Mientras comemos, ella esta muy callada. ¿Se arrepiente del beso? Yo desde luego no. Había besado a otras chicas pero este beso fue diferente, no solo fueron unos labios, aquí hubo más. La palabra pasa fugaz por mi mente en letras mayúsculas. AMOR. ¿Es posible eso?
-Kate...- le digo, antes de que se levante de la mesa.- Quiero que vayamos despacio, ¿esta bien?
-Sí, yo pienso lo mismo.
-Lo que pasó antes estuvo estupendo, pero nos estamos conociendo. No quiero malos rollos, eres una chica increíble, ¿está bien?
-Vale.
Parece que ahora esta mejor, se ha relajado. Bien. Ahora tengo que buscar un modo de contarle que soy un lobo.
***
En la playa decido quedarme en la toalla, Kate y el señor Grace se van al agua, y yo me quedo con la señora Grace, que resulta llamarse Susan. Me cae muy bien, es simpática y pacífica, se parece a la abuela. Me pregunto cómo se llevarían ellas, seguro qué fenomenal.
-A mi hija le gustas.- suelta.
-Ah, ¿sí?
-Se pasa el día pensando en ti... en tus dos caras.
Me quedo helado. ¿Cómo sabe ella qué soy un lobo?
-Tengo el poder sobre la mente, escucho los pensamientos y soy capaz de cambiar el humor de las personas.
Mi cuerpo se tensa. Solo los vampiros hacen eso. El pensamiento me estremece y solo me falta apretar los puños para entrar en fase.
-Tranquilo, no querrás que se le vean las orejas al lobo. No soy ningún vampiro, mi padre era un licántropo, como tú, se llevaba bien con tu abuelo, otro de tu especie, y tu madre y yo eramos muy amigas. Tu padre no heredó poderes, pero tú si. Como yo fui hija única y las mujeres no podemos convertirnos en perros gigantes, recibimos un poder sobrenatural.
-Yo no te recuerdo en el funeral de mi madre.- estoy entrando en estado de shock.
-Me encargué de borrar mi cara de tu mente. La quería mucho.
Pronto será el aniversario de defunción de mis padres. El 17 de septiembre. Faltan apenas cuatro días. El recuerdo me quema el alma. Este año no será diferente, iré a Ottawa, donde fueron enterrados y me pasaré el día llorando enfrente de su tumba. Hans y Serena Jupiter. Las personas que más amé. ¡Y pensar que todo fue por culpa de un perro y una carretera mojada!
-Yo no sabía que había sido el mismo día de tu cumpleaños.
-Hay cosas que no todo el mundo debe saber.- mi voz suena grave, amarga.
Susan saca de su bolso un bolígrafo y con el me escribe dos letras en el cuello. No parece estar escribiendo una una mina si no con fuego. Maldita sea, ¿qué me ha hecho?
-Ya estás marcado. Ahora puedo escuchar tus pensamientos siempre que lo desee.
Me llevo la mano a la nuca, donde las letras yacen hinchadas. Una S y una J.
-Son las iniciales de Serena Jupiter.- responde inconscientemente a mi pregunta.
-¿A tu hija no la has marcado?
-Si te fijas en su nuca verás una W.
-¿W?
-Wolf. Lobo en inglés.
-Sé lo que significa.
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El delirio de la luna
RomanceTroy Jupiter es un chico de 17 años con una cualidad especial: es un lobo. Acaba de mudarse a un pequeño pueblo del norte de Estados Unidos y ahí, por fin descubrirá lo que lleva esperando toda su vida. -TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS-