-¿Qué canción?- Balbuceé dejando el instrumento musical a un lado.
-Estúpido- Rió- No te hagas. Tienes... tienes una linda voz- Musitó evitando mi mirada.
-Vamos por el helado- Dije mientras intentaba dejar aquel tema de la canción de lado.
-Es la segunda vez que desvías el tema- Frunció.- ¿Es cierto que crees que soy diferente a las demás chicas?
-Ahá...- La miré directo a sus ojos.- Ya te lo he dicho- Hablé algo frío.
-Agh, comenzabas a caerme bien y lo has arruinado- Rodó los ojos.- Quiero ir a casa.
-¡Haz lo que quieras!
Narras tú.
La imagen de Nat se fue dispersando. Iba a llorar, como la estúpida que soy. Él musitó exactamente las mismas palabras de Eduardo al romper.
-Lo siento- Susurró.
Dí la media vuelta y corrí donde el se encontraba; ahora, de pie. Golpeé su pecho con debilidad.
-Idiota- Le insulté gritando.- Te odio.
-Baja la voz.
-¡No lo haré!- Dije más fuerte.
-Mi madre duerme y no está bien de salud.
-De todos modos eres un imbécil.
Continué golpeando su cuerpo, pero una de sus grandes manos impidió que continuara con está acción. Tiró de ésta con delicadeza, así, pegándome a su pecho.
Aún continuaba llorando.
-Lo siento, no fue mi intención hacer que recordaras tu ruptura con el tal Eduardo.
En ese momento, subí la mirada y me encontré con sus hermosos ojos color verde, observándome. Luego bajé a sus labios rosado. Por un impulso, me acerqué a su rostro con el fin de besarle; y fue en ese segundo, cuando sentí su respiración chocar contra mi nariz, me alejé de él por el sonido de un móvil.
-Ahm... lo siento, iré a casa. Adiós Wolff- Dije rápidamente, largándome de su hogar.
(...)
Ví a mamá bebiendo de una taza de café en la sala de estar mientras observaba televisión. Creo que veía Friends. Irónico, ella es bastante seria y disfruta de programas de humor.
-¿Dónde estabas?- Cuestionó fría.
-En casa de un amigo.- Mentí. ¿Amigo? jamás.
-¿Por qué hasta tan tarde?- Mamá dijo.
-No te importa. Ahora, si me disculpas debo ir a realizar mi tarea- Musité y subí las escaleras.
Al entrar a mi habitación, me tiré pesadamente sobre la cama y comencé a derramar lágrimas. Todo ocurrió tan rápido. Demasiados sentimientos en un puto mismo día.
Primero, los ojos verde de Nat, que, como un laberinto, hace perderme en ellos.
Segundo, su hermosa y brillante sonrisa. Tercero, mi ruptura con Eduardo. La cual, ahora estoy sufriendo.
Lo extraño.
Y por último, la casi-unión de labios entre Nat y yo.
¿Cómo un chico malo puede hacerme sentir un nudo en el estómago? Es extraño. Cuando se me acercó en el parque, creí que se burlaría de mi o que se pondría a discutir conmigo. Pero no. Él me abrazó y me dió... cariño. Y ahora, al visualizar sus labios rosadas tan cerca de mi, me dieron ansias de besarlo. Estás bien ____, muy, muy bien.
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Espero que les haya gustado mucho, no olviden agregarlo a su lista de lectura, comenten si les gusto y voten. Los quiero y los vere luego.
Blue.-
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No te tengo miedo
Fanfiction- No quieres problemas conmigo,___(TA). Sal de mi camino.-Ordenó. -¿Quién te crees que eres para decirme que hacer?- Pregunté acercando mi rostro al suyo. *** - No, este chico necesita que alguien le enseñe a como debe comportarse. - ¿Quieres sufrir...