30. La casa abandonada (parte 4)

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Azusa y María Nen estaban buscando por los alrededores de la casa, en este momento estaban en la terraza.

-¿¡Pero qué es esto!?-se quejó la chica mientras hacía zoom a la imagen de su móvil-¡No se entiende nada! Es como si estuviera... ¿inventado?-

-No creo que eso sea posible-dijo Azusa mientras rebuscaba entre los arbustos-Ayato no es muy buena persona, pero seguro que no sería capaz de hacernos una broma de tan mal gusto-

Ella se acercó a él curiosa-¿Necesitas ayuda?-

-No, tranquila-

Pero no sirvió de nada. Antes de responder ella ya se había arrodillado junto a él buscando entre los arbustos alguna pista.

Azusa se sonrojó en cuanto se dio cuenta de su demasiada cercana presencia."¿Por qué me sonrojo ahora?" se preguntó el chico "Cuando me ha abrazado tantas veces y me pongo nervioso ahora... ¡Qué estupidez!".

Y mientras que Azusa estaba perdido en sus pensamientos, María Nen accidentalmente rozó su mano con la del chico, esto fue lo que le hizo volver a la realidad dándose cuenta de la situación.

El la miró a los ojos y María Nen comenzó a ponerse nerviosa.

-Lo siento...-se disculpó la chica intentando evitar su mirada.

Y, en cuanto se dispuso a seguir con su trabajo retirando la mano, Azusa la sujetó de la muñeca antes e que pudiera continuar. Tomó aire, "Es ahora o nunca" se dijo. La miró a los ojos.

-María Nen, me gustas-

Ella abrió los ojos incrédula-¿Cómo?-

Azusa bajó la mirada y suspiró-Sabía que dirías eso...-

La chica, dándose cuenta de lo borde que había quedado (cosa que no suele ser muy habitual), se maldijo internamente y se dispuso a hablar.

-Explícate-

Viendo un rayo de esperanza, el chico continuó-Desde el primer día que te vi lo sentí. Llámame cursi, pero fue como amor a primera vista-

-Vale, sí que es cursi-admitió ella.

El rió ligeramente tras su comentario-Pero es cierto... Nunca había sentido esto por nadie, creo que es la primera vez que me enamoro de verdad. A pesar de lo fría que estas a veces conmigo... que eso me gusta aún más-

-¿¡Cómo que te gusta!?-interrumpió confusa.

-Te recuerdo que me gusta sufrir...-

-¡Ah! Cierto... Lo normal. Sigue-

-Y... bueno, a pesar eso y todos mis defectos, que no son pocos, siempre has estado a mi lado apoyándome y haciéndome compañía, como aquella vez en el hospital-

María Nen se contuvo y asintió permitiendo a este continuar.

-Y bueno... parecía evidente a los ojos de los demás, pero no a los tuyos-dijo moviendo la mano que sujetaba su muñeca para entrelazar los dedos con los suyos-Te quiero-

María Nen volvió a abrir los ojos totalmente perpleja. Ya se confesó antes, pero ahora mismo se veía con mucha más seguridad. Iba completamente en serio.

Azusa cogió aire y se dejó llevar por al menos una vez. Acercó la mano que tenía libre a su cara para, a continuación, acariciar su mejilla. Pasó un mechón por detrás de su oreja, aprovechando eso para acercar su rostro. Se fue acercando a ella poco a poco, inclinando la cabeza y cerrando los ojos preparándose para lo que venía.

Pero, viendo la intención del chico, ella rápidamente retrocedió.

-Yo...-interrumpió ella.

Azusa se alejó para dejarla hablar, pero sin retirar la mano de su cabello.

-Yo... yo también te quiero, Azusa... Pero no del mismo modo...-

María Nen se acercó de nuevo para darle un beso en la mejilla-Lo siento-

Y, dicho esto, se levantó para marcharse. Pero no pudo hacerlo, Azusa todavía no le había soltado la mano.

María Nen se giró confusa.

-Por favor-dijo el chico-Reflexiona sobre lo que te he dicho-

La chica se quedó mirándole durante unos instantes.

Tenía el ceño fruncido, y en sus ojos sólo se podía ver dolor. Como si todo su esfuerzo no hubiera servido de nada. María Nen se sintió realmente mal, cuando se confesó sólo se paró a pensar en sí misma y en su mente cerrada, y no en los sentimientos del chico. Siempre le había estado acompañando y ayudando en todo momento. Siempre le defendió de todo y le ayudó en los malos tragos, fue él quien le salvó del incendio.

A la chica se le encogió el corazón. Pero aún así hizo un esfuerzo por sonreír.

-Lo haré-

   

10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora