Él estaba ahí, observando la misma fotografía que Ashton había visto antes. Volteó la mirada y quedé estática, él tenía una sonrisa llena de deseo y picardía.
Intenté encender la luz para mas claridad pero por el temblor que yacía en mi cuerpo, se me fue imposible.
-Buenas noches hermosa -Habló-. ¿No me saludarás? -Cuestionó minutos luego al ver que no respondía.
-Déjame... en paz... -Musité en un hilo de voz. En éstas circunstancias emitir algo es muy difícil.
-¿Qué? ¿Cómo quieres eso hermosa si aún no eres mía? -Se acercó con el ceño fruncido a mí.
Mis piernas eran débiles. Sentía que caería en cualquier momento; pero si lo hacía, él aprovecharía la situación.
-Vete Eduardo. No quiero nada contigo ahora. Lo nuestro ya es historia. -Articulé con un tono de voz duro. ¿De dónde saqué las fuerzas para decir aquello?.
-Y la reconstruiremos -Se acercó aún más-. ¿No te gustaría?¿Recuerdas los lindos tiempos en que ambos nos amábamos?
-No. Olvidé todo lo relacionado contigo.
Cada vez los escasos centímetros entre nosotros iban desapareciendo con más rapidez. Él me aterrorizaba, no sabía de lo que era capaz de hacer, pero seguramente haría todo.
Estaba sin protección en éstos momentos. Yo era débil en comparación a un hombre como Eduardo. Él era el capitán del equipo de lucha, por lo tanto, tenía más fuerza que nadie en éste horrible momento.
Miles de pensamientos horribles se adueñaron de mi mente. Él podría violarme, asesinarme, raptarme o quizás qué; ya que Nat no estaba a mi lado en éstos momentos.
Le necesitaba. Quería que estuviera a mi lado, abrazándome, protegiéndome de todos éstos problemas.
-¿No recuerdas aquella noche en la fiesta de Breeze? -Interrumpió mis pensamientos.
-No -Mentí.
-Bueno, allí fue donde pedí que fueras mi novia. Recuerdo que tu aceptaste y tus ojos brillaban. Típica niñita enamorada.
-¡Vete de una maldita vez Eduardo! -Le grité.
Me fulminó con la mirada y rápidamente corrió a mí, tomando mis muñecas con sus fuertes manos.
-Me lastimas -Susurré débil.
Lágrimas bajaron lentamente por mis rosadas mejillas. Cada vez el temor aumentaba y mis fuerzas se hacían más nulas.
-Eso no importa ahora -Sonrió pícaro entre la oscuridad-. Serás mía en éste instante -Eduardo dijo acariciando mi cabeza. Me sentí sucia.
-Déjame en paz... -Sollocé. Comenzó a tocar entre mis temblorosos muslos.No podía hacer nada más que usar mi boca, y la haría útil ahora. Grité.
-¡Silencio! -Gritó él, furioso.
-Vete -Murmuré.
Cerré mis ojos con fuerza, dejé mis oídos sordos. Segundos luego, sentí como Eduardo quitaba sus manos de mis muñecas y muslos, y unos fuertes brazos me rodeaban por la cintura.
Podía reconocer su aroma. Nat.
-Tranquila. Ya estoy aquí ____ -Susurró a mi oído con delicadeza mientras se alejaba unos centímetros para observarme directamente a los ojos.
Los de él brillaban como siempre, pero los míos debían estar opacos, rojos y cristalizados.
-¡¿Qué mierda haces imbécil?! -Gritó Eduardo a un metro de distancia, estaba sobre el suelo pero inmediatamente se colocó en pie.
-No la toques -Nat dijo con furor.
-¿Y quién te crees tú que eres para ordenarme? -Rió irónico-. Hijo de perra.
Eduardo, al decir aquellas últimas palabras se abalanzó sobre Nat, golpeándolo fuertemente con sus puños y piernas.
Observé horrorizada la película que tenía frente a mis ojos. El labio de Nat comenzaba a sangrar, pero bastó solo unos segundos para que él se defendiera.
Finalmente, Eduardo quitó una afilada navaja de sus vaqueros y señaló a Nat con ésta.
-¡Basta! -Grité entre lágrimas.
El psicópata de Eduardo concentró su mirada en mi, y Wolff, al notar lo que su oponente hacía, lo lanzó lejos, aprovechando de la situación.
-Fuera de la habitación _____. Yo terminaré esto -Musitó Nat mirándome a los ojos. Se veía sincero, como la primera vez que observé a ese laberinto de color café.
Dos meses atrás.
Flashback.
Dí la media vuelta y me estrellé contra un torso fuerte, pero cálido. Estuve a punto de caer y cerré los ojos, en cuanto sentí una mano en mi cintura.
Abrí lentamente los ojos & me encontré con los de él. Tenían un brillo único y de un hermoso e intenso color café.
Nunca antes había notado sus ojos... Nat tenía sus globos oculares que te dejaban hipnotizada y atrapada dentro de ellos, como un laberinto de color café.
-Ahm... -Logré articular, volteando la mirada. Todos nos observaban atentos.
-Eh, disculpa -Me soltó y recuperé el equilibrio
-G..Gracias Wolff -Me ruboricé para luego dar la media vuelta.
Fin flashback.
-No puedo Nat. No te dejaré solo en éstas situaciones, yo soy fuerte... -Murmuré.
-No en éstas circunstancias _____ -Se levantó con dificultad-. Ve abajo y marca a los chicos; ellos te cuidarán.
-No, no te dejaré aquí solo -Sollocé-. Estaré contigo en ésto.
-Estaré bien, lo prometo -Acarició mi mejilla.
****
No puedo creer que ya se acerca el final, espero que pasaran un año nuevo increíble y que este 2016 sea mil veces mejor que el 2015. Si les gusto el capitulo, escriban en los comentarios que les pareció y votar si les gusto. Los quiero mucho y nos vemos pronto.
Blue.-
ESTÁS LEYENDO
No te tengo miedo
Fiksi Penggemar- No quieres problemas conmigo,___(TA). Sal de mi camino.-Ordenó. -¿Quién te crees que eres para decirme que hacer?- Pregunté acercando mi rostro al suyo. *** - No, este chico necesita que alguien le enseñe a como debe comportarse. - ¿Quieres sufrir...