Capítulo 14

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Yacemos en la cama, tumbados, pegados el uno al otro sin decir nada, solo disfrutando del silencio juntos. No sé cuanto tiempo llevamos así, minutos o quizá horas, pero no me importa, es mi pérdida de tiempo favorita. Me apoyo en un costado para quedar frente a ella. 

-Te quiero.- le susurro muy bajito.

-Yo más.- responde en el mismo tono de voz.

Sonrío, y no puedo dejar de hacerlo. Estoy profundamente enamorado de ella. Me da un beso pequeño, casto. ¿Cómo le digo que soy un lobo? 

-Debería volver a casa.- anuncio.

-No quiero que te vayas.

-No quiero irme. Me gusta estar contigo.

Me levanto y voy a por mi camisa que está en el suelo. Antes de agacharme para recogerla, sus brazos me detienen abrazándome por la espalda.

-Yo también voy.

-Si Susan te deja, por mi, estupendo.

Tras ponerme la camisa de nuevo, volvemos al salón donde están los señores Grace viendo algún programa cutre de televisión.

-Mamá, ¿puedo quedarme en casa de Troy?

Estoy seguro de que ha oído todos nuestros pensamientos, es como si hubiera estado mirando. ¡Qué vergüenza! La respuesta es una negativa, y Kate decide no insistir mas por si se le añaden consecuencias.

-Te acompaño a la puerta.- me dice ella, cabizbaja.

Sale fuera y cierra. No quiere que nos vigilen durante esta pequeña despedida. Quizá no nos vea, pero esta claro que nos va a escuchar. 

Tomo su mano. No quiero marcharme. Vuelve a juntar sus labios con los míos y su aroma me embriaga, aumentando mis latidos y queriendo más. Ella también quiere más. Tiro de ella, levantándola del suelo para sostenerla entre mis brazos. Con las piernas, rodea mi cintura. Luna, no sé que me estás haciendo, pero no quiero que dejes de hacerlo nunca. Me despego. Vale, Troy, es hora de volver a casa. Mañana volverás a verla, vive a media manzana de ti. La bajo con cuidado de mis brazos.

-Hasta mañana, mi dulce Kate.

-Se me hará eterna la espera.

-Ve dentro, se cabrearán si tardas mucho. 

-Ahora solo me importas tú.

-¿Quieres hacer que me cueste más irme?

-Yo solo quiero que te quedes.

Dios, esta chica es increíble. ¡Luna, me tienes loco! Beso su frente y me marcho. 

***

La cálida luz del amanecer entra por mi ventana y me despierta. En el teléfono hay un mensaje de texto. ¿Quién me escribe durante la noche? Es de Kate, a las 07:02 AM. Hace veinte minutos de eso.

Me he despertado y no encuentro mejor forma de comenzar el día que no sea echándote de menos. No hay un instante en el que no piense en ti, que mi vida se ha llenado de color desde que llegaste tú. Podría haber estado mirándote a los ojos hasta que saliera el sol y no me hubiera cansado, sin embargo, no has estado. Me encantaría tomarte de la mano y caminar de ella hasta perdernos juntos, que me gusta que despiertes las mariposas de mi estómago con cada gesto, y que me emborraches de éxtasis con cada beso. Quizá un mensaje de texto no sea la forma más clásica de decirte esto, pero es que estoy loca por ti, Troy, loca y enamorada. 


El delirio de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora