46. La intrusión

118 8 6
                                    

Tras atravesar la recargada puerta de hierro principal del edificio, corrí sigilosamente hasta esconderme detrás de un arbusto para no ser vista por uno de los vigilantes que iba paseando despreocupadamente por el terreno iluminando su camino con ayuda de la linterna, al igual que los demás vigilantes.

Jadeé tras la carrera y, tras recomponerme, corrí de nuevo mientras el hombre no miraba y logré entrar en el edificio. Pero ya me extrañaba que todo el plan estuviera yendo tan bien.

-¡Hey!-se escuchó una voz proveniente de uno de los pasillos-¿¡Quién anda ahí!?-

Me maldije internamente por ser tan escandalosa. Y, antes de que llegara, agarré con fuerza mi mochila y logré huir lejos de allí, en dirección contraria, y me escondí detrás de una esquina. Me asomé con cuidado para ver al señor iluminando la entrada con su linterna. Iluminó también cerca mía, pero logré esconderme antes. El sujeto se encogió de hombros y volvió por donde había venido. Suspiré aliviada y subí silenciosamente las escaleras para llegar al ala este.

Entré en mi habitación, dejé mi mochila sobre la cama y suspiré cansada. "Mucho colegio pijo y con una gran seguridad... ¡pero mira qué fácil ha sido entrar!" pensé.

Y, justo en ese momento, unos pasos se escucharon por detrás. Me volteé alerta, pero, para mi sorpresa, no fue uno de los vigilantes a quien encontré en la puerta.

-¡Nerea!-exclamó el intruso.

-¿Shu?-pregunté sorprendida.

-¿Qué haces aquí?-

-¡SSsshh!-susurré tapándole la boca. 

Me asomé por la puerta y miré a ambos lados para asegurarme de que no había nadie. A continuación empujé con suavidad su espada para que entrara en la habitación y cerré la puerta cuidadosamente.

-¿¡Qué haces aquí!?-le pregunté en bajo al girarme.

Shu se cruzó de brazos-Pregunté yo primero-

-Responderé cuando tú lo hagas primero-respondí imitando su gesto.

El chico suspiró cerrando los ojos-Me dejé el violín. No me fío de dejarlo aquí-

-No hay problema. Hay vigilantes y no creo que ellos estén interesados en tu instrumento-

-¡Y qué buenos vigilantes!-exclamó irónicamente-Ni se han dado cuenta de que una intrusa se ha colado en su habitación-

Me crucé de brazos de nuevo y me acerqué a él-¿Y qué te hace pensar que no pedí permiso para entrar?-

-¡¡¡INTRUSO!!!-gritó a pleno pulmón.

-¡¡¡Ssssshhhh!!!-repetí volviendo a tapar su boca con la mano-¿¡Pero qué haces!? ¿¡Estás loco!?-

Rió ligeramente-Supongo que eso responde a tu pregunta-dijo retirando mi mano para poder hablar-Ahora tendrás que responder tú a la mía: ¿qué haces aquí?-

Desvié la mirada incómoda. Por un momento había olvidado todas las preocupaciones, como siempre cuando estoy junto a él. Pero recordé todos los problemas y la razón por la que estaba allí y me deprimí al instante.

Shu notó la tristeza en mi rostro y se acercó todavía más a mí para verme obligada a mirarle a los ojos-¿Pasa algo?-

-No-desvié la mirada de nuevo-No pasa nada-

-Baby-me tomó el rostro con las manos para no volver a mirar a otro lado-Somos pareja. No quiero que haya secretos entre nosotros, ¿vale? Si hay algo que te preocupa sabes que puedes contar conmigo. Yo trataré de ayudarte siempre, no me alejaré de ti-

Sonreí ligeramente por sus palabras-Lo sé-

-Entonces cuéntamelo, ¿está bien?-

-Sí...-

Me besó dulcemente en la frente antes de tomarme de la mano y acompañarme al borde de la cama para sentarme a su lado.

Le conté toda la situación algo insegura. Ya que no esperaba que me comprendiera del todo sabiendo que mi situación económica no es ni mucho menos como la suya. Pero, para mi sorpresa, su expresión concentrada se mantuvo siendo la misma durante toda mi explicación, en ningún momento se mostró excesivamente sorprendido o extrañado, sino comprensivo.

-Por eso tenía pensado venir aquí-concluí-Para dormir los fin de semana sin que nadie lo sepa-

-Entiendo...-asintió-¿Y cuánto tiempo piensas seguir haciéndolo? Esto no será para siempre, lo sabes, ¿verdad? Tarde o temprano te acabarán descubriendo-

Suspiré decepcionada-Lo sé... Pero no quiero causar más problemas a nadie. Mis padres por ahora no pueden pagarme una casa. Luisa trató de convencer a sus padres de que me quedara en su casa al menos unos días, pero fue inútil. Igualmente no habría ido, no quiero ser una carga para nadie-

-Pero los amigos están para algo-añadió rodeándome la cintura con el brazo-No sólo para pasar un buen rato. Si tienes problemas deberías pedir ayuda, y no pensar que eres una carga-

-Aunque aceptara no podría por sus padres. Y nadie más lo sabe... y tampoco quiero que se sepa. No es que no confíe en nuestros amigos. Pero, si por lo que sea se llega a saber, sería un problema-

Shu pasó su brazo por mi hombro y lo frotó con suavidad tratando de reconfortarme-Lo sé... Tranquila, tu secreto estará a salvo conmigo-

Suspiré y apoyé la cabeza sobre su hombro-Gracias-

-De nada-dijo besando mi cabeza.

Estuvimos un rato más así. Abrazados sin necesidad de decir nada. Su calor me fue tranquilizando poco a poco.

-Aún así...-interrumpió él de pronto-Creo que tal vez yo podría hacer algo-

Levanté mi cabeza y lo miré confusa-¿Tú?-

-Sí-me sonrió-Sé que es pronto... pero, ¿te gustaría ir a vivir conmigo?-

10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora