10 Teen Lovers (Diabolik Lovers)

27. El incendio

Al día siguiente estábamos todos en clase con Azucena. No estaba atendiendo absolutamente nada. Shu estaba cogiéndome de la mano trazándome dibujos con el pulgar y me quedaba observándole con la cara apoyada en la otra mano.

-¡Qué cursis, madre mía!-exclamó en bajo María Nen molesta-Id a hacer cursilerías a otra parte para que no pote en medio de clase-

-¡Tía!-me quejé desviando la mirada hacia ella.

-¿Qué? ¡Es verdad! ¡Ya sabes lo que me molestan estas cosas!-

-¿Podéis, aunque no estéis atendiendo a la maestra, no hacer ruido, por favor?-interrumpió Reiji molesto-Me gustaría enterarme de la lección-

-¡Ni que fueras el profesor!-se quejó Shu irritado.

-¡Ojalá! Sería mucho mejor profesor que ella, ¡cualquiera lo sería!-

-¡Qué razón!-exclamé riendo ligeramente.

-¡Chicos! ¡Silencio!-gritó Azucena-¡Hablar es malo, caca! ¡Si es que la pizarra es como la madre de Phineas y Ferb!-

-Otra vez diciendo cosas sin sentido.....-suspiré.

Shu sonrió tras mi comentario-Tranquila, sólo quedan diez minutos de clase-

-¡Diez interminables minutos de clase!-le corregí.

Shu se rió ligeramente mirándome a los ojos y yo le devolví la sonrisa vergonzosa.

-¡Menudo par de tortolitos!-volvió a quejarse María Nen.

En ese momento, una extraña alarma sonó en medio de la clase. Era tan fuerte que daba la sensación de que se oía por todo el edificio.

Todo el mundo comenzó a hablar en alto sorprendidos y algunos se levantaron del asiento.

-¿No es ese el desagradable sonido de la alarma de incendios?-preguntó Reiji.

-¿Cómo que alarma de incendios?-pregunté asustada.

 -¡Qué extraño! Nunca habían hecho simulacro de incendios antes-comentó María Nen ignorándome.

-Tienes razón-añadió Shu-Los anularon porque se quejaron de perder tantas clases-

-¿¡Me podéis escuchar!?-exclamé ya dejándome llevar por el pánico.

Los tres me miraron sobresaltados.

-¿Cómo que alarma de incendios? ¿Es que se está quemando el colegio?-

Shu me apretó la mano dándome seguridad-Tranquila, será sólo una falsa alarma-dijo sonriéndome.

Intenté devolverle la sonrisa, pero no podía evitar seguir asustada. Todo el mundo se estaba levantando de la silla medio gritando y la alarma no dejaba de sonar. Y yo nunca me había encontrado en esta situación, ¡obviamente estaba aterrorizada!

-¡Haber, chicos, que no cunda el pánico!-dijo Azucena en alto-Salid al patio en fila india y procurad no tocar nada-

Todos nos levantamos de la silla y nos colocamos en fila india como típicos niños de primaria. Shu iba delante de mí sujetándome la mano fuerte.

-Procura no separarte de mí, en situaciones como esta suele haber mucho desmadre-me advirtió él.

Asentí asustada apretándole de la mano lo más fuerte que podía para no separarme de él.

Mientras tanto, Luisa y Sofía estaban en la cocina del insti.

-¡Dios! ¡Esto pesa más que yo!-se quejaba Sofía intentando levantar una enorme caja.