Capitulo IX

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-¿Por qué?- Interrogué confundido.

-Lo que... lo que ocurre es que....-Tartamudeó.- Estaba algo extraña ésta mañana... luego de su charla...

-En ese caso- Le miré a los ojos- solo quería socializar con ella.

-¿Con ella?¿Por qué?, nunca te creí interesado en más personas además de tu "pandilla".

-Solo charlabamos un tiempo corto.

-Y terminó enamorada de ti -Susurró poco audible, pero alcancé a oír.

-¿Qué?

-N...No...nada...

-Te oí. "Y terminó enamorada de ti"- Imité su voz- No hables estupideces, el amor no existe- Fruncí el ceño- Solo son mentiras, engaños y sentimientos falsos.

-No es verdad.- Su voz se tornó fría- Eduardo me amó- Sus ojos perdieron brillo- Si existe, si existe- Musitó repetidas veces.

Comenzaba a asustarme.

-____...- No me tomó en cuenta- ¡____! ¡Despierta!- Sacudí su cuerpo con cuidado.

La observé directamente a los ojos, llenos de oscuridad, soledad y tristeza. Cuando hicieron contactos los ojos de ella con los míos, cambió todo, ella estaba conciente y sus ojos nuevamente retomaban aquel brillo hechizante...

-Lo siento- Bajó la mirada- No estoy bien con todo esto, y tú no deberías saber nada... eres la persona a quien más odio en el Instituto...- De alguna u otra manera, esas últimas palabras hirieron mis sentimientos.

-¿Me odias?

-Sí -Dijo fría- Nat, puedes retirarte.

Narras Tú.

Algo extraño ocurría conmigo, me tornaba fría cada cinco segundos, odiaba la vida, todo. Ya no era la chica alegre y "tierna" de un principio. Pareciera que no tenía ningún sentimiento estas últimas horas. Pero claro que los tenía, era cierto que la ruptura con Eduardo me había afectado -Realmente le amaba- pero la vida continúa. Sentía que había perdido todo en la vida, que nada tenía sentido luego de eso. Intentaría volver a ser la chica alegre, divertida y tierna que era anteriormente, antes de conocer a Nat y romper con Eduardo.

-Está bien. Adios ____(ta)- Se despidió.

Nat, aniquilando mis pensamientos.

-Hasta luego.... Wolff- Musité cuando se retiró de la habitación.

¿Realmente Nat Wolff da miedo? con toda honestidad del mundo... ¿Es lo que todos creen que es?

Me levanté de la camilla y al instante me sentí mareada. Toqué mi cabeza con delicadeza, y noté un leve levantamiento cerca de la nuca. Con la fuerza que me quedaba, me dirigí a clase.

Lentamente me acercaba más y más al salón, y a los segundos antes de tocar la puerta logré sentir el tacto de unos fuertes brazos en mi cintura.

-¿Qué te ocurre?...-Reconocí esa voz, Julio.

-Nada.

-Me tenías preocupado -Me volteó para mirarle a los ojos color chocolate que tenía.

-¿Tú?¿Preocupado por mi?, no lo creo -Reí con ironía.- Eres un fastidio para mi y yo soy una carga para ti. Vamos, el sentimiento de odio es mutuo.

-Yo no te odio ____.

-Entonces, ¿Por qué siempre estás fastidiándome?

-¿No es algo que los hermanos suelen hacer?

-Si, pero...

-Solo quiero que me aceptes como tu hermano, ____.

-Imposible -Dije fría.

-¿O cómo algo más?- Se acercó más hasta que logró mezclar nuestras respiraciones.

-Ju...Julio...

Tocó la campana. ¡Gracias milagroso receso!

-Y...Yo... debo irme...- Me alejé un poco.- ¡Receso! -Informé nerviosa.- Nos vemos J...Julio...- Tartamudeé y me fui corriendo de aquel lugar.

¡¿Qué diablos?! ¡Julio me quería violar! Okay no, pero... ¿Qué demonios quería?...¿Qué diablos intentaba? Mierda, tengo un jodido conjunto de preguntas en mi cabeza.

-¡____!- Oí a mis espaldas. Diablos, ¡¿No puedo estar sola?!

-¿Eh? -Volteé y me encontré con una agradable sorpresa.- ¡Gilo!

-¡Décafas que no nos veíamos!- Exclamo.

-¡Sí!¿Cómo es Francia?¿Hay chicos guapos?¿Estás de novia con alguien?- Elevé mis cejas repetidas veces.

-Primero -Enumeró con sus dedos- Sí, Francia es precioso. Segundo, si demasiados franceses, a veces demasiado sexys -Reí- Y por último, no. Prefiero seguir con mi vida de soltera -Sonrió- ¿Y qué hay de tí?

-¿Qué hay de mi, que? -Interrogué confusa.

-¿Cómo vas con Eduardo?

Sentía que caería de rodillas al frío suelo en cualquier momento.

-Yo... rompí con él.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! Era buen chico, guapo y sabía cocinar...

-Se besó con Katie, la perra de mi instituto anterior.

-¿Katie?¿Tu "enemiga"?

-Exacto.

-Dios... nunca creí eso de Eduardo... -Frunció el ceño- y... ¿Hay algún chico? -Sonrió pícara

-¿Crees que pueda haber alguno? -Reí irónca- Acabo de salir de una larga relación, Gilo.

-¿Pero... nadie te atrae?...

-Ahm...

-¡____(ta)! -Una voz masculina y conocida gritó a mis espaldas.

Me volteé rápidamente.

****

¿Quién será? las dejo con la duda porque soy bien malota hahaha ok not funny.

Que opinan de lo que hizo Julio!!!

Ahhh y se me olvido en el capítulo anterior responder mi propia pregunta... mi canción favorita es the greatest prize.

Bueno espero que les guste y nos vemos pronto, los quiero.

Blue.-

No te tengo miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora