Juan había dejado en claro que no le agradaba y que el proyecto era nada más un proyecto que resultaba una tortura para él. Y ahí estaba yo, sufriendo por nuestro amor no correspondido.
Don't cry - Gruns N' Roses comenzó a sonar en la radio y sentí otra punzada en mi pecho, me echaría a llorar en cualquier instante. Manejaba serenamente pero sin poder dejar de pensar en las palabras que Juan había dicho.
Y peor aún era que tenia razón, no podíamos estar juntos. Y odiaba el hecho de que el destino me había llevado hasta Juan, de todos los chicos del instituto ¿Por qué a él? Si lo deseaba podía tener a cualquier chico del instituto solo con mover mi cadera, sin nombrar que ya estaba de novia con Steve pero, sin embargo, tenia que interesarme el hombre que más me detestaba en todo el planeta.
Respire hondo y me seque algunas lagrimas que habían caído por mis ojos. Era estúpido que este llorando por Juan, era estúpido creer que podía cambiar y podríamos intentarlo. Mi vida era estúpida. Quería que mis padres volvieran y me dijeran que nos marchamos de Londres y nos mudáramos a Suiza, lo que significa comenzar desde cero.
Juan ya no tenia que estar en mi vida, debía borrar los dos catastróficos últimos días de mi vida y seguir adelante con la cabeza en alto. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que cuando mi móvil sonó me sobresalte y di un mal movimiento con el volante. Afortunadamente enseguida recupere el control del coche.
- ¿Si?- Pregunto poniendo la función alta voz.
- ¿Debería preocuparme en verte llorar en tu propio auto?.- Al instante me di cuenta que era Steve.
- No sé de que hablas.- Mentí.
- Estoy atrás de ti y puedo ver tus lagrimas desde aquí, princesa.- Mire por el espejo retrovisor y vi a Steve en su lujosa camioneta negra.- Dobra en la siguiente salida, quiero verte.- No mostré oposición y doble en la siguiente salida, aparque en un sector al costado de la carretera.
Apague el motor y me acomode, respire hondo "Debes mentir, será solo esta vez" Me repetí mentalmente una y otra vez. Seque mis lágrimas y acomode mi maquillaje, Steve no podía verme así. A los segundos Steve golpeo con la llave de su coche mi ventanilla, tenía un jean negro y una remera gris, sobre ella la campera del equipo de futbol americano del instituto.
- ¿A caso me estas siguiendo?.- Le pregunto rápidamente.
- Acudimos al mismo instituto.- Me recordó.- Y eres la única que tiene este coche.
- Lo se.- Le dije irónicamente, ¿A qué punto quería llegar? No tenía sentido su maltrato hacia mí. Se estiro y apoyo ambas manos sobre el techo del coche.
- ¿Qué te sucede?.- Me miro fijo a los ojos y yo desvié la mirada.
No podía mentirle, no en la cara. Debía fingir que todo estaba bien y que seguía siendo la misma muchacha que él había conocido. La cruel y egocéntrica multimillonaria y bonita muchacha de Londres.
- Nada de lo que te debas preocupar.- Me estudio detenidamente, puso su mirada fija en mis ojos. Lo evite mirando mis piernas, no quería preocuparlo, no podía saber la verdad. Le dolería y yo debía evitarlo.
No podía hacerle daño, el me había dado su amor y un gran apoyo, había estado cuando lo necesitaba.
- ¿Segura?.- Pregunto arqueando una ceja.
- sí.- Ambos guardamos silencio. El aguardaba en que yo confesara pero ambos sabíamos que eso no pasaría. El no podía saberlo.
- Bien.- Golpeo con su mano el techo del auto.- Maneja con cuidado.
Se dio media vuelta, enfadado y se marcho. Yo me quede ahí mirando como su coche desaparecía en la carretera. Con ambas manos me abrase y me tire a llorar al volante, ya no lo soportaba.
¿Por qué mentía? ¿Por qué hería a las personas que quería? ¿Por qué cambiaba a Steve por el idiota de Juan? Tome una gran bocanada de aire y mire al cielo, buscando alguna señal.
- ¿Qué es lo que debo hacer, Dios?.- Pregunte en voz alta.- Ya no puedo, no puedo seguir fingiendo.- Logre decir mientras lloraba.
Se me cerraba el pecho y no podía lograr respirar con claridad. Las lágrimas que caían una detrás de la otra me dificultaban el pensamiento. Me obligue a respirar hondo y calmarme pero lo único que obtuve a cambio fue más llanto y una fuerte punzada en el pecho. Oía pasar a los autos a alta velocidad pero todo era distante, estaba concentrada en el recuerdo de Juan y sus palabras.
Y luego estaba Steve. Los recuerdos iban y venían rápidamente. Steve y yo besándonos en el balcón de mi habitación. podía recordar perfectamente el calor de su cuerpo, sus manos tocándome delicadamente y luego abrazándome para sentirme segura. Y luego aparecía Juan los dos desayunando en su cálida casa. Él con el pecho descubierto que dejaba ver su marcadísimo cuerpo y yo mordiéndome el labio para contenerme las ganas de besarlo.
Me pellizque para salir de mis pensamientos. No podía dejarme llevar. Respire hondo y me desabroche el cinturón de seguridad, me deje caer sobre el asiento y comencé a inhalar y exhalar... inhalar y exhalar... y así hasta dejar de llorar. A los minutos llegue a la conclusión que debía volver a casa, darme una ducha caliente y dormir. Mientras menos vueltas le dé al asunto, mejor seria. Debía dejar que el tiempo sane las cicatrices. Y principalmente, debía olvidarme de Juan.
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Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*
Teen Fiction(tn) vivas rondón es la típica chica popular de diecisiete años que tiene todo lo que cualquier chica quisiera; ropa, autos, dinero, novio, belleza y un gran cuerpo que mostrar. Junto a su grupo de amigo se encarga de hacer miserable el resto de los...