Sentí como sus grandes manos se apoyaban en mi cintura y me suben otra vez a la cama, acercándome a su cuerpo.
Me abraza por detrás, rodeándome con sus fuertes brazos. Yo intento dejar de llorar, dejar que Juan me proteja pero resultaba casi imposible, las lágrimas estaban decididas a caer una tras otra.
Apretó los ojos con fuerza contra el pecho de Juan, sollozando.
-No llores, preciosa- Dice pasando sus dedos delicadamente por mi espalda desnuda.
-Ju-juan- Tartamudeo- Yo lo lamento, lo lamento mucho.
El me abraza aun más fuerte, en un gesto protector.
-No te lamentes, todos pasamos por este momento.
Imagine a Juan y a todas las chicas con las que se habrá acostado. El... tan sexy... tan cruel, ¿quien le diría que no? Y él tampoco podía negarse, después de todo, estaba en todo su derecho.
De repente, imágenes de rubias con grandes pechos me viene a la imagen, luego otras morenas con labios hinchados también me invaden. Y todas hacen lo mismo; lamer el desnudo cuerpo de Juan una y otra vez.
Parpadeo varias veces borrando esa horrible imagen.
Entonces recuerdo que Juan y yo estamos juntos, verdaderamente lo estamos.
Aun Juan no ha preguntado la pregunta sobre si acepto ser su novia o no pero en estos momentos, es lo último que me importa. Tal vez sea solo cosa de esperar a que uno de los dos nos llamemos novio o novia y todo se transforme en oficial.
Pero aun así, Juan me ha elegido. Me ha preferido antes que todas las perras con las que puede acostarse. El verdaderamente lo ha hecho, y no hay nada que me alegre más.
-Gracias- Digo retirándome y limpiándome las lagrimas- Gracias por entender.
El sonríe y me besa la frente tiernamente.
-Te quiero.
El me abraza por un largo instante, luego me obliga a acostarme en la cama. Coge el primer pijama del closet y me ayuda a vestirlo. Luego se acuesta junto a mí, abrazándome por la cintura y susurrándome una bonita canción al oído.
Poco a poco el sueño me va consumiendo y a los minutos caigo inconsciente sobre la almohada.
Cuando despierto a la mañana siguiente, el otro extremo de la cama esta vacio. Estiro mis dedos buscando, inconscientemente, el calor de Juan. Pero solo encuentro las sabanas arrugadas y frías, lo que me dice que Juan se ha marchado hace ya mucho tiempo. "¿Qué hora es?" Me pregunto desesperadamente.
Miro a mi reloj de muñeca e intento concentrarme en los números que solo dan vuelta y vueltas. Levanto la cabeza, mareada y veo a mi habitación doble. Parpadeo varias veces, intentando reincorporarme.
Entonces toda la cena sube hasta mi boca, obligándome a vomitarla en el colchón.
Me limpio la boca con la manga de mi pijama y me siento en la cama. Cierro los ojos con fuerza y respiro hondo, inhalando y exhalando varias veces.
De a poco el dolor desvanece y todo comienza a volver a su lugar. Cuando dejo de ver mi cómoda doble, me levanto de la cama, tambaleándome.
Doy un saltito cuando mis pies descalzos tocan en frio suelo. Me coloco una vieja sudadera y bajo hasta la cocina, agarrándome del barandal de la escalera para no caerme. Tengo el típico dolor de cabeza de una persona que ha bebido alcohol excesivamente pero solo recuerdo haber bebido dos o tres copas de vino en la cena. "Tal vez la carne estaba cruda..." Me digo a mi misma para tranquilizarme.
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Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*
Teen Fiction(tn) vivas rondón es la típica chica popular de diecisiete años que tiene todo lo que cualquier chica quisiera; ropa, autos, dinero, novio, belleza y un gran cuerpo que mostrar. Junto a su grupo de amigo se encarga de hacer miserable el resto de los...