Stockholm Syndrome. Niall Horan. Novela Gay.

Capitulo 8: Invadiendo Italia.

Capitulo 8: Invadiendo Italia.

"Narra Niall" Nos estábamos preparando para la invasión a Italia, en menos de una hora mi hermano y yo acompañados por varios hombres tomaríamos varios vuelos rumbo a Italia. Estábamos en un aeropuerto improvisado por así decirlo, ya que este era solo para aviones de nuestra propiedad, pero no era legal ni estaba diseñado para ser un aeropuerto del todo, pero era suficiente para despegar nuestros aviones y llenarlos con nuestras cargas sin ser molestados.

Cada uno de los hombres cargaba una mochila con un pequeño paquete de armas para protección y después subían a un avión.

-Muy bien esta es una misión muy importante- dijo Greg- tomaremos venganza a los asesinos de mi padre y su antiguo jefe.

-Está de sobra decir que esta será una pelea muy difícil y tal vez varias personas no regresen aquí con vida- les dije.

-Pero si todos siguen el plan al pie de la letra puede salir bien- dijo Greg.

-Para empezar Greg escogerá a 5 de ustedes para que lo sigan directamente- les dije- y yo escogeré a otros 5 para que hagan lo mismo pero conmigo. ¡¿Esta claro?!

Todos los hombres respondieron a gritos positivamente.

-Y para quienes regresen aquí vivos tendrán un bono de 50 000 euros- dijo Greg- así que yo lucharía por mi vida.

Todos terminamos de subir todo lo necesario y después todos los aviones empezaron a despegar uno por uno, la invasión a Italia estaba comenzando.

"Narra Ángelo" -¿Qué me estás diciendo?- le pregunte aun sin creer sus palabras.

-Que es hora de que te enseñes a disparar un arma- dijo mi padre que aun tenia alzada su mano ofreciendo el arma de fuego.

-No gracias- le dije- eso no es lo mío.

-Claro que si- me dijo mi papá- lo llevas en la sangre. Yo aprendí por mi papá a los 15 años y mi papá por su papá a los 14. Ya te tardaste en aprender.

-Sí pero eso no es lo mío- le dije- no me gusta usar esas cosas.

-Esas son estupideces- dijo mi padre- ahora mismo vas a aprender.

Entonces mi padre me obligo a que tomara la pistola, yo la soltaba muchas veces para que esta callera al suelo, pero era en vano porque mi papá no se cansaba de recoger el arma y ponerla otra vez en mi mano.

-¿No te vas a cansar verdad?- le pregunte.

-No- me dijo mi papá- hoy aprendes porque aprendes. Ya sea por las buenas o por las malas.

Solté un bufido y con algo de miedo (creo que mi mano temblando hacía notarlo) tome el arma plateada.

-Bien- dijo mi papá- ahora quiero que mires detrás de ti.

Me di la media vuelta y pude ver a varios metros muchas botellas de vidrio y latas de aluminio apiladas en una cerca, tal y como se vería en esas típicas películas de vaqueros.

-Quiero que apuntes y derribes todas las latas y botellas- dijo mi papá- esto es lo básico con lo que uno comienza.

-¿Qué debo de hacer?- pregunte- ¿hay algún truco?

-Solo ten mucha paciencia- dijo mi papá- y apunta muy bien. Respira hondo y no te dejes intimidar.

Solté un suspiro y comencé a apuntar hacia las latas, mi mano me temblaba demasiado y no hacía falta decir que me daba miedo presionar el gatillo.

-¡Vamos Ángelo solo presiona ese gatillo!- dijo mi papá en voz alta.

Sin darme cuenta presione el gatillo y de alguna manera sentí como algo me empujaba al suelo y caí. Solo vi como mi padre mi miraba.