Capitulo XI

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Narra Nat

Estaba en una fiesta con los chicos, hasta que dieron las 22:23pm y decidí irme, no quería sexo con alguna de las zorras que se encontraban allí.

-¿Te vas? -Me interrogó Josh en estado de ebriedad.

-Si, tengo cosas que hacer -Respondí.

-Bien, te pierdes a las chicas -Rió como estúpido a causa de las bebidas que ya habia tomado.

-Si, si... lo que digas -Me retiré.- Adiós. -Cerré la puerta.

Comencé a caminar sin rumbo, mirando hacia el cielo y despejando mi mente, pero se desvaneció en el momento en que oí gritar a alguien.

-¡Sueltame!

Inmediatamente mis oídos reconocieron aquella femenina voz.

____.

Aceleré mi paso hasta correr velozmente y logré visualizar un callejón. Estaba bastante oscuro, pero de allí provenían los gritos.

-Eso es... duerme preciosa... -Visualicé a un hombre, acorralando a ____ contra la parde y la tocaba. No sé como describir este sentimiento, pero me surgió una furia horrible  y corrí hacia éste para golpearle con toda mi fuerza su rostro.

-¡¿Qué hiciste, infeliz?! -Grité furioso.

-No te metas en esto, idiota -Me golpeó.

-¡Lo que hacías se llama abuso sexual! Imbécil -Golpee mil y un veces su rostro.

Busqué en mi pantalón y encontré lo que buscaba, una navaja.

-Haré algo que jamás olvidaras, inútil... -Agarré su camisa y comencé a deslizar la navaja por su cuello, dejaba de oír su respiración poco a poco, y al momento en que dejo de luchar contra mi y cayó al suelo. ¿Estaba muerto?, no claro que no, es solo una técnica que se aplica con la navaja.- ¿Quieren que ocurra lo mismo con ustedes? -Observé al otro par de imbéciles contemplando la escena- Mas vale que corran. -Los fulminé con la mirada y desaparecieron en cuestión de segundos.

Me dirigí a ____ que esperaba sobre el suelo, tenía el ceño fruncido y estaba profundamente dormida, me extrañaba, hace pocos minutos gritaba... ¡Le inyectaron algo!, mierda los imbéciles merecían morir.

Arreglé su vestimenta y la tomé en mis brazos, pensé en ir a un hospital, pero me preguntarían que había ocurrido y me preguntarían por el abusador, no podía decirles que le apliqué una técnica especial con una navaja... Luego, pensé en su casa, pero Julio o su madre podrían estar allí y no quería problemas. Opté por llevarla a mi casa, allí solo estaría mi madre -Probablemente dormida- y no le molestaría.

Llegué a casa, fui directamente a mi habitación y la recosté sobre mi cama. Luego le cubrí con una manta, divisé algunos moretones en sus muñecas, cintura y en su cuello... ¡Diablos!¡Infelices!...Llevé mis manos a mi rostro y pasandolas por mi cabello con frustración. ¿Por qué esto me afectaba tanto?¿Por qué no me puedo quitar de la cabeza a ____?, la observé. Me gustaría abrazarla y dormir a su lado en estos momentos, y a lo único que me dedico es a observarla.

Extraños síntomas ya habitaban en mi ser, ____ no salía de mi cabeza, me preocupaba bastante por ella, me entran celos cuando un chico está a su lado o se le acerca... pero no entendía el por qué, ella no es nada mío, ni siquiera amigos...

-¿N...Nat? -Susurró aún con sus ojos cerrados.

-¿Sí? -Levanté rápidamente la mirada.

-Nat.... ayúdame... no te vayas... -Susurraba, ¿Una pesadilla?

.No, no me iré, estoy aquí contigo -Tomé su mano.

Se tranquilizó. Comencé a sentir seca mi garganta y me dirigí a la cocina por un vaso de jugo, para mi sorpresa, mamá se encontraba allí.

-¿Mamá? -Musité atónito.- No sabía que estabas en pie.

-Hago la cena...

Ambos cenamos extremadamente tarde la mayoria de las veces, ya que mamá despierta de vez en cuando y tarde, mientras hay veces en las que me digno a esperarla y nunca despierta.

-No debes esforzarte -Pasé mis brazos por los suyos para quitarle el utensilio de cocina.- Si quieres yo continúo...

-Descuida, tú debes encargarte de la chica que se encuentra en tu habitación -Rodó los ojos, a lo que solté una carcajada.- ¿De qué te ríes?

-Lo estás malinterpretando. Surgió un problema, la encontré con unas herids en un callejón oscuro, tres chicos abusaban de ella. Además, es solo una compañera del instituto -Dije con un hilo de voz las últimas palabras.

-¡Dios! ¿Está bien? -Preguntó alarmada.

-Si, está reposando sobre mi cama dormida por algo desconocido que le dieron esos inútiles. Probablemente la anestesiaron.

-Que alivio... -Dijo con su mano en el corazón.- Nat, debes decirle a su familia.

-Su hermanastro me odia y por lo que sé, su madre jamás está en casa...

-Yo puedo ir a su casa a charlar...

-¡No! -Grité- Lo siento, lo que ocurre es que no estás en las condiciones...

-Vamos Nat, actúas como mi padre cuando tenía tu edad -Rió levemente.

-Aún así... le marcaré a Julio de su móvil, no te preocupes. -Sonreí- ¿Me alcanzas el jugo? -Cuestioné, ya que estaba a centímetros del frizzer.

-Claro -Abrió el congelador y quitó el jugo, lo vació en un vaso.- Ten.

-Gracias -Sonreí.

Por cierto, con la única persona en el mundo con la que sonrío es mi madre.

-Iré a ver como se encuentra... -Dí la vuelta y la ví de pie en la puerta de la cocina.- ____...

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Bueno aqui esta el tercer capitulo del dia de hoy, espero que les haya gustado la sorpresa.

No se olviden de votar y dejar sus comentarios. Los quiero y nos vemos pronto.

Blue.-

No te tengo miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora