30. El regalo de Lysandro

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Lo de Castiel había sido un detalle precioso, pero había algo que me hacía pensar que el día de hoy no sería fácil.

Salí de mí cuarto contemplando los globos, y aquellas bonitas frases que Castiel había puesto en ellos.

Alguien toco al timbre, abrí. Era Lysandro.

-Hola, Sucrette.- Me abrazó.

Seguido se agachó y cogió algo del suelo.

-Feliz cumpleaños- Me dio algo en las manos.

-Oh, que bonitas Lysandro.

Lysandro me regaló un ramo de flores, cogí una, y me dispuse a olerla cuando Lysandro se acercó mucho a mis labios.

-De cerca son más bonitas, las compre por que me recuerdan a ti. Huelen bien, y son bonitas, Sucrette.

Yo me sonroje, que más me podía pasar hoy?

-Todo ramo de rosas tiene una nota, leela..

"A esa sonrisa tuya, le falta uno de mis besos"

-L-Lysandro...-Tartamudeé.

-Se que ahora no, pero ya te dije que esperaría. Se que al final...-No acabo, tan solo sonrió.

No sabía que decir.

-Quieres que vayamos juntos al bar?

-Sí, eso estaría bien.

Lysandro y yo caminamos, en silencio.

Era un poco incómodo.

-Sucrette, por que no he sido yo al que has elegido?-Dijo Lysandro rompiendo aquel silencio.

-Y-yo.. No lo sé, Kentin es alguien importante para mí, sabes?

-Y tú lo eres para mí, joder Sucrette.- Lysandro paró en seco, no sabía muy bien el por qué.

-Lo sé. Tú también lo eres para mí Lys.. Pero las cosas han surgido así, y no sé.

-Y si surgen de otra manera?

-Q-Que quieres dec...?- Fui interrumpida, los labios de Lysandro estaba posados en los míos. Cerré los ojos por un instante. Estos labios hacían sentir tantas mariposas dentro de mí. Pero tenía novio.

Aparte a Lysandro.

-Lysandro, yo... Tengo novio, se que algún día encontrarás a alguien a quién amar de verdad.

-Ya la he encontrado, pero ella no se da cuenta-Lysandro me miró, y me dejo atrás. Se metió en aquel bar que teníamos enfrente.

Recapacite unos minutos, y entre.

Allí estaban mis amigos, Armin, Alexy, Iris, a la que había conocido durante todas las clases, al igual que a las demás. También estaban la novia de Armin y la novia de Alexy. Kentin parecía que no estaba aún. Oí el motor de una moto fuera, salí. Allí estaban Kentin, y al parecer su amiga, Debrah. La cual no me agrado mucho, a simple vista, e imaginé que mucho menos conociéndola.

La vida de SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora