Capitulo XII

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Narras Tú.

Desperté adolorida sobre la cama de alguien.

Por un momento me alarmé, pero al examinar la habitación con completa atención se me hizo automáticamente familiar: era la habitación de Nat.

Mis mejillas comenzaron a tomar color, pues, ¿Cómo había llegado allí? Solo tenía memoria del escalofrío que recorrió mi espina dorsal en aquel callejón oscuro.

Me incorporé con precaución y al no encontrar a Nat en el cuarto, me dí por dado el hecho de buscarlo por su casa. Las muñecas, el cuello y mi cintura, fueron víctimas de golpes. Debía tener unos feos moretones.

Escuché voces provenientes de algún lugar de la casa. Una distinguí.

Dulce, ronca y segura al mismo tiempo.

Nat.

La otra era una mujer, obviamente, pero no una niñata de quince o dieciséis años, si no que mayor. Un ataue de celos me inundó y cuando me paré en el marco de la puerta de la cocina, comprobé que era una fémina con los rasgos similares a los de Nat.

-Vamos Nat, actúas como mi padre cuando tenía tu edad -Rió ella.

-Aún así... le marcaré a Julio a su celular, no te preocupes -Sonrió.

¡Alto!¡Sonrió!¡Nuevamente, sonrió!

-¿Me alcanzas el jugo? -Preguntó.

-Claro -abrió el refrigerador y quitó el jugo, lo vació en un vaso.- Ten.

-Gracias. -Sonrió nuevamente, esto ya era escalofriante... -Iré a ver como se encuentra... -Dío la vuelta y me observó unos segundos- ____...

-Hola... -Saludé algo tímida elevando mi mano.- Demonios... -Susurré, el dolor era insoportable.

-¡Mi niña! -Exclamó la señora- ¿Te encuentras bien? -Preguntó preocupada acercándose hacia mi.

-No del todo -Confesé- Tengo adoloridas las muñecas, mi cuello y la cintura. -Nat se acercó a mi.

-No deberías haberte levantado... -Susurró.

-No sabía donde estabas y... bueno creí que me encontraba sola... -Dije nerviosa.

-Mamá. -Dijo Nat, como no lo supe antes, era su madre.- Deberías ir a descansar... yo seguiré con la cena, luego la llevo a tu habitación.

-Claro... -Susurró y sonrió pícara.- Te espero Nat... y adiós ¿...?

-____ -Intenté sonreír.

-____ -Guiñó un ojo y se retiró.

-Lamento haberte traído a mi casa sin avisar.

-No te preocupes... ¿Qué... qué ocurrió con esos delincuentes?...

-Es un secreto -Frunció el ceño.

-Oh, vale, lo siento. -Rodé los ojos.- Creo que debo regresar a casa, Julio... se preocupará por mí...

Claramente no se preocuparía por mi nunca, pero era bastante incómodo estar bajo el mismo techo que Nat Wolff.

-Estás mal ____. Creo que lo mejor será que te quedes aqui ésta noche.

-Wolff...

-Nat. -Me corrigió.

-Nat, yo soy una carga en estos momentos -Moví mi cuello lo que hizo que el dolor aumentara.- Mierda... -Susurré adolorida.

-Ven, descansa... -Dirigió su mirada al suelo y me rodeo por las caderas, ya que por la cintura abundaban los moretones.

-¿Cómo haré para ir al Instituto mañana? -Pregunté volteando, su respiración chocaba contra la mía y miraba atentamente a sus ojos, al igual que él a mi.

-T...Te puedo prestar mi ropa, algún polerón o algo... -Desvió la mirada y se alejó un poco.

-Te agradezco. -Desvié mi mirada hacia el suelo.- Odio que seas tú el que me encontró en ese momento, en este estado, pero después de todo, debo agradecerte... -Sonreí- Van tres veces que me subes el ánimo Wolff. -Sonrió, su sonrisa era simplemente hermosa, es extraño que nunca realice ésta acción en el Instituto.

-No hay de qué. -Llegamos a su habitación.

-Nat, ¿Dónde descansaré ésta noche? -Pregunté.

-Aqui. -Dijo serio. Vaya, ¡¿Era cierto?!, primera vez que dormiría en la habitación de un chico, no soy como las otras zorras de mi instituto que van de habitación en habitación por sexo.

-¿Hablas en serio? -Lo miré seria.

-Sí. -Dijo algo frío pero no de mala manera.

-¿Y tú?, ésta es tu habitación... no me gustaría molestarte...

-Armaré una cama en el suelo... -Dijo mientras se ponía en pie, por cierto, estábamos sentados en su cama.

-No... yo dormiré en el suelo, tu duerme en tu cama. -Sonreí.

-No estas en las condiciones, duerme allí. -Dijo serio.

Finalmente opté por rendirme y en el momento de apagar las luces- Hace unas dos horas- debía dormir, pero fue imposible... y aún continuo despierta.

-¿Nat estás dormido? -Pregunté. Dios, que tonta, obviamente estaba dormido.

-No... -Recibí una respuesta, ¿Él tampoco podía dormir?

-Tengo miedo... -Solté, realmente tenía un temor horrible ¿Y si esos delincuentes me seguían mañana?

-Descuida, no ocurrirá nada. Mañana iré contigo, intentaré ir contigo todas las mañanas si es necesario.

Aquellas palabras lograron ruborizarme, ¿Realmente Nat había mencionado eso?...

-Sube... -Dí media vuelta para observarlo a los ojos, me miró sorprendido.

-No... no es correcto... -Frunció el ceño.

-No haremos nada malo -Me ruboricé- ¿Qué cosas piensas? -Reí- es solo... ¿Si entran por la ventana? -Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-No ocurrirá nada...

-Nat... -Mis ojos se cristalizaron.- Por favor... -Me contempló durante unos segundos.

-Está bien... -Susurró y subió a la cama, me corrí un poco y entro en ella.

-Gracias... -Una lágrima hizo un viaje turístico por mi mejilla, lo del callejón me tenía realmente mal.

-No llores... -Se dio media vuelta y pasó su pulgar por la lágrima en mi mejilla.- Nada ocurrirá mientras estés conmigo, ____.

****

Uyyy Nat y rayita juntos y sin pelear... muy lindo no es así...

Como siento que ustedes son unas amigas que comparten mi amor por Nat, quisiera que nos conocieramos mas.... en los comentarios diganme de donde son y cuantos años tienen y tambien si quieren saber algo de mí dejen sus preguntas que en el proximo cap las respondere.

Bueno espero que les haya gustado, no se olviden de votar y de comentar. Los quiero y nos vemos pronto.

Blue.-

No te tengo miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora