Al día siguiente, me levanté.
Miré mí móvil.
-Buenos días, te apetece quedar hoy?
-Sí, me encantaría, después nos vemos.
Salí de la habitación, hacía unos días que mi tía y su novio se habían ido de viaje.
Cuando baje estaba Castiel.
Estaba sentado en el sofá, viendo la tele.
-Menuda noche me has hecho pasar- Dije mientras me metía en la cocina.
Habían dos tostadas que Castiel me había dejado. Las cogí y les puse Nutella.
Salí de la cocina y entre de nuevo al salón.
Me senté en el sofá, al lado de Castiel.
-Me has escuchado?
Castiel me miró, cogió mi mano y me quitó la tostada que estaba apunto de morder. La dejo encima de la mesa, y se acercó mucho a mí.
-No me has valorado, el día que te des cuenta tal vez será demasiado tarde, o tal vez sufres demasiado. Yo no voy a estar sólo, mientras tu vas con uno y otro.
Sabía que Castiel tenía razón, pero...
-Y que quieres que haga? Tan solo ha pasado un día desde que nos acostamos, y has estado con dos chicas. A lo mejor yo ya lo tenia decidido hasta que ayer vi esto.
-Decidido? Y estabas con otro?
-Castiel, es un amigo..
-Lo mio también son amigas.
Resople, a veces era imposible.
-Sucrette, tal vez el día que te aclares este aquí, o tal vez haya encontrado a alguien que desde el primer día me haya elegido.
Yo no podía arriesgarme, no quería hacer daño, y mucho menos que me lo hicieran.
Lo hice con Kentin, y acabo mal.
Habían muchas emociones en mí.
-Tienes razón, lo sé. Espero no equivocarme- Me levanté del sofá, y salí de casa.
Le envié un whatsapp a Nathaniel.
-Puedes pasarte por mí casa?
-Ahora mismo, espérame.
Esperé al lado de la puerta de mi casa, hasta que el rubio apareció.
-Sucrette, pasa algo?
-No, sólo quería salir de casa.
Nathaniel caminaba, mientras yo lo seguía.
-A dónde vamos?
-Quiero llevarte a un sitio.
Nathaniel se paró. Estábamos enfrente de él mar, enfrente había una especie de barandilla de madera en la que Nathaniel se sentó, después hizo un gesto para que lo hiciera yo también. Me senté mientras el me cogía para que no me cayese.
-Es bonito, verdad?
-Esto es genial, es precioso.
-Me siento genial contigo.
-Y yo contigo.
-Es genial tener un amigo como tú.
Amigo..
-S-sí, es genial.
Yo me giré y lo miré.
-Estas bien?
-Sabes, tengo miedo a no encontrar a alguien. Tengo miedo a que pase el tiempo, y no haya nadie para mí. Alguien que encaje conmigo.
-A mí me pasa lo mismo, tengo miedo.
Nathaniel me abrazo.
Estaba bien con él, se podía hablar con él, él me entendía.
-Me voy a por algo para beber, quieres algo?
-Sí, traerme una cerveza, por favor.
Miré como Nathaniel se alejaba, era un buen amigo. Y me entendía, eso era genial.
Contemplé el mar, volví a mirar para ver si ya venía Nathaniel, vi a un chico, era él?
Se parecía muchísimo a Nathaniel, pero él se dirigía hacia otro lado, en el momento que lo miraba, él se giró y me miró.
-Nathaniel- Le grité.
Él me miró y me sonrió, después desapareció. Pero que era lo que hacía?
Lo iba a esperar un poco más, pero no sabía si vendría.
Contemplé de nuevo el mar, era precioso aquel sitio.
Alguien me tocó el hombro, era Nathaniel.
-Ui, me ha parecido verte antes, pero no ibas con la misma ropa...
-Qué? Yo estaba cogiendo las bebidas.
-Seria alguien que se parecía.
Ambos nos sentamos y empezamos a beber de nuestras cervezas.
Volví a ver a aquel chico, tan solo serían imaginaciones mías..
Eso pensaba.