Las manos comenzaron a temblarme cuando apoye el móvil sobre la pequeña mesa de la habitación. Todo estaba tan silencioso que fácilmente se podía escuchar mis latidos, latiendo una y otra vez a gran rapidez.
La luz de media tarde iluminaba la habitación con un tono salmón, manteniendo el clima cálido.
Todo parecía tan tranquilo, tan dulcemente peligroso.
"Prometo que todo saldrá bien" Se repitió la voz de Juan en mi cabeza.¿Cómo podía estar tan seguro? Ni él, ni yo conocíamos al nuevo Steve.
No sabía que se traería entre manos, tal vez decidía secuestrarme o simplemente matarme.
Las piernas comenzaron a temblarme, ya no podía sentirme más insegura. Quería darle el maldito dinero y terminar con toda esta locura, quería a Steve tan lejos como Londres me lo permitiera. Solo yo y Juan, disfrutando de los últimos dos meses de secundaria que nos quedaba. Disfrutando nuestro amor, sintiéndonos el uno al otro.
El timbre sonó, indicándome que el momento había llegado.
"Entrégale el dinero y nada sucederá" Me dije a mi misma para tranquilizarme.
Respire hondo, obligándome a abrir la puerta. Baje en puntitas de pie, temerosamente.
Podía sentir al hombre del otro lado de la puerta, dando golpecitos contra el suelo con su pie derecho. Saco la llave y abro la puerta lentamente, esperando que mi vida no acabe en ese segundo.
Steve levanta la vista, su rubio cabello se mueve apenas y sus ojos azulados se clavan en mí.-Quisiera hacer esto rápido- Habla suavemente- Hay personas que me aguardan.
Miro por detrás de él y efectivamente en su auto hay dos muchachos más que desconozco. Miran la casa con cautela, dispuestos a saltar si algo sale mal.
-Pasa- Digo fría y con mi mano señalo el living.
El se sienta en el sofá, mirando a todos lados. Debe de estar aguardando que Juan aparezca pero para fortuna de Steve, eso no sucederá.
Juan aun esta en el instituto y no saldrá hasta dentro de una hora. Lo que me deja sola e indefensa, con una sola orden:
"Entrégale el dinero y deja que se marche conforme y si eso no funciona simplemente corre a tu escondite secreto y quédate ahí hasta que yo llegue"
-Entonces, dos mil libras por no volver a molestarte- Repite llamando mi atención.
-Nunca más- Le confirmo, con la mirada seria.
El asiente fríamente.
Yo saco el fajo de billetes de debajo del almohadón y lo apoyo en la mesa.
-Dos mis libras, cuéntalos si lo deseas-
El vacila un instante pero luego los toma, lo coloca dentro de su traje Channel color negro y se pone de pie, cuando baja la vista noto algo de tristeza en sus ojos y eso verdaderamente, me sorprende.
Me está quitando dos mis libras sin un menor esfuerzo, ¿cuál es la maldita razón por la que esta triste ahora? Pienso, furiosa.-Sueño día y noche con que las cosas vuelvan a ser como antes, solo tú y yo otra vez...-
Habla con sinceridad, lo noto en su tono de voz. Sé que no miente, se que se arrepiente de haberme lastimado aquel día. Pero yo soy feliz con Juan y nada cambiara eso, ni siquiera su tristeza.
Se queda mirándome un largo instante, luego se acerca y me besa la mejilla dulcemente.-Jamás te olvidare- Dice y se da la vuelta para marcharse.
Yo me quedo anonadada ante su gesto. Me llevo la mano a la mejilla mientras lo veo salir por la puerta y marcharse en su gran auto. No sé porque Steve ha dicho eso, porque repentinamente se encuentra tan mal. Pero sé que detrás de esto hay algo más profundo que dinero, hay algo más grande que nuestro amor fallido.
Escucho el ruido de la motocicleta de Juan aparcar frente a la mansión. Segundos después la puerta de entrada de abre lentamente. Entra sigilosamente, mirando a todos lados pero cuando me encuentra sentada en el sofá bebiendo te, sonríe con alivio.
-¿Estás bien?- Me pregunta, sentándose junto a mí.
-Sí, todo salió bien- Le contesto fría, curvo una pequeña sonrisa.
Juan me besa la frente dulcemente, el calor de sus labios me produce un cosquilleo en el estomago.
-Estaba preocupado, creí que ese bastardo te había hecho daño- Habla mientras me coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja- No podía permitirme volver a verte herida.
-Steve fue extrañamente dulcemente- Le confieso- Tomo el dinero casi en contra de su voluntad, luego me dijo que sueña con que las cosas vuelvan a hacer como antes y me beso en la mejilla, diciéndome que jamás me olvidaría.
-¿Hablas enserio?-
Yo asiento lentamente
- Sigo sin confiar en él, princesa.
Yo apoyo mi cabeza en su hombro, angustiada.
-No entiendo porque todo es tan difícil, cuando comienzo a odiarlo, el viejo Steve reaparece y yo...-
Dejo la frase inconclusa, ya que ni siquiera yo sé lo que siento.
Juan guarda silencio, bajando la vista.
-Si estas confundida, podemos...
-¡No!- Chillo arrepentida- Yo no quería decir eso, yo solo estoy estresada- Intento sonar calmada pero la voz se me rompe- Todo se torno tan extraño pero no quiero terminar esto- Lo miro a los ojos- Te quiero más que a nada en este mundo.
-Y yo a ti-
Me da un corto beso en los labios
- Intenta relajarte y piensa que lo malo ya paso, las cosas buenas están por venir.
Asiento, obligándome a pensar que todo comenzara a estar bien.
-Tengo el mejor remedio para la tristeza.
Comienza a acercarse para besarme y yo no me opongo, es lo que más necesito en este momento. Me besa suavemente, haciendo que sus labios comiencen a desconectarme del mundo y llevarme a nuestro mundo privado. Nuestros labios encajan a la perfección, como dos fichas de un rompecabezas. Juan hace movimientos creativos con la lengua mientras sus manos suben y bajan por mi espalda. Enredo mis dedos en su cabello, jugueteando. El pasa su mano por mi cadera y me acerca más, haciendo que nuestros pechos se choquen suavemente.
La excitación corre por mis venas rápidamente pero esta vez siento algo distinto, siento la seguridad de que todo estará bien si estoy junto a Juan.
Entonces se que es el indicado, que finalmente estoy lista.
-Juan- Susurro- Estoy lista.
Su cara se pone tensa por un momento, intentando asimilar lo que he dicho.
-¿Estás segura?- Pregunta, algo agitado.
-Más que nunca.
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Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*
Teen Fiction(tn) vivas rondón es la típica chica popular de diecisiete años que tiene todo lo que cualquier chica quisiera; ropa, autos, dinero, novio, belleza y un gran cuerpo que mostrar. Junto a su grupo de amigo se encarga de hacer miserable el resto de los...