10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)

20. De campamento (parte 2)

Estábamos todos en la sala de espera, tan preocupados y asustados que nadie hablaba.

Yuma daba de la mano a Sofía para tranquilizarla, y Ayato rodeaba con el brazo a Alicia.

Tras un largo rato de espera, apareció una doctora. Al verla todos nos pusimos en pie rápidamente.

-Está bien-dijo la mujer-No es nada grave-

Tras oír eso, todos suspiramos de alivio a la vez.

-Sólo es un pequeño corte, pero si perdió el conocimiento por tal pequeña herida es por anemia. Y yo no diría que eso sea precisamente normal-

Nos miramos entre nosotros confusos.

-Mejor que os lo diga él-

La señora nos llevó a la sala.

Al abrir la puerta, ahí lo vimos, tendido en la cama con el suero y el tubito de oxígeno.

Al vernos se le iluminaron los ojos-¡Chicos!-

-¡Azusa!-exclamó María Nen lanzándose a darle un abrazo.

-¿María Nen?-

-¡No me hagas esto! ¡Joder!-dijo con los ojos llorosos-¡Me habías asustado!-

Azusa no se lo podía creer, pero, aún así, le recibió el abrazo.

-Tranquila, estoy bien-dijo acariciándole el pelo.

Todos no colocamos a su alrededor.

-¿Azusa?-le preguntó la doctora-¿No tienes algo que contarles?-

-Sí...-Azusa se separó de María Nen y se dirigió a nosotros-Siento no habéroslo contado, pero... en verdad tenía miedo de que no me aceptarais con este defecto, bueno, yo diría enfermedad-

-¿Cómo?-preguntó Kou.

Azusa suspiró-La razón por la que tengo anemia es porque... me corto-

...

-¿Eh?-preguntó Laito.

-Me corto, soy masoquista-

-¿Cómo que te cortas?-preguntó Kanato.

-Cuando era niño, sólo tenía 3 amigos, aunque... yo no los llamaría amigos precisamente, me trataban fatal. Pero era lo único que tenía, así que los llamaba así. Un día, ya harto de su comportamiento hacia mí, les amenacé con cortarme. Y ellos, asustados, salieron corriendo. Desde ese momento descubrí que me gustaba el dolor y ser atormentado, porque me recordaba a esos felices tiempos-

-¡Pero no te cortes por eso!-exclamó María Nen-Es malísimo para tu salud-

-¿¡Y cómo sé yo qué está bien o qué está mal!?-exclamó indignado-Me recuerda a mi pasado. El resto no importa-

-También es sociópata-añadió la doctora.

-¿Qué es eso?-pregunté.

-No sabe distinguir entre el bien y el mal, eso puede conllevar a que cometa delios sin mala intención, cosa que, por suerte, todavía no ha hecho-

-Joder, tío...-exclamó Kou-Cualquiera diría que eres una caja de sorpresas-

Azusa se rió débilmente.

María Nen le miró preocupada.

-No me importa. No me importan tus defectos, sean cuales sean. Si eres un enfermo, si te cortas... Me da igual. Yo siempre te querré tal y como eres-

-Gracias-respondió este conmovido dirigiéndose a nosotros-Y gracias a vosotros, chicos. En mi vida había sido tan feliz-

-¡No pasa nada!-exclamó Kanato.

-Para eso están los amigos-añadió Ruki.

Reiji fue sacando el pañuelo de su bolsillo para secarse las lágrimas.

-No nos emocionemos, ¿eh?-le advirtió Kou.

-No puedo evitarlo-respondió Reiji entre sollozos-Es todo tan hermoso-

-¡Venga!-exclamó Yuma extendiendo los brazos-¡Abrazo colectivo!-

Y todos nos abrazamos alrededor de Azusa, todos menos Subaru.

-Subaru, ¿no te unes?-le preguntó Alicia.

Este se cruzó de brazos.

-No pienso hacer una cosa tan ridícula como esa-

-¡Vamos!-exclamó Yuma tirándole del brazo-¡Deja de quejarte!-

Y Subaru fue forzado a unirse al abrazo.

Pero en ese enternecedor momento, la doctora interrumpió aclarándose la garganta.

-Ejem... siento interrumpiros, pero me temo que no podéis quedaros todos-

-¿¡Cómo!?-exclamó Kanato-¡No le dejaremos!-

-Chicos, no pasa nada. Podéis iros-dijo Azusa-No me perdonaría que os perdierais la acampada por mí-

-No lo íbamos a hacer de todas formas, tranquilo-dijo Ayato.

Laito le dio un codazo tras su comentario.

-Yo me quedaré contigo, Azusa-dijo María Nen.

-No, no te pierdas eso por mí-

-Lo estás exagerando mucho... Además, seguro que después no será para tanto-

-Vale-dijo la señora-Permito a una persona, pero a los demás no. Iros, que estáis alterando a los pacientes-