Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*

Capítulo #08: "Vida o muerte"

Las dos horas siguientes pasaron lentamente, médicos que entraban y médicos que salían pero nadie decía nada, todos me miraban y comentaban en susurros. Yo seguía tirada en el suelo, había dejado de llorar pero la tristeza seguía en mi cara. Tenía miedo, mucho miedo.

Cuando el médico por fin salió, me puse de pie en un segundo.
-¿Y? ¿Cómo esta?- Pregunta rápidamente secando mis lagrimas.

Sonrió.

-Muy bien- Y por fin respire.

Luego de dos horas llorando y rezando todo había resultado bien, Juan estaba bien-

La cirugía a salido excelente y hemos reparado sus costillas rotas, tiene algunos hematomas en la cabeza pero sanaran.

Sin pensarlo lo abrase, sentí su olor a sangre y alcohol en gel. El médico me correspondió el abrazo.

-Gracias- Dije mirándolo a los ojos- Gracias.

Al instante me aleje del médico y corrí hasta donde Juan estaba.

Entre a la habitación pero cuando lo vi, me paralice. Tenía un yeso que le cubría la mitad del brazo derecho y, al menos, diez tubos que salían de distintas partes de su cuerpo. Una banda que cubría su cabeza y el ojo morado.

Retrocedí un paso atrás, estaba durmiendo pero se notaba el dolor que sentía.
Respire hondo y me acerque a Juan pero fue entonces cuando mi móvil sonó y por el tono de llamada supe que era Steve:

-¿Si?- Susurre.

-Mi amor, ven a casa, dormiremos juntos.

-Ahora no puedo, nos veremos mañana. Adiós.

-¿Cómo que no puedes, ________?- Pregunto con tono enfadado- Eres mi novia y me dijiste que esta noche no tenias planes-

Guarde silencio-

Se que me mientes y quiero saber la verdad, ¿en donde estas?

Entonces caí en la cuenta que estaba cometiendo un error. No podía ir y agarrar la mano de Juan y confesarle mi amor. Yo estaba con Steve y él me odiaba. Le había salvado la vida pero eso no iba a cambiar sus sentimientos hacia mí, el me odiaba y yo debía aceptar la cruel realidad.

-Ahí estaré en diez minutos- Le asegure.

Mire a Juan por última vez y contra mi voluntad me marche de ahí, el jamás debería saber que yo lo quería y que había llorado por él. El jamás debía saber que le había salvado la vida. El jamás debía saber que era el chico del que por primera vez me había enamorado.

Mientras corría por los pasillos del hospital me convencía aun mas que no podía volver a Juan, ya era definitivo, debía evitar que todo se vuelva a caer.

Pero mi pregunta era; ¿por qué el destino siempre nos volvía a unir? ¿Me estaba queriendo demostrar algo? Me dije que no era así, que el destino nos quería separados y me subí a mi auto, conduje lo más rápido a la casa de Steve que pude. En el camino me obligaba a olvidar todo, a creer que nada de eso había sucedido.

"Juan no fue herido. Tú no lo salvaste. Tú no fuiste a un hospital. No lloraste y rezaste por él"

Lo repetí tantas veces que llegue a pensar que era real.

Aparque frente a la casa de Steve y toque timbre, las piernas aun me temblaban.

-Princesa- Dijo Steve besándome. Yo correspondí el beso con dulzura pero solo lo hacía por él, solo lo hacía porque era lo mejor para nuestras vidas.

Steve me tomo de la mano y me condujo hasta su habitación aunque yo tenía la imagen de Juan en el hospital en la mente pero me había obligado a pensar que eso era lo correcto. Juan se despertaría y creería que lo habían encontrado lastimado, jamás sabría que había sido yo su salvadora y yo jamás sabría cual sería la razón de que el hombre lo golpeara.

Me planto un beso casi desesperado y yo me sobresalte. Aunque no me retire, seguí el beso dejándome llevar y olvidando todo. Steve tenía labios finos que encajaban perfectamente con los míos, al igual que sus manos que recorrían mi cuerpo suavemente.

Pero cuando su mano bajo hasta mi vientre me retire y me aleje. Steve me miro extrañado y yo me senté en la cama, me tape la cabeza con las manos y le di la espalda a Steve.

-No estoy lista- Dije mientras mis lagrimas caían por mis ojos.