El toque de timbre indicó que todos los estudiantes debían abandonar la institución, mi única conversación en el día había sido con aquel chico del corredor.. cuando me informó, - escasamente- lo que ocurría con los chicos.
Tomé mis libros y me dirigí al casillero para guardarlos.
-______ -Oí a mis espaldas, lo ignoré, no quería hablar con él- ¡Joder _____ te estoy hablando! -Exclamó furioso.
-¡¿Qué demonios quieres?! -Cuestioné a gritos- ¡No quiero hablar con ninguno de ustedes!
-Creeme que nosotros tampoco queremos hablar contigo luego de lo que dijiste a nuestras espaldas. -¿De qué hablaba?
-¿Qué mier*da dije ahora?
-Claro, haste la tonta. -Musitó con fastidio- Sabes muy bien lo que dijiste ____.
-¡Joder chicos! -Se unió una tercera voz- ¡Estas formando un escándalo! -Gritó, reconocería aquella voz dulce donde fuera, pero ahora, se encontraba cargada de odio- Nat vámonos. Los chicos nos esperan fuera.
-No iré a ningún lugar sin que antes me diga al rostro aquellas horribles e hirientes palabras que dijo a nuestras espaldas.
-Escucha Na.. Wolff. -Mordí mi lengua para que su nombre no se fugara de mis labios- No tengo ni la menor idea de que hablas y Gilo, ¿Qué diablos sucedió contigo?
-Cosas que no deberían de importarte.. después de todo, ¿Qué importamos nosotros?, somos una carga. -Rió irónica, ¿Qué?, no, ellos no eran una carga para mí.. es más, amaba poseerlos a mi lado, pero ahora estaba cabreada, aún, por lo de Nat- Nat rápido, quedarme en el mismísimo lugar donde se encuentra una "traidora" a la que odio, no es muy cómodo.
-Ustedes no son.. -Alto, ¿Dijo "traidora a la que odio"?
-Llegaremos tarde. -Completó Gilo tomando de la camisa a Nat.
Me quedé allí observando como ambos se retiraban y a los otros estudiantes dejar el lugar, dejándome sola. Lágrimas resbalaron por mis mejillas, había logrado contenerlas, pero ahora ¿Cómo?, Gilo me había dicho que ella y los chicos eran una carga para mí.. cosa que no es verdad, solo lo había dicho una vez, en receso, hace unos días cuando estaba enfadada con todos -Aunque aún era así, pero no como antes, ¿Lo habría oído?. Además.. ¿Traidora?, jamás los traicionaría, nunca.
Sequé mis lágrimas deseando que esto jamás hubiese ocurrido, deseando que Nat nunca hubiera aparecido en mi vida.. así todo sería como antes, exceptuando a Eduardo, habría terminado con él de una u otra manera. Ahora Gilo me odiaba y mi vida diaria, cada vez se parecía más a aquella historia que le leí a Phoebe, solo que sus amigos fallecían en vez de enfadarse con Kendall.. pero ella se quedaba sola, sin nadie, hasta el momento donde uno de sus difuntos amigos, Christopher, se le acerca para musitarle las más bonitas frases que pueden existir, llenas de hermosos recuerdos.
-¿Qué tal estás hoy _____? -Sonrió Amelia.
-Horrible. -Contesté seca.
-¿Qué ocurrió?
-Un extraño cambio, eso ocurre. Mis dos mejores amigas ahora me odian y el chico al que.. amo, debe de odiarme también junto con su bolita de amigos. -Pausé- Además, ahora todos son temidos por los demás. -Suspiré- No asisto una semana completa a clases y me pierdo de todo, ahora están con la idea de que son una carga para mí, cosa que es totalmente falsa.
-Lo siento.. -Se disculpó.
-Descuida, yo al principio no les hablé, supongo que algo de culpa debo poseer.
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No te tengo miedo
Fanfiction- No quieres problemas conmigo,___(TA). Sal de mi camino.-Ordenó. -¿Quién te crees que eres para decirme que hacer?- Pregunté acercando mi rostro al suyo. *** - No, este chico necesita que alguien le enseñe a como debe comportarse. - ¿Quieres sufrir...