Capitulo XVIII

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Entonces desperté.

-Supongo que... no hay de que. -Respondí algo confundido y frio.

Narras tú.

Comencé a observar a través del vidrio, Londres era hermoso.

-Nat... -Dije volteando.

-Dime. -Respondió algo frio.

-Tengo dudas, demasiadas para ser exacta.

-¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

-Son sobre ti -Confesé.

-No tengo problema en responder a tus preguntas. -Su mirada penetró la mía.

-¿Quién es realmente "Nat Wolff"? -Pregunté sin rodeos. No emitió palabra alguna durante unos segundos.

-Un chico normal de dieciocho años...

-No eres normal.

-¿Entonces?

-Bueno, según toda la preparatoria eres un abusador sexual, asesino, rebelde...

-¿Y tú les crees? -Frunció el ceño- odio los estúpidos rumores.

-No, no creo aquellas estupideces luego de enterarme de tu pasado.

-Mario es un bocón. -Hizo una mueca y el "London Eye" dejo de moverse.

-Pueden bajar. -Avisó el chico que controlaba la atracción.

Nat y yo bajamos de aquel globo y nos dirigimos donde se debían encontrar Angela con Julio, habíamos tardado más de la cuenta y seguramente estarían preocupados por ambos.

-¡Allí están! -Exclamó Angela al vernos llegar.

-____.. -Julio frunció el ceño- ¿Dónde estabas?

-Lo siento, quería divertirme...

-Descuida, si es por eso, no te preocupes. -Sonrió- ¿Quieres subir a otra atracción o deseas ir a casa?

-Opción dos por favor. -Reí- Me encuentro algo agotada...

-Está bien, adiós Angela. -Saludó con la mano.

-Hasta luego. -Sonrió mi amiga- Hablamos en clase mañana, ____.

-Claro. -Sonreí.

Tomamos un taxi -nuevamente- para así, llegar rápidamente a casa. Al llegar, Julio se me adelantó y pagó el vehiculo -Lo odio por eso- y nos dirigimos cada uno a su habitación.

Tiré mi pequeño bolso rosa pálido a el suelo y me recosté en la cama con la vestimenta que había usado ésta noche, sin antes quitarla de mi cuerpo, me dormí profundamente.

Al despertar, ví la hora y marcaban las 7:55 am. -¡Mierda! -logré articular, iba llegando tarde a la preparatoria.

Me levanté rápidamente, me adentré en el cuarto de baño y me dí una ducha rápida; al salir coloqué mi atuendo sobre mi cuerpo y tomé mi cabello con una coleta, dejando algunos cabellos rebeldes a los lados.

-¡Rápido Marco, voy minutos tarde! -Grité ya en el vehiculo.

-Claro. -Dijo y el automóvil comenzó a moverse.

Marco estacionó el vehiculo fuera de la institución y bajé rápidamente de éste, en el momento en que entré y estuve a punto de resbalar pero no fue asi, por suerte. Corrí al aula 2ª -Ya que la primera hora pertenecía a Historia Universal- y toqué la puerta.

No te tengo miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora