28. Cállate.

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Ya era la hora, salí de casa. Allí estaba Kentin.

-Hola- nos saludamos ambos.

Kentin sonrió.

-Te ha gustado?

-Sí, ha sido un detalle precioso.

Kentin se sonrojo.

-Cómo le has llamado?

-Kentin.

-Joder, que tengo cara de perro?- Rió.

-No, es que ambos sois monisimos- Me sonroje.

Kentin estaba serio.

-Sucrette, sobre la carta.. Yo quería decirte que...

Pose mi mano sobre la boca de Kentin para impedirle que pudiese hablar.

-Kentin, esta vez quiero hacerlo yo. Kentin, sí quiero, quiero ser tu novia. Me haces sentir cosas que nunca había sentido, por que haces que se me corte la respiración cuando te tengo así de cerca-me acerqué a Kentin.

-Su-sucrette...

-Cállate, y besame.

Ambos nos fundimos en un beso, daba igual quién nos viera, daba igual si iría bien o mal, daba igual todo, me daba igual si era con él. Él era, era la persona que tenía enfrente de mis narices, de la cual nunca me dí cuenta que estábamos hechos el uno para el otro.

-Kentin, te amo.

-Sucrette, quiero que seas para mí. Quiero que estés conmigo.

-Lo estoy mi amor, lo estoy. Te quiero- Dije mientras lloraba.

Sonó la puerta, Castiel salió sonriendo mientras nos miraba. Al poco nos dejó atrás, y despareció por alguna esquina de alguna calle.

-Quién es él?

"Lo había hecho aposta el muy imbécil"

-Nadie, es el hijo de el novio de mí tía.

-Estás de coña? A intentado algo contigo?

-No.-Mentí. Que iba a hacer? Acababa de empezar con Kentin, no era para empezar diciendo mal.

-Confío en tí-Me besó la frente.- Mañana es tu cumpleaños, acuérdate que lo celebraremos, mañana invita a tus amigos, y el finde semana lo celebraremos solos- Rió.

-Mis amigos?

-No tienes- Rió a carcajadas.

Puse cara de enfadada.

-No, imbécil.

A Kentin le cambió la cara en un instante.

-E-esto, p-perdona..

-Era broma, mañana lo diré en el instituto.

-Llevaré a una amiga, vale? Ella es Debrah, te caerá genial, ya lo veras-Sonrió.

-Debrah?- No será una de tus ligues, no?

-E-eh, n-no..

Lo besé.

-Mañana nos vemos mi amor, voy a pasear a Kentin.

Kentin me besó de nuevo.

-Mañana habrá otro regalo. Te amo, Sucrette. Y quiero demostrártelo.

Le volví a besar.

En el momento me llego un mensaje.

"Las cosas irán mal si sigues jugando" Desconocido.

La vida de SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora