Capítulo #09: "Solo Dios sabrá... "

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Steve dormía profundamente mientras yo miraba la luna desde la ventana de la habitación. Llevaba puesta una remera de Steve que me llegaba a la mitad de los muslos y el cabello recogido en una fea coleta.

Había fingido estar dormida para que Steve verdaderamente lo haga y yo poder quedarme un tiempo sola. Desde la gran ventana de la habitación se podía ver la bella media luna que alumbraba perfectamente toda la cuidad, así también como las estrellas que la acompañaban.

Respire hondo y me limpie algunas lágrimas que habían caído por mis ojos.

No podía dejar de pensar en Juan y la manera en que todo había sucedido.

Cuando apoye mi cabeza sobre la de él y le susurre que me importaba, que verdaderamente lo hacía.

¿Qué sucedería si él lo recordaba? Se vería obligado a recordarme que no era "su persona favorita en este mundo" y que no podíamos tener ninguna relación.

Y eso me dañaría aun más.

Apreté el botón circular de mi I Phone y la pantalla se ilumino dejando ver la hora (2: 03 AM) y el fondo de pantalla (Una foto de Steve y yo besándonos) Tenia algunos mensajes de mis padres y otros de unos muchachos invitándome al baile de primavera. Por supuesto que no los respondí ya que Steve ya me lo había propuesto.

Apoye mi cabeza contra la fría ventana, abrase aun más mis piernas y cerré los ojos.


Estaba soñando que estaba junto a mis padres en Paris desayunando en el hotel cuando una voz masculina me levanto seguida de besos en el cuello y en la mejilla:

-Buenos días, preciosa- Susurro Steve en mi oreja- Ya es mediodía, levántate.

Me removí en la cama y gire para encontrarme con esos bellos ojos azules.

-Buenos días- Dije y le di un besito.

Luego le acaricie la mejilla y vi sus ojos, entonces sonreí, el no estaba enfadado por lo de la noche anterior.

Ambos nos sentamos y apoyamos la espalda en la pared continua a la cama.

-Te encontré dormida junto a la ventana- Dijo acariciándome el brazo delicadamente

- ¿Cuál fue el motivo de que estés ahí, Heilyng?

-No lo sé- Mentí- Tan solo quería ver la luna y me quede dormida.

Steve me miro a los ojos y se creyó la mentira. Yo suspire con felicidad y fingí una sonrisa.

-Muy bien... ¿Qué quieres almorzar, entonces?- Cambio de tema rápidamente.

Yo quería saber como había despertado Juan y este era el momento perfecto para llamar al hospital, tan solo debía hacer que Steve se marchara...

-Una rica ensalada completa, de esas que venden en el supermercado de aquí cerca- Toque con mi dedo índice el pecho desnudo de Steve

- ¿Crees que podrías ir a comprármela?- Dije juguetona.


Me beso y yo correspondí el beso.

-Enseguida regreso, princesa- Me beso la frente y se bajo de la cama.

Cuando escuche la puerta principal cerrarse tire la manta que de un tirón y busque mi teléfono que aun seguía apoyado en el borde de la ventana. Marque el número del hospital donde Juan se encontraba.

Al tercer tono respondieron:

-Hospital privado de Londres, escucho.

-Hola, soy ______ y tengo un...- Lo dude un instante- muy amigo en terapia intensiva.

-Dígame su nombre, por favor.

-Juan, Juan Londoño.

Hubo un largo silencio.

-Sí, el joven Londoño , ha sido operado el día de ayer y ha salido todo bien, aun sigue durmiendo.

Suspire con alivio.

-¿Usted me podría hacer un favor?

-Dígame.

-Necesito que si Juan pregunta como llego ahí le mientan y le digan que lo encontraron detrás de un bar. Por ningún motivo deben nombrar que había una muchacha junto a él y que se quedo con él durante toda la operación.

-Entendido. ¿Puedo preguntar porque es de suma importancia que el joven no sepa de la chica?

Otro largo silencio.

-Porque el odia a esa chica.

Cinco horas después decidí volver a casa, quería estar sola. Era sábado por lo que mi casa estaba sola y pude llegar sin tener que dar explicaciones o fingir que me sentía bien cuando no era así.

Apenas llegue a casa me dirigí a la cocina para poder tomar mis pastillas e irme a dormir, ya había oscurecido aunque no quería cenar. Solo dormir. Me quite mis tacones y el gran tapado negro que me cubría. Recogí mi pelo en un gran "rodete" sobre mi cabeza.

Estaba sirviendo agua en un vaso para poder tomar mis pastillas cuando el timbre sonó. Apoye el vaso y me dirigí a la puerta dudosa, era raro que alguien esté en mi casa y sin un previo aviso.

Abro la puerta lentamente y mi corazón comienza a palpitar con mucha fuerza.

-¿Podemos hablar?- Pregunto Juan


Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora