10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)

20. De campamento (parte 3)

-Menos mal que no fue nada grave-dije en la finca de Yuma.

-Sí...-respondió Luisa-Además con María Nen no le pasará nada-

-¡No pongáis esas caras tan largas!-interrumpió Yuma-¿No escuchasteis a la doctora? ¡Azusa está bien! Y además tiene compañía. Y sois mis invitados ¡Así que vamos a pasarlo bien!-

-Estoy de acuerdo-dijo Kanato-Vamos haciendo la fogata-

Mientras tanto Ayato y Alicia estaban paseando cerca del río no muy lejos de allí.

-¿Con quién dormirás en la tienda de campaña?-le preguntó Ayato mientras iban paseando dados de la mano.

-Con María y Luisa-

-Te podrías pasar por mi tienda si te aburres, ¿eh?-le propuso con mirada picarona.

-Tranquilo, te aseguro que eso no va a pasar. No te hagas ilusiones-

-Está bien...-

Pasó un buen rato los dos paseando sin que ninguno dijera nada.

-Entonces...-interrumpió Ayato-Al menos dame un beso de buenas noches-

Alicia suspiró-Está bien, pero en la mejilla-

Ayato colocó su mejilla para recibir el beso, pero cuando Alicia ya tenía los labios preparados, este giró la cabeza para recibir el beso en los labios.

-¡Eh!-se quejó ella.

El se encogió de hombros-No ha sido tu primera vez-

-Ya, pero nos pueden ver-respondió mirando a los alrededores.

-¡Y eso qué más da!-se quejó él.

En ese momento Ayato se acercó a Alicia cogiéndola de la cintura.

-¿Quieres que continuemos con lo de la última vez?-le susurró en el oído.

-¿Cómo?-preguntó Alicia confusa pero nerviosa a la vez de tenerlo tan cerca.

-Cuando nos pilló el director-dijo mientras colocaba pequeños besos por su cuello.

A Alicia le recorrió un escalofrío por toda la espina dorsal al sentir aquello que no había sentido nunca.

-Ayato...-decía ella en bajo dejándose llevar-Para... nos pueden ver...-

Pero el no hizo caso. Estaba demasiado ocupado.

Ella no se quejó hasta que de repente sintió cómo le absorbía la piel del cuello para dejarle un chupetón.

-Ayato, no, para-insistía ella cada vez más intentando separarse de él-En serio. Nos van a ver-

Pero era inútil.

Y, de repente, encontró su única salida.

Ayato se encontraba justo detrás del río. Así que, con mucho esfuerzo, consiguió empujarle para hacerle caer en él.

Una vez Ayato salió del agua, se quedó por unos instantes mirándola molesto.

-Vale...-admitió él-Me lo merecía.

-El karma-añadió Alicia encogiéndose de hombros.

Los dos volvieron donde se encontraban los demás.

-¿Pero qué os ha pasado?-preguntó Ruki.

-Un accidente, ¿verdad, Ayato?-dijo Alicia dándole un disimulado codazo.

-¡Oh...! Sí, me resbalé y caí al río-

-¡Pobre!-exclamó María-¡Con el frío que hace!-

-¿Quieres que yo te caliente?-le preguntó Laito extendiéndo los brazos.

-No hace falta, gracias-respondió sarcásticamente alejándose de él.

-Anda, acompáñame-le dijo Yuma a Ayato-Haber si en la finca hay algo que te pueda dejar-