13. El impacto

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Era viernes de esa misma semana.

María iba pensando sola en sus cosas mientras cruzaba el pasillo.

Tenía muy en mente a Laito, respecto a aquel beso. No le paraba de dar vueltas una y otra vez pensando en cómo debería actuar ante su presencia después de aquello. Pensó que lo mejor sería actuar como si nada hubiera pasado.

En el pasillo no había nadie, ya que habían acabado las clases porque era la hora de comer y ella se detuvo hablando con un profesor.

Pero, de pronto, aquel intenso silencio se vio cortado por unos extraños sonidos.

María se detuvo de un susto. "WTF...? ¿Se puede sabes qué es eso?" se dijo.

Pensó que no sería nada, así que siguió caminando.

Pero esos sonidos fueron intensificándose más.

Se volvió a detener confusa. "¿Esa...no es la voz de Laito?" se preguntó.

Pensaba que tanto darle vueltas al beso le hacía escuchar cosas extrañas, pero no parecía ser así.

Curiosa, se acercó de donde provenían los ruidos.

Era un aula, aparentemente vacía. Pero ella, al asomarse disimuladamente, vio a Laito de espaldas sentado en una de las mesas.

"¡Laito!" se dijo "Ahí está. Quizás esta sea una buena oportunidad para saludarle como si no hubiera pasado nada y demostrarle que aquello no me importó en absoluto, aunque realmente no fuera así...".

Respiró profundamente para quitarse los nervios de encima y se dispuso a entrar.

Pero justo al abrir la puerta, se dio cuenta de la presencia de alguien más junto a él...

¡Era Elsa!

Y estaba sentada encima de él. Al menos eso aparentaba...

Y los ruidos que se escuchaban eran los gemidos de estos dos.

María estaba literalmente en blanco, su sangre ya no corría por sus venas. Estaba hecha de cera.

No soportaba ver aquello. No quería mirar. Quería salir corriendo de allí. Pero estaba en tal estado de shock que no podía moverse, ni si quiera parpadear.

-Laito...-decía Elsa entre gemidos-No... no me gusta por detrás. Duele...-

-Me gusta así-respondió él-Me gusta ver esa expresión de dolor en tu cara-

Cada segundo que veía María de aquello, más ganas le daba de irse. Pero es que no podía.

Pero no tardaron mucho en darse cuenta de la presencia de la espectadora.

-¡Eh!-exclamó Elsa-¿Te importa? Estamos ocupados-

Laito se volteó. Al ver a María su rostro pasó de ser de placer a ser de sorpresa.

-¡María...!-exclamó él.

Ver la cara de Laito le dio suficientes ganas de irse a María para no ver su cara que, finalmente, pudo salir corriendo.

-¡María, espera!-gritaba Laito.

Pero María no se detuvo. Siguió corriendo como si estuviera en una maratón sin saber a dónde ir.

Estaba comiendo con las chicas de tanto esperar a María, estaba tardando demasiado.

-Oye, en serio, me está empezando a preocupar-dije-¿Dónde puede estar María?-

-No sé-dijo Luisa-Yo la vi hablando con un profesor y ella me hizo señas de que nos fuéramos yendo-

-Bueno, no pasa nada-nos tranquilizó María Nen-Vamos a buscarla después de comer y la acompañamos a que coma después-

10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora