Me muero por dentro. Tiemblo y las lágrimas me amenazan con salir. La miro y la miro. Luna, luna, luna, di algo, por favor. La escena se pausa y el tiempo se vuelve en eternidad. Una eternidad que me extingue, que me mata. No puedo más y las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas como dos cascadas. No le aparto los ojos, me da igual que me vea débil, ella es mi debilidad favorita. Intento, una vez, más tomar su mano y esta vez, me lo permite. Me acaricia los nudillos, y, acto seguido, me atrae hacia ella y me arropa con sus brazos. Me sumerjo en su pecho y, poco a poco, mi llanto cesa. Levanta mi rostro para mirarme.
-Kate...
Pone un dedo sobre mi boca para hacerme callar. Un instante mas tarde, sus labios han ocupado el lugar de su dedo, cubriendo mi boca con la suya. Mi lengua acaricia tímidamente la suya y se une a ella en una lenta y sensual danza de roces y sensaciones. Me extasia, me enloquece. Me estrecha contra ella, y recorre mi espalda desnuda. Se separa para tomar aire aunque nuestras frentes siguen juntas.
-Tienes los labios tan suaves después de llorar.- susurra.
Comienzo a reírme como un loco. Toda la tensión se desvanece. ¡Kate, dios mío, Kate!
-Luna, eres increíble. Nunca me decepcionas.
-¿Luna?
-Eres mi luna, la cosa que más ama un lobo.
Ahora que todo está dicho el sueño parece tocar mi puerta. Bostezo. Quiero dormir. Quiero dormir con Kate.
-Durmamos juntos.
-¿Quieres dormir?
-Me he pasado prácticamente la noche en vela, pensando en cual sería tu reacción.
-Esta bien...
Se tumba en mi pecho, y me concentro en su respiración que me relaja, me acuna, me protege, me cuida...
***
Estiro el brazo en busca de su frescor, pero lo único que encuentro es una cama vacía y una nota. ¿Luna, dónde has ido? Abro los ojos y consigo leer la nota.
Lobo, eres un dormilón, ¿te lo han dicho? Cuando despiertes, házmelo saber.
-Siempre tuya xxx
Dos criaturitas peludas y grisáceas treparon por mi cama hasta llegar a mi y acurrucarse al calor. Pixie y Jasper ronronean.
Decido levantarme e ir verla. Nunca me canso de estar con ella.
***
Estoy en la parte trasera de su casa, en fase, y le aúllo un poco para que sepa que la espero. Pasan unos minutos y sigue sin dar señales de vida. Vuelvo a aullar. En cuanto veo su cabellera rubia asomar por la puerta trasera, retomo mi forma humana.
-¿No estoy sorda sabes?
-Pensé que no me habías oído.
-Estaba buscando esto.- señala dos botellines de cerveza barata que sostiene en alto. Me da uno y abre el suyo. Imito su acción-. Chin chín.- los envases chocan.
-Por nosotros.- anuncio.
-Por nosotros.
Bebo un largo trago. Me arde en la garganta al bajar.
Caminamos con paso ligero al cañón de la luna. Nos sentamos en el suelo y disfrutamos de la vista de una luna creciente y de un cielo despejado, como si nos hubiera esta esperando. Pasamos hasta las tantas tomando esa porquería de bebida y riendo, haciendo preguntas al viento, susurrando a las nubes y jugando a adivina lo que estoy pensando. Siempre piensa en libros.
-¿Es posible que los cuentos de hadas sean verdad, Troy?
-Bueno, ¿no te basta con tener un lobo en tu vida?
-Sí, claro que sí, pero es extraño...
-Tenemos mucho tiempo para descubrirlo.
Acaricio su mejilla.
-Me gustaría saber algo, Kate.
-¿Estás seguro de que yo podré responder a tu interrogante?
-No sé, dímelo tú.
-Dispara, vaquero.
Le sonrío para mostrarle seguridad. Esta si la podrás responder, Luna.
-¿Te gustaría ser mi novia oficialmente?- pronuncio.
Y me besa, un beso largo y lleno de sentimiento. Y cielo. Y luna. Y amor.
-¿Contesta eso a tu pregunta?
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El delirio de la luna
RomanceTroy Jupiter es un chico de 17 años con una cualidad especial: es un lobo. Acaba de mudarse a un pequeño pueblo del norte de Estados Unidos y ahí, por fin descubrirá lo que lleva esperando toda su vida. -TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS-