"𝐿𝒶 𝑀𝓊𝑒𝓇𝓉𝑒 𝓎 𝐿𝒶 𝐿𝓊𝓃𝒶"[ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ ʏ ᴛᴜ] EDITANDO

7☾

"Los cinco mestizos"
POV _________.

Era mi primera noche en la cabaña de Artemisa, al principio tuve miedo de quedarme sola y pasar la noche así. Aunque después de que se fueron Nico y Alice, me sentí más tranquila. Era el momento perfecto para hacer un retroalimentación de lo que había pasado en el día y necesitaba un momento a solas. No quería salir por un buen tiempo, quería olvidarme del mundo exterior y evitar todas las miradas que me persiguieron el día de hoy. Cerré los ojos y comencé a hacer respiraciones para calmar mi ansiedad. Me levanté a inspeccionar la cabaña, era bastante grande, en la parte trasera encontré unos armarios, al abrirlos me encontré con muchísima ropa: abrigos, cazadoras, chamarras térmicas, vestidos, camisetas naranjas del Campamento Mestizo, etc. Abajo igual había una cantidad enorme de zapatos, tennis y botas. Agarre un par y me di cuenta que eran de mi número, realmente todos lo eran. Seguí abriendo cajones, todos estaban llenos. El tocador estaba repleto de maquillaje,  artículos de aseo personal y skincare. Cosas que nunca había utilizado en mi vida, pero me emocionaba por probar. Aún lado se encontraban dos puertas, daban a los baños y a una sala común. En la sala común descubrí un arsenal de armas y artículos para la caza. Sonreí internamente.

—¿Qué hare con todas estas cosas? Es como si vivieran muchas personas aquí— dije sacando un par de cuchillos del Arsenal. Entonces recordé el regalo que me dió Artemisa, cuando me reconoció. Miré mi mano, en donde se encontraba el brazalete plateado con la inscripción "Reina de las estrellas", no tenía idea de que significaba pero sabía que no se trataba solo de un accesorio. Toque delicadamente el pedazo de metal hasta que encontré un botón, dude un poco pero lo apreté. Automáticamente el brazalete se convirtió mágicamente en un arco. Lo miré anonadada, era bellísimo.

Lo sujete con firmeza mientras lo observaba. Era plateado y emitía el resplandor de la luna. Estaba hecho de uno material que no reconocía, y tenía detalles grabados en el: lunas, ciervos y estrellas. También al apretar el botón me percaté que había aparecido un carcaj sujeto en mi cintura, con diferentes flechas, ya que eran de diferente color.

"Mañana lo probaré en el campo de arquería", pensé.

Volví a apretar el botón que se encontraba ahora en el arco, volvió a convertirse en brazalete. Decidí tomar una ducha, probar unos productos que tenía en el tocador e irme a la cama. Mañana sería un día difícil, no podía esconderme para siempre de la sociedad, además tenía una misión que cumplir. Elegí una litera y me recosté en ella, el techo brillaba en la oscuridad dándome paz. Los signos del zodiaco se movían y las estrellas bailaban entre ellas. A los pocos minutos caí en los brazos de Morfeo, perdiéndome en mis sueños.

El sueño de la noche de hoy fue diferente.

Ahora me encontraba en un bosque inmenso, era de noche por lo que no podía ver bien a través de los árboles. La luna se veía en el horizonte y las estrellas brillaban más que nunca. Alguien me dió un ligero golpe en el brazo, al voltearme me encontré con Alice quien respiraba agitadamente y tenía un par de moretones y rasguños en la cara. La miré aterrada.

—¿Por qué te detuviste?— me gritó enojada. Comenzó a salir sangre de su nariz y pasó su mano rápidamente para limpiarla— Si no llegamos a tiempo, será demasiado tarde. ¡Tenemos que correr!

—¿Qué está pasando? ¿A dónde tenemos que ir?— necesitaba respuestas. Miré hacía atrás de Alice, pude sentir la presencia de monstruos a escasos metros de nosotras, además se escuchaban unos alaridos horribles.

—Solo corre ______— me gritó y sin dudarlo comenzamos a correr a toda velocidad a través del bosque. Los monstruos seguían persiguiéndonos, los sentía cada vez más cerca. Llegamos a un campo que estaba rodeado por pirules, me descuidé un momento y me tropecé. Solté una maldición y traté de levantarme rápidamente, pero un monstruo logró llegar a mí. Antes de que me matara, una sombra apareció frente a mí y partió a la mitad al monstruo. Era Nico. Me volteó a ver y me cargó en sus brazos para seguir corriendo. Alice iba por delante y a un lado de nosotros apareció otra figura, al principio no pude ver con claridad de quien se trataba, hasta que reconocí el cabello castaño con las mechas rosas, era Hollie.