21. El nuevo trabajo de Kou

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Al día siguiente, lunes, estábamos Luisa, María, Alicia y yo hablando por el pasillo hablando de todos los acontecimientos del fin de semana.

-Yo en verdad me lo pasé muy bien, en mi vida tuve un finde así-confesé.

-Yo tampoco-añadió Luisa.

-Ni yo-dijo Alicia.

Las tres nos quedamos mirando a María un rato esperando su respuesta, pero no parecía con ganas de contestar.

-María... ¿y tú con Laito...?-preguntó Alicia.

-¿Se resolvieron las cosas?-completó Luisa.

-No-respondió cruzándose de brazos-Ese niño es un auténtico gilip*****-

-Pues, María, yo te digo lo mismo: hay más peces en el mar-dije

-Es que es eso-siguió Alicia-Si ese no sabe apreciarte es que es tonto-

-¡Oh! ¡Tía!-exclamó María emocionada dándole un abrazo.

-Es que es verdad-dijo Luisa-Es un imbécil al no saber valorarte. Si tienes que amar a alguien, que te acepte tal y como eres-

-¡Qué profundo!-exclamé.

En ese momento todas nos quedamos bloqueadas mirando una figura detrás de Alicia que estaba empezando a acercarse demasiado a ella. Abrazándola por detrás y colocando un beso en su cuello.

-¡¡¡Ah!!!-gritó Alicia del sobresalto-¡¡¡Ayato!!!-

-No grites así-le susurró Ayato al oído sin soltarla colocando un beso en su oreja después-Podrías llamar la atención-

-¡Pues no hagas esas cosas delante de todo el colegio!-dijo intentando quitar las manos de este de su cintura.

Ayato, viendo que tenía razón, la liberó después de haberle colocado otro beso en la mejilla y cogerla de la mano.

-Bueno, ¿de qué hablabais, chicas?-preguntó este cambiando de tema.

-De tu simpático hermano-respondió María cruzándose los brazos de nuevo-Un hombre muy gracioso-

-¡Oh! ¡Sí que lo es!-respondió él irónicamente-Pero no dejes que las apariencias te engañen-

-¿A qué te refieres?-preguntó Luisa con curiosidad.

-Puede que os parezca extraño, y creedme, lo es hasta para mí. Pero... en  mi vida le había visto tan colado por una tía-

-Vale, si que suena extraño-admití.

-No lo entiendo-dijo Alicia intentando asimilar la información.

-Como habéis podido comprobar, el es un adicto al sexo demasiado ciego como para pararse a pensar si de verdad sentía algo por la mujer que se estuviera tirando en ese momento. Pero, desde que te conoció a ti, María, el se ha estado resistiendo más de lo habitual. El antes lo hacía por puro capricho, ahora por necesidad, porque lo suyo es una auténtica enfermedad-

María mantenía la mirada fija en Ayato con los ojos abiertos como platos.

-Llevo toda mi vida con él y es la primera vez que le he visto así-continuó Ayato-Si decides rendirte está bien, lo entiendo perfectamente. Pero si le das una oportunidad, comprobarás que no miento, y que lo que digo es cierto-

María se quedó pensando un rato antes de responder.

-Sí... tal vez tengas razón...-

Ayato iba a continuar cuando fue interrumpido por alguien que le rodeó con un brazo y con el otro a Alicia. Era HAR.

10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora