bajo un árbol mientras estudiaba una fórmula -O eso creí ya que usaba el texto de matemáticas.-

-¿Y en tu vida Angela?¿Te gusta alguien? -A veces Gilo podía ser demasiado directa.

-Hmmm... yo...- Observé como sus mejillas tomaban color.- Hay alguien...

-¿Quién? -Preguntó aún más intrigada, Gilo.

-N...Nat Wolff.

La miré sorprendida, estaba en lo cierto... pero ¿Nat?.. Sentí una punzada en el pecho, la pregunta a eso sería ¿Por qué?, nunca antes lo había experimentado.

-¡¿Wolff?! -Gritó.

-¡Baja la voz Gilo! -Angela tapó su boca para que se callase.

-¿Es eso verdad Angela?..- Pregunté ¿decepcionada?

-Sí y.. ____, no puedo enojarme contigo.. -Sonrió tiernamente para luego abrazarme.

(...)

Las clases fueron eternas, intenté no cruzarme con Julio y Nat y funcionó.

Recordé los momentos con Nat, luego lo ocurrido con Julio; y diablos, mi cerebro era un desastre.

-Cristian nos invitó a su fiesta, este Viernes.- Sonrió Sam.

-¿Hora? -Pregunté intrigada.

Digamos que adoraba las fiestas, con ellas olvidaba todo lo que ocurría a mi alrededor.

-Desde las ocho de la noche y más allá.

-Iré -Sonreí.

-También yo -Me siguió Angela.

Llegué a casa y no me asombré al no ver a mamá en casa, ya es costumbre. Subí las escaleras y me tiré sobre la cama, para caer en un profundo sueño.

Desperté y miré el reloj, 22: 32pm. Saldría a caminar, dormí una eternidad. Me coloqué mis converse, unos pantalones cortos y un gran poleron color rojo sin cierre.

Sigilosamente bajé las escaleras, realmente no tenía idea de porque, mamá no estaba en casa y supongo que Julio estaría aún en la biblioteca, con lo nerd que es, salí de la casa y comencé mi caminata nocturna.

El viento golpeaba mi rostro de una manera suave y relajante.

Cerré los ojos y me dejé llevar, sin darme cuenta donde me dirigía. Hasta que los abrí. Me encontraba en un horrible y maloliente callejón oscuro.

-Vaya, vaya... -Una voz masculina murmuró.- ¿Qué tenemos aquí?

Un chico alto y vulgar salió de una sombra que ocultaba su rostro.

-¿Qué quieres? -Interrogué neutra para que no se notara el miedo que recorría mi ser.

-Estás buena... -Musitó acercándose más.

Remojo sus labios, para luego, morder el inferior con deseo.

-Si que está buena... -Oí otra voz detrás mió.

Mi cuerpo comenzó a temblar, moría de temor, jamás me había ocurrido algo como eso.

No sabía que hacer y se podría decir que estaba rodeada por delicuentes, eran tres contra una.

-Piérdanse... -Hablé y me largué a correr con la esperanza de que ninguno me atrapara. Al correr por el lado de uno de ellos tomó firmemente mi cuello y me llevó hacia la parde, se sentía horrible.

-Nos perderemos dentro de tí, preciosa... -Dijo éste, se notaba que era el líder.

-Me das asco -Musité a penas audible, me tenía del cuello, recibía el mínimo de oxígeno posible en esos momentos.- Cerdo.

Sentí como aquel hombre comenzaba a tocar entre mis piernas, hasta subir a mis caderas y cintura. ¿Pero que diablos intentaba hacer conmigo? Sea lo que sea, no lo permitiría.

-¡Suéltame! -Intenté zafarme pero era imposible.

-Oh claro que no.. - Comenzó a tocar mi vientre plano y con lentitud subió, hasta alcanzar mis senos.- Nos divertiremos un rato.. -Dijo saboreando sus labios una vez más.

-Suéltame... por favor... -Supliqué.

-¡Jack!¡Inyéctala! -Ordenó al otro chico.

-Claro- Respondió otro, fué por algo extraño y luego volvió donde me encontraba.

-Nos vemos preciosa.

Mi cuerpo se debilitó al sentir como un frío liquido recorría todo mi organismo. Los ojos me pesaba, no podría aguantar tanto con éstos abiertos. Entonces, se cerraron, dejando que la oscuridad me invadiera.

****

Pobre rayita... Nat tienes que salvarla!

Angela ya confeso que le gusta Nat

Bueno espero que les haya gustado la primera parte de su sorpresa, el proximo lo subire mas tarde.

No olviden votar y comentar que les parece. Besos...

Blue.-

No te tengo miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora