Visita al Capitolio

3.3K 202 21
                                    

Hola! Dije que el capítulo anterior era el penúltimo, pero cuando me he puesto a escribir el final se me han venido muchas ideas para plasmarlas todas en un solo capítulo, así que he tenido que dividirlo en dos, por ahora...No sé si el siguiente será definitivamente el último, ya lo sabréis ;) 

Al final Effie y yo hemos acabado en el Capitolio. Jamás pensé que iba a volver tan pronto aquí.

Cuando el miércoles fui a su casa decidimos que el viernes iríamos a la tienda de trajes de novia que hay en el distrito 12, al final Effie me propuso de ir el jueves y nada, ninguno de los vestido le gustaba. Según ella todos eran muy....corrientes.. Así que me convenció esa misma mañana para que cogiéramos un tren por la tarde con destino al capitolio. Y aquí me hallo.

Al principio la idea me pareció una locura, no me gustaba nada, no podría estar con Peeta, y tener que volver a enfrentarme a tantos recuerdos cuando ya estaba pasando página al respecto. Por otro lado, yo no podía salir del distrito, así que cuando acepté Haymitch tuvo que hacer unas llamadas y al final accedieron porque iba a ir acompañada. Todo fue tan rápido, que cuando me di cuenta estábamos ya en el tren. Salimos de noche y solo tuve 15 minutos para decírselo a Peeta y despedirme de él. Y vaya despedida.

"- ¿Te vas al Capitolio? - me dijo abriendo un poco la boca.

- Si - le dije nerviosa - pensé que Haymitch te lo habría comentado. Él nos ha ayudado a prepararlo todo.

- Haymitch me dijo que iba a salir antes hoy porque tenía cosas que hacer. Supuse que eran asuntos de la boda y eso. - me dice frunciendo el ceño.

- Bueno, más o menos son asuntos de la boda. Ha estado haciendo algunas llamadas para que pueda salir de aquí. Aun piensan que soy un peligro público y esas cosas. - le digo sonriendo. Pero él sigue serio. No quiero que se moleste conmigo.- Lo siento mucho Peeta - le digo acercándome a él, le agarro sus manos entre las mías - No podía negarme a acompañarla, Effie no tiene a nadie y soy su dama de honor. Solo serán un par de días como mucho, el sábado estaré aquí...- No le he mencionado nada sobre su cumpleaños, quiero que piense que no lo sé o que si lo sé no me acuerdo. Veo que su cara se suaviza un poco.

- Espero que no ligues mucho por allí.... - me dice bajando la cabeza.

Lo miro sorprendida y no puedo evitar reírme.

- Así que...¿es eso lo que te preocupa de mi viaje? ¿que encuentre a un chico guapo por aquellos mundos y me olvide de ti?

Su expresión vuelve a ser seria. Rodeo su cuello con mis manos y me pego a su cuerpo.

- Peeta - le digo suave - no voy a fijarme en más chicos porque te tengo a ti, no me interesa otra persona que no seas tú. Te dije una vez que no tenías competencia, y vuelvo a repetírtelo. Estoy enamorada de ti, y eso no va a cambiar por dos días que esté allí- Le digo sonando un poco molesta. - Así que si quieres que malgastemos estos 10 minutos que tengo para despedirme de ti en enfados y tonterías es cosa tuya....yo....- Dejo de hablar porque dirige su mirada hacia la puerta, supongo que no es una buena situación para que entre nadie, se separa de mi y sale del mostrador sin ni siquiera mirarme. Vaya, esto no me lo esperaba, me acabo de declarar por tercera vez, he dejado salir mi parte romántica y me deja aquí sin decir nada...al menos me esperaba un besito , por lo menos en la frente. Me quedo mirándole sin hablar. Apunta algo en un papelito, va hacia la puerta, lo pega en ella, la cierra poniendo el cerrojo y viene hacia mi serio. Bastante serio. ¿Está molesto conmigo?.Cuando está a pocos pasos de mi dice casi susurrando:

- Muy bien, vamos a aprovechar el tiempo....

Me coge de la mano y me arrastra a la habitación donde se hacen los pasteles y los dulces, la que está llena de mesas. Cuando entramos, enciende rápidamente la luz y antes de cerrar la puerta con un pie su boca ya está pegada a la mía. Siento sus manos agarrarse fuerte a mi cintura, las mías están en su pecho, sintiéndolo fuerte bajo mis dedos. Noto la presión de algo en mi espalda, la mesa larga donde se colocan los pasteles una vez acabados. Peeta me agarra con más fuerza de la cintura y de un salto me sube en ella. Me sorprende la destreza con la que me ha levantado, no es que yo sea muy poquita cosa, la verdad. Abro mis piernas y se coloca entre ellas, sin despegar su boca de la mía. Siento su lengua recorriendo mi boca y sus manos en mis muslos. Abandona mis labios y desciende por mi cuello...siento un mordisco que me hace echar la cabeza hacia atrás y gemir. Noto mi estómago encogerse, el calor que emana de su cuerpo y que se funde con el mío. ¿De verdad quieres irte Katniss?, me pregunto....Le subo la camiseta un poco para poder tocarle directamente con mis manos la espalda...Él se aprieta más contra mí, no creo que quepa ni siquiera el aire entre nosotros...puedo notar su dureza en mi vientre, cerca de mi sexo...y me dejo llevar moviéndome un poco y rozándome...nuestras caderas chocan y un jadeo sale de la boca de Peeta mientras me acaricia el lóbulo de la oreja con su lengua. No, no quiero irme. Cuando vuelvo a apretarme contra él noto su dureza aun más grande y al chocar con mi sexo gemimos los dos....Peeta deja de besar mi cuello y me mira. Sus labios están hinchados, sus ojos son de un azul profundo...

Lo que no leímosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora