35. Reconciliación y perdón

220 16 8
                                    

Al día siguiente en clase no nos molestábamos si quiera en hablar, desde aquella noticia todos estábamos como... apagados, sin ánimos de hacer nada.

-¿Os pasa algo, grupo 1?-preguntó Azucena acercándose a nosotros.

-Nada, señorita-contestó Reiji por todos.

La profesora se nos quedó mirando durante unos instantes-Pues no parece que sea nada... Mira, tal vez no os pueda ayudar, pero, yo también he tenido una infancia dura, ¿sabéis?-

-Ya empezamos con sus sermones sin sentido-susurró María Nen.

-Pero os diré un consejo que os servirá para toda la vida-continuó ella-Somos como códigos de barras. Si no hacéis caso de los que os digo, os echaré una maldición griega. Para más ayuda podéis ver mi vídeo en youtube si queréis-

-Gracias por su ayuda, pero no gracias-respondió Reiji ya con sudores en la frente sólo de pensarlo.

En ese momento sonó el timbre.

Suspiré-Salvados con la campana...-

La tutora se alejó de nosotros-Podéis iros, chicos-

Toda la clase comenzó a irse y en menos de 20 segundos ya no quedaba nadie en clase. Sólo Shu, Reiji, María Nen, Luisa, María y yo. Que tardábamos más en recoger por la depresión que llevábamos encima.

En cuando me dispuse a salir de la clase, alguien me tomó de la mano por detrás impidiéndome caminar

Era Shu.

-Nerea, ¿podemos hablar?-


Esperamos a que todos se fueran de la clase ya que la hora del recreo.

Tome asiento en un pupitre mientras tanto. Shu permanecía a unos dos metros de mí con la mirada baja y de brazos cruzados.

-Perdón por cómo me comporté ayer y hoy-

Subí la cabeza para mirarle a los ojos sorprendida

-¿Por qué estabas así?-

El chico tomó una breve pausa-Te vi a ti abrazada con Subaru ese día-

Hice memoria. "Así que esa presencia que sentía observándonos era él... eso lo explica todo" me dije.

Shu suspiró y fue caminando lentamente hasta mí-Y cuando me enteré que Subaru y tú erais los únicos que sabíais de esto, ya lo comprendí todo. Tal vez sea demasiado celoso...-

Reí ligeramente-¿Tal vez?-

-Vale, sí, lo soy-

Dejó de caminar cuando llegó hasta mí. Y se colocó de pie entre mis piernas.

Me tomó de la cintura para acercarme a él hasta tal punto que notaba su aliento en mi boca.

-¿Podrás perdonarme?-susurró acercando su rostro al mío.

Sin poder contenerme por mucho más tiempo, le rodeé el cuello con mis brazos y asentí rápidamente con la cabeza para poder volver a sentir sus labios de nuevo.

El respondió de la misma forma abriendo su boca para dejar paso a mi lengua. Mientras tanto, metió sus manos por dentro de mi camisa y fue rozando sus nudillos y dedos suavemente por la espalda, lo que hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.

Shu rió tras mi reacción-¡Qué mona!-

Me sonrojé tras sus palabras sin saber qué decir. Así que, para "vengarme", desabroché su aparato electrónico del cuello dejándolo sobre la mesa y retiré el cuello de su camisa para acercarme a su cuello y darle tiernos besos en su piel.

Al mismo tiempo escuchaba los gemidos de este, lo que me motivaba a continuar mientras el seguía haciéndome cosquilleos por la espalda.

De repente sacó sus manos de mi camisa y me tomó de los hombros separándome bruscamente-¡Oye! Como sigas así al final no me voy a poder controlar-

Me acerqué a él con una divertida sonrisa en el rostro-Esa era la idea-

Shu sonrió pícaro-No sabía que fueran tan mala-

Me encogí de hombros-Tengo mis momentos-

Shu miró al rededor para asegurarse de que nadie nos había visto en ningún momento. Suspiró y se acercó a mi de nuevo para volverme a meter la camisa por dentro de la falda.

Me sonrojé muchísimo al notar sus manos por aquella zona, pero el no se dio ni cuenta hasta que terminó de colocármela y vio mi rostro.

Se separó de golpe.

-Lo-Lo siento-se disculpó alejándose de mí vergonzoso. Se dio media vuelta para que no le mirase.

Sonreí por su tierna acción. Cogí su aparato electrónico y me acerqué a él por detrás para atárselo de nuevo en el cuello.

-¡Qué mono!-repetí.

Al terminar de colocárselo le abracé por detrás-Estoy tan feliz de que ya no estés enfadado conmigo-

El chico tomó una de mis manos que tenía en su abdomen, se dio media vuelta para mirarme a la cara y me besó la mano que el sostenía. A continuación la pasó hasta su pecho.

Yo le miré confusa y vergonzosa al mismo tiempo.

-Recuerda que, por muy enfadado que esté, da igual como me comporte, nunca voy a dejar de sentir lo que siento y he sentido por ti-

Mi corazón se encogió tras esas preciosas palabras y sonreí en el acto-Lo recordaré-

El tomó mi rostro con sus manos para poder darme un último beso en los labios.


10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora