Capítulo 5

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Saliendo de la ya no muy extraña casa en la que se alojaban, Michonne junto a Carl y Clementine se encontraban saliendo para buscar provisiones.

-¿Cuánto crees que tardaran?- preguntó Rick hacia Michonne.

-Llenaremos un par de bolsas, no deberíamos tardar demasiando.- le contesto esta.

-Ahora son las 8.15 .

-Volveremos al mediodía.- dijo asegurando.

- De acuerdo. Haz lo que te diga.- dijo refiriéndose hacia Carl. Luego volteó su mirada hacia Clementine.- Tu también. ¿Entienden?- dijo mientras le daba un arma a su hijo el cual la tomó sin escusas. Parecía que algo estaba mal en él. - Oye...- su hijo levantó la mirada.- ¿Está todo bien?

Tanto Michonne como Clementine miraban atentas.

-Si, es solo que... tengo hambre.- pronunció al fin. Su padre pareció estar de acuerdo, sin mas que hacer se despidió de ellos y volvió a entrar a la casa.

Dentro de esta, volvió a cubrir la puerta con el sofá y cansado se sentó a dar algunos suspiros. Luego de unos minutos se dirigió hacia arriba dispuesto a curar sus heridas, solo se detuvo unos segundos a mirar su muy querido reloj el cual dejó encima de la mesita de noche y se acostó en la cama con un libro en la mano.

En el frió y desolado vecindario se podía ver como Michonne esperaba a que Carl terminara de revisar la casa en la que había entrado por provisiones, Clementine por su parte salió de una con un vestuario distinto al que tenia, a diferencia del otro este se encontraba más limpio, con tan solo una blusa de tirantes y un par de atuendos para abajo ella se sentía muy satisfecha.

Sin embargo la actitud del joven chico no cambiaba, Michonne estaba preocupada.

-¿Encontraste algo bueno?- dijo rompiendo un poco el silencio. - ¿Chocolates? ¿Historietas? - preguntaba y preguntaba para tratar de subir la emoción del chico mientras se encaminaban por entre los arbustos.Pero nada. Lo volvió a intentar.- ¿Crazy Cheese? - Carl la miró sin entender, Clementine no se quedó atrás. Justo Michonne sacó una lata de queso comprimido.- ¡Bam! ¡Crazy Cheese!- dijo con una sonrisa. - Lo encontré con el envoltorio y todo. Seré amable y te dejare estrenarlo.- Pero al chico no parecía importarle.

-No, gracias.- contestó.

-¿Seguro? Se lo daré a Clementine entonces.- dijo para tratar de que cambiara de opinión. Pero este no accedió.

-Estoy bien.

-No te ves bien.- dijo deteniendo el paso.

-Estoy cansado ¿Si?- le respondió y siguió su camino. Michonne fue a su lado y se metió una gran porción del queso a la boca , embarrándose esta misma fingiendo ser un caminante. El chico seguía igual.

Los tres llegaron hasta la próxima casa y antes de que pudieran entran la mujer habló.

-Lo siento. No soy muy buena haciendo reír a los chicos de tu edad. - dijo mientras echaba un vistazo por la puerta hacia dentro de la casa.

-Me reí- se excusó Carl. Michonne lo miró - Por dentro.

-Esta bien, Clementine tampoco lo hizo. A los niños más chicos les parezco divertida. De dos. Tres años. - dijo mientras daba unos cuantos golpes a la puerta esperando por algún caminante. Carl no entendía.

-¿A qué te refieres con niños más chicos?- Ella lo miró.

- Tenía un hijo de tres años... Y a él le parecía extremadamente divertida. - le dijo, luego abrío la puerta de la casa.

Carl dejó las cosas en el suelo, cerró la puerta y tomó su arma. Clementine hizo lo mismo.

-Necesitamos comida, baterías, agua. En ese orden.- Carl se acercó a ella y le susurró.

-¿Por qué nunca no me dijiste que tenías un hijo? ¿Cómo se llamaba ? ... ¿Tuviste otros?... ¿Te casaste? - Michonne se alejó de él pero él la siguió.

-Responderé una a la vez ... Una habitación a la vez... Y solamente después de haberla revisado. - seguidamente se encaminó a hacerlo.

A unos kilómetros de ahí Rick Grimes se encontraba en un profundo sueño, después de haber elido unas paginas de aquel libro que había agarrado. Sin embargo no estaba soló.

-No, lo siento.

-Eres un cobarde mentiroso.

Más y más voces se escuchaban cada vez más cerca.















CLEMENTINE | Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora